Un a?o sin Paco de Luc¨ªa

Siempre que Paco de Luc¨ªa sal¨ªa al escenario, llevaba una camisa blanca. La misma que usaba en todos los conciertos y que, con el paso del tiempo lleg¨® a sufrir una quemadura de cigarrillo. Formaba parte de su uniforme, junto con el chaleco negro y las botas de ca?a. Otro de sus rituales: dos horas antes de cada concierto se encerraba solo en el camerino a practicar dedos, relajarse y limarse las u?as. Son algunos de los recuerdos de su viuda Gabriela Canseco (M¨¦xico DF, 1966), su escudera fiel en los ¨²ltimos a?os, incluidos en la entrevista que publica El Pa¨ªs Semanal este pr¨®ximo domingo, realizada en su casa de Mallorca, donde la pareja y sus dos hijos viv¨ªan desde hace m¨¢s de una d¨¦cada. "Aqu¨ª encontr¨® un equilibrio que le sentaba muy bien"; apunta Gabriela. "Se levantaba pronto y se encerraba en el estudio; la comida, a la una en punto, era un ritual. Disfrutaba mucho de la mesa: pescado reci¨¦n tra¨ªdo del mercado, potajes de garbanzos o de jud¨ªas. Despu¨¦s de comer vuelta al estudio".

Antes de partir para la gira latinoamericana de la que no regres¨®, De Luc¨ªa dio el visto bueno para la edici¨®n de un disco. Entre 20 aguas, grabado un a?o despu¨¦s de su muerte y producido por Javier Lim¨®n, en el que una veintena de artistas de diferentes g¨¦neros musicales, como Chick Corea, Michel Camilo, Chucho Vald¨¦s o Alejandro Sanz, hacen suya la rumba V¨¢monos.