Los champi?ones del progreso
La activista alimentaria africana Chido Govera lidera proyectos de econom¨ªa sostenible para mujeres y ni?os hu¨¦rfanos en Zimbabue EL cultivo de hongos en residuos de caf¨¦ es una experiencia que est¨¢ ense?ando a otros pa¨ªses
Su nombre, Chido, significa pasi¨®n y deseo en la lengua bant¨² shona. Es de Zimbabue, en abril cumple 29 a?os y es una mujer que nunca se ha rendido frente a las adversidades: orfandad, abusos, hambre... Desde una situaci¨®n de pobreza m¨¢xima puso todo su coraje en encontrar una salida, en seguir el impulso que da la esperanza. Por eso, la fundaci¨®n que lidera desde 2012 se llama The Future of Hope.
Ense?ando a otros lo que ella aprendi¨® para sobrevivir, Chido Govera es una activista alimentaria que transforma la vida de comunidades rurales en su pa¨ªs y en otros del continente africano (Ghana, Congo, Camer¨²n, Tanzania, Sud¨¢frica...) a trav¨¦s del cultivo de champi?ones, para el que aprovecha restos de caf¨¦. Usa tanto los desperdicios de los cafetales como las sobras de la molienda o lo que queda en las cafeteras de los bares. ¡°De la basura org¨¢nica sacamos comida¡±, resume sonriente.
En ?frica, Chido Govera trabaja con ni?os y ni?as hu¨¦rfanos y mujeres, muchos de ellos enfermos de sida. Al ser un cultivo de resultado r¨¢pido, los beneficios tambi¨¦n llegan r¨¢pido. Un dinero apreciad¨ªsimo para ¡°gente que no puede ni medicarse porque no tiene un d¨®lar¡±. Mientras crecen los champi?ones, crece la autoestima de los cultivadores. ¡°Si vives en el pasado y te estancas en tu situaci¨®n de v¨ªctima no puedes avanzar hacia el futuro¡±, les dice Chido Govera a sus alumnos. Ha entrenado a m¨¢s de 1.000 mujeres y establecido zonas de cultivo de hongos (¡°cinco variedades, incluidos medicinales¡±) en 20 comunidades. Su intenci¨®n es que crezcan por todo su pa¨ªs y que adem¨¢s se construyan escuelas (ya ha montado una) y todo un entramado productivo con granjas, cr¨ªa de ganado y huertos.
Su experiencia la ha expuesto en Europa, Estados Unidos, Australia... Los emprendedores de agricultura sostenible la reclaman, as¨ª como los encuentros sobre el futuro de la alimentaci¨®n.
En Bilbao, durante el foro Parabere celebrado esta semana y centrado en mujeres inspiradoras que transforman el mundo desde la gastronom¨ªa, Chido Govera se llev¨® grandes ovaciones en su emotiva intervenci¨®n. En el foro se realiz¨® esta entrevista.
¡°No conoc¨ª a mi padre. Mi madre muri¨® de sida cuando yo ten¨ªa siete a?os. Entonces me convert¨ª en la madre de mi hermano, que ten¨ªa cinco, y cuidaba de mi abuela ciega, que muri¨® centenaria¡±. Con su abuela, ¡°una mujer muy especial y muy sabia¡±, Chido sol¨ªa ir al bosque a recoger hongos. No pod¨ªa verlos, pero se sentaba bajo un ¨¢rbol, yo le llevaba lo que hab¨ªa recogido y ella los ol¨ªa y me dec¨ªa cu¨¢les eran comestibles y cu¨¢les no¡±.
Eso les serv¨ªa de sustento, pero la mayor¨ªa de las noches iban a la cama sin comer. ¡°Me propuse que ten¨ªa que hacer todo lo posible por conseguir comida¡±, recuerda la joven.
A los 11 a?os, unos familiares quisieron casarla con un hombre de 40 a?os. Se neg¨®. ¡°Si alguna vez me caso ser¨¢ por amor, no por tener comida en el plato¡±, pensaba entonces, y eso mismo le dice a las mujeres y ni?as que educa. ¡°Una voz dentro de m¨ª me dec¨ªa: las cosas pueden cambiar¡±, y efectivamente, la ni?a Chido supo aprovechar una oportunidad del destino. Fue entrenada junto a otras 14 hu¨¦rfanas en el cultivo de champi?ones por un emprendedor de cultivos ecol¨®gicos, el belga Gunter Pauli. ?l se convirti¨® en su ¨¢ngel de la guarda-mentor, una figura paterna que ella echaba de menos.
