¡°Las historias falsas de matem¨¢ticos atraen a m¨¢s j¨®venes que Euclides¡±
La autora del libro que protagoniz¨® en el cine Russell Crowe habla sobre el inter¨¦s de los genios locos como estrellas del rock de la modernidad
En el verano de 2006, Grigori Perelman se convirti¨® en el cient¨ªfico m¨¢s famoso del mundo. Ten¨ªa que viajar a Madrid para recibir la medalla Fields durante el Congreso Mundial de Matem¨¢ticas que se iba a celebrar en agosto, pero nadie lograba encontrarlo. Cuando la periodista Sylvia Nasar (Rosenheim, Alemania, 1947) escuch¨® la historia dej¨® todo para dedicarse a encontrar al genio ruso que hab¨ªa resuelto la conjetura de Poincar¨¦. Sospechaba que su desaparici¨®n solo pod¨ªa significar una cosa: iba a rechazar el mayor reconocimiento que puede recibir un matem¨¢tico. Nasar cont¨® su proyecto al editor del New Yorker que acab¨® de engancharse al relato cuando supo que un matem¨¢tico chino, ahora profesor en la Universidad de Harvard (EE UU), reclamaba parte del m¨¦rito de Perelman. Despu¨¦s de viajar a China y acechar al matem¨¢tico en San Petersburgo durante d¨ªas, ¡°cuando ya hab¨ªa gastado 20.000 d¨®lares del New Yorker y pensaba abandonar¡±, logr¨® encontrar el refugio de aquel genio supuestamente loco que se negaba a contar su historia.
En 2006, hab¨ªa gastado m¨¢s de 20.000 d¨®lares en encontrar a un matem¨¢tico cuando decidi¨® abandonar la b¨²squeda
¡°Creo que finalmente decidi¨® hablar conmigo, adem¨¢s de porque ten¨ªamos una traductora preciosa y encantadora, porque estaba interesado en John Nash¡±, contaba ayer Nasar en la Residencia de Estudiantes, donde unas horas despu¨¦s habl¨® sobre los nerds como estrellas del rock en un acto organizado por el Instituto de Ciencias Matem¨¢ticas (ICMAT). Unos a?os antes ella hab¨ªa escrito Una mente maravillosa, la biograf¨ªa de John Nash, un matem¨¢tico esquizofr¨¦nico que se ajusta incluso mejor que Perelman a la pauta de extrema brillantez y falta de equilibrio mental. ¡°No he le¨ªdo el libro, pero vi la pel¨ªcula¡±, reconoci¨® el ruso en un gesto de normalidad que refuerza la impresi¨®n de Nasar la primera vez que le vio: ¡°Ten¨ªa las u?as y el pelo largos, pero llevaba un traje y mocasines italianos, no era un eremita que se ocultaba en el bosque, pese a lo que se hab¨ªa escrito¡±.
La dimensi¨®n del logro de la periodista se puede valorar a¨²n mejor si se tiene en cuenta el fundamentalismo con que el matem¨¢tico rechazaba todo tipo de reconocimiento p¨²blico. En 2010, el Instituto Clay de Matem¨¢ticas anunci¨® que su resoluci¨®n de la conjetura de Poincar¨¦ cumpl¨ªa los requisitos para recibir el mill¨®n de d¨®lares que esta instituci¨®n se comprometi¨® a otorgar a quienes resuelvan alguno de los problemas del milenio. Perelman lo rechaz¨®.
Pregunta. ?Por qu¨¦ interesa tanto un tipo como Grigori Perelman?
Respuesta. No venir es lo que le hizo famoso. Tanto como resolver la conjetura de Poincar¨¦. Tiempo despu¨¦s, el presidente de la Fundaci¨®n Clay me llam¨® cuando le iban a dar el premio para que hablase con ¨¦l. Yo sab¨ªa que lo iba a rechazar, porque hab¨ªa rechazado la medalla Fields, pero le dije que lo aceptase, por hacerle un favor a su madre. Pero le dio igual. Es lo que le hace fascinante para la gente. Hay una tradici¨®n de artistas, de gente que rechaza la sociedad, que son m¨¢s puros que el resto de nosotros. A?ade misterio. Adem¨¢s, admiramos a gente que puede rechazar cosas a las que nosotros no podemos ni imaginar aspirar.
P. Pero, ?todos los genios tienen algo de locos?
En matem¨¢ticas puedes hacer cosas maravillosas cuando a¨²n eres adolescente y eso les da romanticismo?
