La poblaci¨®n y el Papa
El acceso universal a la anticoncepci¨®n reducir¨ªa la mortalidad materna, mejorar¨ªa la vida de los ni?os y ayudar¨ªa a disminuir la emisi¨®n de gases de efecto invernadero
Durante el regreso del papa Francisco a Roma desde las Filipinas el mes pasado, les habl¨® a los periodistas sobre una mujer que hab¨ªa tenido siete hijos por ces¨¢rea y estaba nuevamente embarazada. Eso fue, dijo, "tentar a Dios". Le pregunt¨® si deseaba dejar a siete hu¨¦rfanos. Los cat¨®licos han aprobado formas de control de la natalidad, prosigui¨®, y deben practicar la "paternidad responsable", en vez de reproducirse "como conejos".
Si bien el comentario sobre los conejos de Francisco tuvo amplia cobertura en muchos medios, menos informaron que tambi¨¦n afirm¨® que ninguna instituci¨®n externa debe imponer sus ideas sobre la regulaci¨®n del tama?o familiar al mundo en v¨ªas de desarrollo. "Todos los pueblos", insisti¨®, deben poder mantener sus identidades sin ser "colonizados ideol¨®gicamente".
La iron¨ªa de esta aseveraci¨®n es que en las Filipinas, un pa¨ªs con m¨¢s de 100 millones de personas ¡ªcuatro de cada cinco cat¨®licas romanas¡ª, es precisamente la iglesia la que ha funcionado como colonizador ideol¨®gico. Es la iglesia, despu¨¦s de todo, la que ha buscado vigorosamente imponer su negativa a la anticoncepci¨®n en la poblaci¨®n, oponi¨¦ndose incluso a la provisi¨®n de anticonceptivos por el gobierno a los pobres rurales.
Mientras tanto, las encuestas han mostrado reiteradamente que la mayor¨ªa de los filipinos est¨¢n a favor de la disponibilidad de anticonceptivos, algo que no sorprende dado que los m¨¦todos de control de la natalidad aprobados por la iglesia y mencionados por Francisco han demostrado ser menos confiables que las alternativas modernas. Resulta dif¨ªcil creer que si las Filipinas hubieran sido colonizadas por, digamos, la Inglaterra protestante en vez de la Espa?a cat¨®lica, el uso de anticonceptivos ser¨ªa un problema hoy.
Cuando los nacimientos son m¨¢s espaciados, a los ni?os les va mejor, tanto f¨ªsicamente como en t¨¦rminos de sus logros educativos
La cuesti¨®n mayor que Francisco trae a discusi¨®n, sin embargo, es la legitimidad de las agencias externas para promover la planificaci¨®n familiar en los pa¨ªses en desarrollo. Hay varios motivos que la avalan. En primer lugar, dejando de lado la cuesti¨®n ideol¨®gica de si la planificaci¨®n familiar es un derecho, existe abrumadora evidencia que muestra que la falta de acceso a la anticoncepci¨®n es mala para la salud femenina.
Los embarazos frecuentes, especialmente en pa¨ªses sin atenci¨®n sanitaria universal moderna, est¨¢n asociados con una elevada mortalidad derivada de la maternidad. La asistencia de las agencias externas para ayudar a que los pa¨ªses en desarrollo reduzcan las muertes prematuras de mujeres no es seguramente una "colonizaci¨®n ideol¨®gica".
En segundo lugar, cuando los nacimientos son m¨¢s espaciados, a los ni?os les va mejor, tanto f¨ªsicamente como en t¨¦rminos de sus logros educativos. Todos debi¨¦ramos estar de acuerdo en que es deseable que las organizaciones de ayuda promuevan la salud y la educaci¨®n de los ni?os en los pa¨ªses en desarrollo.
El motivo m¨¢s amplio y controvertido para promover la planificaci¨®n familiar, sin embargo, es que proporcionarla a todos quienes la desean redunda en beneficio de los 7.000 millones de personas que habitamos el mundo y de las generaciones que, a menos que ocurra un desastre, debieran poder vivir en el planeta durante incalculables milenios. Es aqu¨ª donde la relaci¨®n entre el cambio clim¨¢tico y el control de la natalidad debe pasar al primer plano.