Tras el primer curso de Pauli, Chido volvi¨® a su aldea y no solo aliment¨® a su hermano, tambi¨¦n a otros ni?os. Gracias a los champi?ones pudo mandarlos a la escuela. Y ense?¨® a otros hu¨¦rfanos, ¡°as¨ª podr¨ªan mantenerse y no tendr¨ªan que vivir los abusos que yo viv¨ª. Eso me dio esperanza de que las cosas pod¨ªan estar mejor. Usando mis propias manos y mis ganas de progresar¡±.
En 2007 comenz¨® la cadena: hu¨¦rfanos ense?ando a hu¨¦rfanos. Pero Chido no se conformaba, y se embarc¨® en un entrenamiento y una investigaci¨®n constante. Gracias a sus extraordinarias aptitudes la becaron en la Fundaci¨®n Zeri para conocer programas de cultivo en Colombia, Belgrado y China.
Ahora devuelve a otros lo aprendido. En su fundaci¨®n The Future of Hope (t¨ªtulo tambi¨¦n de su libro autobiogr¨¢fico), ha armado desde 2012 una estructura que permite sistematizar su trabajo educativo y hacer un seguimiento de los proyectos. ¡°No dejo a los emprendedores a su suerte¡±, afirma Chido, quien incentiva a sus alumnos ¡°a ser responsables, de s¨ª mismos y del medioambiente¡±.
El cocinero dan¨¦s Ren¨¦ Redzepi invit¨® en 2012 a Chido Govera a exponer sus experiencias en el Mad Food Camp de Copenhague. El tema del encuentro era ¡°apetito¡±. ¡°Cuando pens¨¦ en este concepto lo primero que me vino a la cabeza fue hambre¡±, recuerda. Luego desarroll¨® ¡°el apetito por querer cambiar las situaciones injustas y por querer progresar¡±. El chef de Noma ir¨¢ en noviembre a la fundaci¨®n de Govera. ¡°Cocinar¨¢ con los ni?os y hablaremos de alimentaci¨®n, de producci¨®n sostenible. Queremos aportar todos los productos frescos que ¨¦l utilice¡±, cuenta. Y ella no descarta ponerse el delantal: ¡°Al ver tantas chefs juntas en Parabere Forum intercambiando experiencias he pensado ?por qu¨¦ no intentar cocinar yo tambi¨¦n?¡±
Inspiradoras del foro Parabere
Junto a Chido Govera, el primer encuentro Parabere Forum celebrado en Bilbao el 1 y el 2 de marzo sirvi¨® de escaparate de las historias inspiradoras de mujeres "que utilizan la alimentaci¨®n y la cocina para cambiar el mundo", seg¨²n su promotora, Mar¨ªa Canabal. "Hay que promover la diversidad y crear debate", opina, y ve necesario que las mujeres "construyan una red global para influir en la gastronom¨ªa".
Hay mujeres que ya influyen en ese cambio. Como Leonor Espinosa, que ayuda al desarrollo econ¨®mico y social de comunidades ind¨ªgenas, sobre todo afrocolombianas. En Bolivia, la danesa Kamilla Seidler es educadora culinaria desde su restaurante Gustu y la organizaci¨®n Melting Pot; la cocina la usa como arma de progreso social. La australiana Gayle Quarmby mejora las condiciones de vida de los abor¨ªgenes ayud¨¢ndoles en el cultivo y comercializaci¨®n de sus productos. Maria Fernanda di Giacobbe ha creado en Venezuela Comunidad Kakao para mujeres emprendedoras. La portuguesa Isabel Soares da salida en Fruta Feia a productos desechados pero v¨¢lidos. Las holandesas Merijn Tol y Nadia Zerouali activan la cohesi¨®n social de las refugiadas palestinas a trav¨¦s de la comida. La neoyorquina Jessamyn Rodr¨ªguez distribuye a restaurantes el pan de obra social elaborado por mujeres Hot Bread Kitchen. La experta de la ONU en alimentaci¨®n para el desarrollo Hilal Elver denuncia los errores de la industria alimentaria. Y la ecofeminista Vandana Shiva es el azote de las multinacionales que viven de los alimentos transg¨¦nicos.
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