R. Hay muchos genios creativos que son como el banquero de al lado. John von Neumann era un poco as¨ª. Hablaba y ten¨ªa el aspecto de un banquero. Hay muchos ganadores de la medalla Fields o del Nobel y pocos son conocidos. Muy pocos despiertan ese inter¨¦s fuera de su campo. Estamos interesados en gente que gana carreras, en los grandes deportistas, pero los que se convierten en megaestrellas suelen tener otra historia particular que los eleva sobre otros que tienen logros similares. Terence Tao gan¨® tambi¨¦n la Fields el a?o de Perelman, pero pocos le conocen. Es un chico muy simp¨¢tico, pero no se adapta a esa imagen del genio. Es muy normal.
P. El fen¨®meno de convertir a los nerds, a los empollones, en estrellas, ?es moderno?
R. Hay un elemento atemporal. Siempre nos ha interesado la gente inusual, aunque hay elementos modernos. Vivimos en una sociedad de la informaci¨®n, as¨ª que las matem¨¢ticas y las ciencias relacionadas est¨¢n directamente conectadas con otro tipo de ¨¦xitos como el ¨¦xito financiero y tienen un v¨ªnculo con nuestra vida diaria. Si piensas por ejemplo en Jim Simons, es un matem¨¢tico que aunque no ha ganado la medalla Fields ha hecho aportaciones relevantes en geometr¨ªa y tiene un fondo de inversi¨®n que est¨¢ entre los m¨¢s exitosos del mundo y est¨¢ entre los 100 millonarios de la lista Forbes. Estas artes esot¨¦ricas como las matem¨¢ticas est¨¢n asociadas a la riqueza.
Ahora las matem¨¢ticas y los matem¨¢ticos est¨¢n asociados al ¨¦xito financiero?
P. Admiramos a los nerds, pero ?queremos ser como ellos? ?Esta imagen del genio poco adaptado socialmente, como Perelman o Nash, es positiva para los j¨®venes a la hora de hacer atractivas las matem¨¢ticas?
R. Lo que me sorprende de la pel¨ªcula Una mente maravillosa es que fueron muchos chavales j¨®venes a verla. Y no fueron porque tuviesen inter¨¦s en la enfermedad mental o ni siquiera en las matem¨¢ticas. Fueron atra¨ªdos por la imagen de Rusell Crowe en camiseta, y por sus amigos, estos j¨®venes que se divert¨ªan y ligaban y no obedec¨ªan a convenciones. Creo que muchas de las historias exageradas o incluso falsas que se cuentan sobre matem¨¢ticos han hecho m¨¢s por atraer a los chicos a las matem¨¢ticas que la geometr¨ªa de Euclides. Interesa la acci¨®n, ser un ganador y ser joven. En el arte, cuando reconocen tu trabajo, ya est¨¢s en la mediana edad. En matem¨¢ticas y otras ciencias te¨®ricas puedes hacer cosas impresionantes cuando a¨²n eres un adolescente. Creo que es parte del romanticismo de estas historias.
P. ?Cree que en realidad, pese a que renieguen de la fama, estos genios disfrutan de que se cuente su historia?
R. Hay un deseo universal de contar la historia propia, y ellos tambi¨¦n lo tienen. Pero creo que son reticentes a hacerlo por una negaci¨®n del yo, como los santos. Rechazar premios y reconocimiento es otro superpoder que produce admiraci¨®n. Si lees cualquier relato de los encuentros de occidentales como H. G. Wells o Bernard Shaw con Stalin en Rusia, despu¨¦s de las purgas y las hambrunas, todos destacan su modestia, la austeridad de su vestido, de su comida, que no tiene riqueza personal. La idea de la persona santa que rechaza los placeres del mundo. Creo que la gente aspira a eso. Es un punto de honor para ellos. Nash una vez me escribi¨® una nota, cuando ya hab¨ªa logrado un contrato para escribir el libro, en la que me dijo que iba contra sus principios buscar notoriedad personal y nunca cooper¨® con Una mente maravillosa, ni con el libro ni despu¨¦s con la pel¨ªcula. Solo nos hicimos amigos cuando el libro se hab¨ªa publicado. Creo que lo que les importa de verdad y casi exclusivamente, tanto a Perelman como a Nash, es el respeto de los pocos que consideran sus iguales, los grandes matem¨¢ticos.
