Avanzando hacia el pasado
Un an¨¢lisis sobre c¨®mo influyen la historia y la religi¨®n de cada pa¨ªs en su nivel de desarrollo
En julio del a?o pasado volaba desde Madrid hasta Rabat y retroced¨ªa en el tiempo: el avi¨®n despegaba de Espa?a a las 20.10 horas y aterrizaba en Marruecos a las 19.35. Mientras avanzaba hacia el pasado y puesto que trabajo en ayuda al desarrollo, comenc¨¦ a pensar en las dos variables y me pregunt¨¦: ?c¨®mo influye el pasado de cada pa¨ªs en su nivel de desarrollo?
Parte de ?frica se enfrenta a un presente, cuando menos, dif¨ªcil. Esta realidad se explica parcialmente por el proceso de explotaci¨®n econ¨®mica, genocidio cultural y dominaci¨®n pol¨ªtica que constituy¨® la colonizaci¨®n a la que el continente fue sometido. La colonizaci¨®n destroz¨® las ra¨ªces del pueblo africano despoj¨¢ndolo de un pasado propio.
Indudablemente, Estados Unidos es una potencia econ¨®mica. Y es un pa¨ªs que existe como tal desde hace relativamente poco tiempo, sin pasado. Para comprender su ¨¦xito actual hay que remontarse a sus inicios como naci¨®n. La libertad religiosa ha desempe?ado un papel crucial. Muchos de los primeros inmigrantes que llegaron a EE UU proven¨ªan de Europa, y escapaban tanto del basti¨®n religioso de sus pa¨ªses como de las creencias impuestas por las iglesias del estado. Los fundadores de Estados Unidos organizaron el pa¨ªs garantizando: primero, la separaci¨®n de iglesia y estado; segundo, el derecho de cualquier ciudadano a seguir (o no) cualquier sistema de creencias religiosas (o no religiosas); y tercero, el derecho de cualquier ciudadano a llevar a cabo las pr¨¢cticas relacionadas con sus creencias sin por ello exponerse a persecuci¨®n.
La colonizaci¨®n destroz¨® las ra¨ªces del pueblo africano despoj¨¢ndolo de un pasado propio
Quiz¨¢s el caso de Europa sea el m¨¢s interesante. Es evidente que su pasado constituye hoy un valioso instrumento de progreso para el viejo continente en t¨¦rminos de experiencia, savoir faire y tradici¨®n. Pero no siempre fue as¨ª. Durante la Edad Media, Europa fue presa de su propio pasado, es decir, de una tradici¨®n que provoc¨® que los l¨ªderes gubernamentales coincidieran con los l¨ªderes de la religi¨®n dominante. La consecuencia fue una ¨¦poca oscura de marcado retroceso intelectual, cultural, social y econ¨®mico.
Dos conclusiones hasta ahora. Una, que parece que efectivamente existe una relaci¨®n entre el peso de la historia y el nivel de desarrollo de un pa¨ªs. La segunda, es la importancia de la libertad y, sobre todo, de la religi¨®n, en esta cuesti¨®n.
As¨ª, en lo que a la religi¨®n se refiere, en la actualidad quiz¨¢s podemos simplemente hablar de occidente (sin diferenciar entre Estados Unidos y Europa). Constata Juan Bedoya, veterano profesional en informaci¨®n religiosa, que las regiones alemanas protestantes son de promedio m¨¢s ricas y desarrolladas que las cat¨®licas.
En cualquier caso, si existe inferioridad econ¨®mica de las naciones cat¨®licas con respecto a las de tradici¨®n protestante, la crisis del 2008 parece haberla puesto de manifiesto. Efectivamente, los pa¨ªses m¨¢s da?ados por ella son los denominados PIIGS ¡ªPortugal, Irlanda, Italia, Grecia y Espa?a (Spain en ingl¨¦s)¡ª. Se da el caso de que cuatro de ellos son cat¨®licos romanos; y Grecia, ortodoxa, una religi¨®n prima hermana del catolicismo.
Parece que hay determinadas religiones que estimulan el desarrollo econ¨®mico de un pa¨ªs
?En qu¨¦ se diferencian las religiones de estos pa¨ªses con la protestante, propia del norte de Europa? El soci¨®logo Max Weber afirma que el protestante no considera el trabajo como un castigo, mientras que los cat¨®licos creen que el trabajo es el m¨¢ximo castigo de Dios. Seg¨²n ¨¦l, "el mundo protestante es m¨¢s exitoso econ¨®micamente que el cat¨®lico gracias al influjo de la religi¨®n protestante en cada uno de sus individuos: amor al trabajo, honradez, ahorro y apego permitido a lo material".
As¨ª, parece que hay determinadas religiones que estimulan el desarrollo de un pa¨ªs. ?Se debe pues incentivar la presencia de estas en los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo? Tomemos el ejemplo del protestantismo y qued¨¦monos en ?frica para responder esta ¨²ltima pregunta. Algunos pa¨ªses del ?frica negra se est¨¢n convirtiendo en la nueva tierra de promisi¨®n para determinadas iglesias evangelistas norteamericanas. Se trata de aquellas cuyo mensaje de odio, aversi¨®n y xenofobia ya no cala en su pa¨ªs de origen. Esta implantaci¨®n es posible mediante la llegada masiva de dinero y misioneros principalmente proveniente de Ohio, Indiana o Wisconsin. Ellos han convencido a los pastores locales. El resultado es que muchos predicadores traducen a sus feligreses esas ideas directamente desde el Viejo Testamento en t¨¦rminos retr¨®grados e intransigentes.
Acabemos. ?Debemos concluir que las religiones son perjudiciales para el desarrollo de los pa¨ªses? ?Debemos impedir que las instituciones religiosas se inmiscuyan en pol¨ªticas de desarrollo? Yo creo que no. En su p¨¢gina web, el?Swedish Mission Council se autodefine como un punto de encuentro para todas las organizaciones poseedoras de una visi¨®n cristiana. Sostiene la organizaci¨®n, con raz¨®n, que "en muchos pa¨ªses una gran parte de la ayuda al desarrollo ha sido hist¨®ricamente ejecutada por iglesias u otras organizaciones religiosas".
Sin juzgar el papel hist¨®rico de las religiones en el mundo de la cooperaci¨®n, la realidad es que su papel ejecutor de la asistencia en la pr¨¢ctica, les otorga hoy un potencial del que la ayuda al desarrollo, con ciertas condiciones que eviten abusos, podr¨ªa ayudarse en su labor.
Miguel Forcat Luque es economista y trabaja para la delegaci¨®n de la Uni¨®n Europea en Marruecos. Las opiniones de este art¨ªculo no reflejan el punto de vista de la instituci¨®n.
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