Es dif¨ªcil creer que si Filipinas hubiera sido colonizada por la Inglaterra protestante en vez de la Espa?a cat¨®lica, el uso de anticonceptivos ser¨ªa un problema
Los hechos clave del cambio clim¨¢tico son bien conocidos: la atm¨®sfera de nuestro planeta ya ha absorbido tal cantidad de gases de efecto invernadero producidos por los seres humanos que el calentamiento global est¨¢ en camino, con m¨¢s olas de calor extremo, sequ¨ªas e inundaciones que nunca antes. Los hielos del oc¨¦ano ?rtico se est¨¢n derritiendo y el creciente nivel del mar amenaza con inundar regiones costeras bajas y densamente pobladas en muchos pa¨ªses. Si cambian los reg¨ªmenes de precipitaciones, cientos de millones de personas podr¨ªan convertirse en refugiados clim¨¢ticos.
Adem¨¢s, la abrumadora mayor¨ªa de los cient¨ªficos en los campos relevantes cree que vamos camino a superar el nivel de calentamiento global en el cual los mecanismos de retroalimentaci¨®n se activar¨¢n y el cambio clim¨¢tico se tornar¨¢ incontrolable, con consecuencias impredecibles y posiblemente catastr¨®ficas.
A menudo se se?ala que son los pa¨ªses ricos quienes han causado el problema, debido a sus mayores emisiones de gases de efecto invernadero durante los ¨²ltimos dos siglos. Esos pa¨ªses contin¨²an teniendo los mayores niveles de emisiones per c¨¢pita y son quienes pueden reducir sus emisiones con menos privaciones. No hay duda de que, ¨¦ticamente, los pa¨ªses desarrollados del mundo deben liderar la reducci¨®n de las emisiones.
Lo que no se menciona tan frecuentemente, sin embargo, es el grado en que el continuo crecimiento de la poblaci¨®n mundial socavar¨¢ el impacto de las reducciones de emisiones de las que puedan ser persuadidos los pa¨ªses ricos.
Existe abrumadora evidencia que muestra que la falta de acceso a la anticoncepci¨®n es mala para la salud femenina
Cuatro factores influyen sobre el nivel de emisiones: el producto econ¨®mico per c¨¢pita; las unidades energ¨¦ticas usadas para generar cada unidad de producto econ¨®mico; los gases de efecto invernadero emitidos por unidad energ¨¦tica; y la poblaci¨®n total. Una reducci¨®n en cualquiera de los primeros tres factores ser¨¢ compensada por un aumento del cuarto. En el Resumen para responsables de pol¨ªticas de su Quinto Informe de Evaluaci¨®n de 2014, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Clim¨¢tico afirm¨® que, a nivel global, el crecimiento econ¨®mico y poblacional contin¨²an siendo los "principales responsables" del aumento de las emisiones de CO2 por el uso de combustibles f¨®siles.
Seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, se estima que 222 millones de mujeres en los pa¨ªses en desarrollo no desean tener hijos ahora, pero carecen de los medios para evitar la concepci¨®n. Proporcionarles acceso a la anticoncepci¨®n las ayudar¨ªa a planificar sus vidas como lo desean, debilitar¨ªa la demanda de abortos, reducir¨ªa las muertes relacionadas con la maternidad, dar¨ªa a los ni?os una mejor situaci¨®n inicial en sus vidas, y ayudar¨ªa a reducir el crecimiento de la poblaci¨®n y de las emisiones de gases de efecto invernadero, benefici¨¢ndonos as¨ª a todos.
?Qui¨¦n podr¨ªa oponerse a una propuesta donde tan obviamente todos ganamos? Los ¨²nicos negativistas, podemos sospechar, son aquellos atrapados en una ideolog¨ªa religiosa que buscan imponer a otros sin importar cu¨¢les ser¨¢n las consecuencias para las mujeres, los ni?os y el resto del mundo en la actualidad y por los siglos de los siglos.
Traducci¨®n al espa?ol por Leopoldo Gurman.
Peter Singer es profesor de bio¨¦tica en la Universidad de Princeton y profesor laureado en la Universidad de Melbourne. Entre sus libros se encuentran ?tica pr¨¢ctica, Repensar la vida y la muerte, y Salvar una vida. C¨®mo terminar con la pobreza.
Copyright: Project Syndicate, 2015. www.project-syndicate.org
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