Rechazar premios y reconocimiento es otro superpoder que produce admiraci¨®n
P. ?A Nash le gust¨® la pel¨ªcula?
R. S¨ª. Ron Howard [el director] hizo un pase especial que vio Nash, y cuando le pregunt¨¦ qu¨¦ le hab¨ªa parecido dijo tres cosas. Que no era aburrida, porque a ¨¦l casi ¨²nicamente le gustan las pel¨ªculas de acci¨®n con montajes muy r¨¢pidos. En segundo lugar, le gustaba que ten¨ªa sentido del humor; ¨¦l tiene un gran sentido del humor. Y en tercer lugar, dijo que le gust¨® porque Russell Crowe se parec¨ªa a ¨¦l. Me sorprendi¨®, pero otro d¨ªa Howard hizo un pase para estudiantes de cine de la Universidad de Nueva York y all¨ª hab¨ªa tambi¨¦n un grupo de matem¨¢ticos, que despu¨¦s de ver la pel¨ªcula se acercaron a Howard para decirle que John Nash se parec¨ªa mucho a Russell Crowe cuando era joven.
P. Usted tambi¨¦n escribi¨® otro libro sobre economistas, La gran b¨²squeda, en el que da una visi¨®n bastante positiva sobre el efecto que ha tenido esta disciplina en el bienestar de la humanidad. Despu¨¦s de todo lo que se ha vivido en Espa?a, hay mucha gente que ve la econom¨ªa como una ciencia defectuosa que adem¨¢s se equivoca siempre a favor de los poderosos. ?Qu¨¦ le parece este punto de vista?
R. Creo que eso se contradice con los hechos. La mayor parte de los economistas ahora son muy cr¨ªticos con Angela Merkel y el BCE por sus pol¨ªticas hacia Espa?a. La mayor parte de los economistas, tanto conservadores como de izquierdas, est¨¢n del lado de tomar medidas m¨¢s expansivas y antirrecesivas y a favor de la condonaci¨®n de deuda. Los dos grandes economistas del siglo pasado, John Maynard Keines e Irving Fisher, propusieron la condonaci¨®n de la deuda y las pol¨ªticas de est¨ªmulo en los a?os 20 y 30. La gente que trata de decir que la econom¨ªa es simplemente otra ideolog¨ªa como el marxismo, no entiende la historia o lo que la gente est¨¢ diciendo hoy. Adem¨¢s, toda la gente que ha llamado la atenci¨®n sobre la importancia de la igualdad es economista: Paul Krugman, Thomas Piketty¡
Creo que en general el conocimiento econ¨®mico mejora la vida de la gente.
La gente que critica la econom¨ªa y dice que no es una verdadera ciencia porque se desconocen muchas cosas, no conoce lo que es la ciencia, porque hay muchas lagunas en otras disciplinas y cada una es diferente del resto. La meteorolog¨ªa, por ejemplo. Nadie va por ah¨ª diciendo que es una pseudociencia porque la gente subestim¨® el hurac¨¢n Sandy. Es una ciencia joven, pero lo que hace econom¨ªa una ciencia es que es acumulativa. Sabemos m¨¢s ahora que en 1870 y la econom¨ªa tiene muchas m¨¢s aplicaciones pr¨¢cticas. Adem¨¢s, una ciencia es una herramienta en cualquier ¨¢mbito para diseccionar grandes problemas inabarcables, como la desigualdad o el crecimiento, en muchos problemas m¨¢s peque?os que se pueden afrontar y resolver.
Creo que en general el conocimiento econ¨®mico mejora la vida de la gente. Es como conocer que los g¨¦rmenes causan enfermedades y que lav¨¢ndote las manos puedes evitar la gripe. Una comprensi¨®n b¨¢sica de la econom¨ªa ayuda a evitar muchos errores. Me gustar¨ªa que Angela Merkel supiese m¨¢s. S¨¦ que su problema es pol¨ªtico, pero creo que eso es en parte porque por la ignorancia general de la econom¨ªa aparecen otros problemas. Pas¨¦ el a?o pasado en Alemania y para ellos la ayuda fiscal y la relajaci¨®n monetaria para beneficiar a Espa?a parece una invitaci¨®n a que se siga gastando demasiado. Lo que no entienden, y es lo que Keynes y Fisher nos descubrieron, es que todos estamos en el mismo barco. As¨ª que aplicando la disciplina m¨¢s dura tambi¨¦n se van a herir a ellos. En EE UU, donde est¨¢ el origen de esta crisis, se ha superado mejor que Europa porque se siguieron pol¨ªticas cl¨¢sicas de expansi¨®n keinesianas. Europa ignor¨® las lecciones de los a?os 30 y lleva estancada muchos a?os, no solo los pa¨ªses del sur, tambi¨¦n Francia o Alemania.
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