El rey de los toros se viste de oro y plata
El magnate de la miner¨ªa mexicano Alberto Baill¨¨res se planta en Espa?a y puja por convertirse en el mayor empresario taurino del planeta
En la vida de Alberto Baill¨¨res, de 83 a?os, todo es desmesurado, excepto ¨¦l mismo. Su mina de plata de El Fresnillo, la mayor del mundo, le proporciona al a?o 45 millones de onzas; su yacimiento de La Herradura, 400.000 onzas de oro puro. En la balanza de cualquier existencia esto ya valdr¨ªa para decir basta. Pero no en la de Baill¨¨res. Su imperio, de solidez geol¨®gica, se expande por espacios tan diversos como los seguros, los almacenes m¨¢s exclusivos (El Palacio de Hierro) y hasta la educaci¨®n, con el ITAM, una universidad de ¨¦lite de la que ha salido la plana mayor econ¨®mica del presidente mexicano Enrique Pe?a Nieto. Encumbrado y respetado, el segundo hombre m¨¢s rico de M¨¦xico podr¨ªa sentarse tranquilamente en la proa de su yate de 92 metros de eslora a contemplar, como un gem¨®logo, los mimosos destellos de su fortuna. Pero a una edad en la que muchos llevan d¨¦cadas retirados, ha decidido materializar un sue?o: convertirse en el mayor empresario taurino del planeta.
No es una pasi¨®n nueva. La sangre y la arena forman parte de su biograf¨ªa empresarial. En M¨¦xico posee los prestigiosos hierros de Bego?a y San Miguel de Mimiahuapan. Tambi¨¦n gestiona cosos como los de Aguascalientes, Guadalajara, Acapulco, Irapuato, Le¨®n, Guanajuato y Monterrey. Plazas de renombre, pero insuficientes para su afici¨®n. Ahora ambiciona Espa?a, el centro neur¨¢lgico de la tauromaquia.
Sin estar nunca demasiado cerca del poder, une a su talante conservador un bajo perfil p¨²blico
La conquista se ha iniciado con paso firme. Primero se hizo apoderado de Morante de la Puebla, luego, en agosto de 2014, adquiri¨® la exquisita ganader¨ªa Zalduendo, de Fernando Domecq, dedicada a la cr¨ªa de toros desde el siglo XVIII. Entonces aceler¨® la jugada con la toma de control de la plaza de C¨®rdoba, la compra de una finca a Litri hijo y la firma de un acuerdo en exclusiva para Am¨¦rica con Alejandro Talavante. El remate lo dio en enero con la presentaci¨®n en Madrid, junto a Jos¨¦ Cuti?o y Sim¨®n Casas ¡ªque dirigen 12 plazas de toros en Espa?a y Francia¡ª, de una alianza denominada Fusi¨®n Internacional por la Tauromaquia. Este acuerdo, del que pronto sali¨® Casas (por ¡°motivos personales¡±, seg¨²n el comunicado) y cuyas interioridades son un misterio para desesperaci¨®n de los entendidos, le abr¨ªa las puertas a las grandes plazas espa?olas y francesas. Su pr¨®xima jugada es un enigma. Pero pocos dudan de que ser¨¢ contundente.
El poder¨ªo del magnate es conocido. En un negocio que anda de capa ca¨ªda, sus inagotables bolsas de oro y plata le hacen invencible. En Espa?a, hay quien ha sacado el fantasma del monopolio, otros han enarbolado la bandera nacional. Pero no parece suficiente para torcerle el pulso. Quienes conocen a Baill¨¨res hablan de una determinaci¨®n de hierro, forjada en la academia militar estadounidense de Culver, donde ingres¨® a los 15 a?os sin saber hablar ingl¨¦s. All¨ª, seg¨²n su propio relato, vivi¨® de primera mano los prejuicios contra los mexicanos. Luego, vinieron a?os de estudio en el ITAM, fundado por su padre. La muerte acab¨® de tallar su car¨¢cter. Su hermano mayor Ra¨²l, destinado a dirigir los negocios familiares, perdi¨® la vida en un accidente de tr¨¢fico, y su progenitor, con 77 a?os, falleci¨® al caerse mientras sub¨ªa las escaleras de su casa.
Fue entonces cuando le lleg¨® el momento. Ten¨ªa 35 a?os y, c¨®mo ¨¦l mismo ha contado, al hacerse cargo del conglomerado paterno y sus 7.500 empleados, se ¡°volvi¨® invisible para la sociedad¡± y se ¡°esforz¨® no solo para sobrevivir sino para conquistar el lugar¡±. En una sola pieza se fundieron el solitario y el luchador. El resto vino solo. En l¨ªnea recta, sin dejar espacio a la improvisaci¨®n, logr¨® multiplicar la herencia y amasar una fortuna superior a los 18.000 millones de d¨®lares (unos 16.900 millones de euros). En este ascenso, se ha movido como un saurio, de una inmovilidad p¨¦trea, hasta que decide pasar al ataque. Entonces es imparable. Este mismo a?o, tras lustros sin abrir nuevos negocios, no ha dudado en sorprender al mundo empresarial y aprovechar el fin del hist¨®rico monopolio estatal del crudo para crear la primera gran petrolera privada de M¨¦xico.
En esta carrera nunca ha estado ni demasiado cerca ni demasiado lejos del poder pol¨ªtico. Por encima, seg¨²n los expertos consultados, ha prevalecido su poderosa visi¨®n estrat¨¦gica. Enemigo de la improvisaci¨®n, jam¨¢s cay¨® en la borrachera del endeudamiento s¨²bito y sus negocios los ha mantenido separados, forzando a cada uno a demostrar su val¨ªa. Este talante conservador, que le ha granjeado el respeto del mundo empresarial, lo ha combinado con un bajo perfil p¨²blico. Solo ha concedido una entrevista. Apenas hace declaraciones. Hasta le incomoda aparecer con la plutocracia mundial en la lista Forbes. Hombre muy familiar, no se le conocen efusiones, y salvo los toros, tampoco pasiones. Solo ah¨ª, dicen, rompe el hielo y se expande en horizontal, bromea con los banderilleros e incluso habla a las c¨¢maras. Nada que ver con su actitud en los despachos.
Obsesivo en los detalles hasta el punto de decorar su propia oficina, exige a los suyos una alt¨ªsima competencia, incluso si se trata de sus siete hijos. Hoy ni siquiera est¨¢ claro qui¨¦n le suceder¨¢. ¡°La supervivencia de la organizaci¨®n exige una fr¨ªa objetividad para decidir un caso de sucesi¨®n que no siempre resulta f¨¢cil, agradable o comprensible¡±, afirm¨® en una entrevista en 2004. Este t¨¦mpano es, para quien se le enfrente, un adversario formidable. Rico hasta la m¨¦dula, g¨¦lido en la decisi¨®n, implacable en el ataque. Ha entrado en la plaza y no tiene miedo. Los toros son su sue?o. La pasi¨®n del rey Midas.
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