Este momento es ¨²nico
Comer, viajar, sentir¡ A ritmo lento y con la sensaci¨®n de vivir algo excepcional, que la mayor¨ªa solo alcanza en sue?os
Una carretera sinuosa llevaba a una modesta casita con una bella localizaci¨®n y vistas al mar. El comensal iba un poco a ciegas, sin saber lo que comer¨ªa, pero con la sensaci¨®n de saberse uno de los elegidos para disfrutar de un restaurante ef¨ªmero. elBulli fue un precursor en lo que hoy se denomina turismo ¨Cen este caso gastron¨®mico¨C ¡°experiencial¡±. Hoy d¨ªa, los restaurantes que busca un gourmand tienen m¨¢s que ver con el concepto de experiencia que con el contenido del plato, obviamente tambi¨¦n importante. En el caso de elBulli, la atracci¨®n part¨ªa de otros muchos ingredientes: su ubicaci¨®n privilegiada (buenas panor¨¢micas), lo limitado del servicio (poca capacidad), de su cocina (productos puntuales de esa temporada) y del restaurante en s¨ª (abr¨ªa apenas unas semanas), lo que unido a buenas dosis de creatividad culinaria convert¨ªan el momento de sentarse a su mesa en algo redondo.
El chef y empresario gastron¨®mico Javier Bonet sabe un poco de esto. En su proyecto madrile?o Academia de Despiece ¨C evoluci¨®n de su local Sala de Despiece¨C, el alumno-comensal no solo se sorprende permanentemente (no se permiten las fotos para que el efecto no se pierda), sino que adem¨¢s prepara sus platos mediante un ¡°juego-clase magistral¡± con proyecciones. ¡°El cliente desconoce lo que come¡±, confiesa Bonet, ¡°o incluso c¨®mo se come. Se enfrenta a un plato con elementos no reconocibles. Esto produce emociones en tu cerebro y/o paladar al ir descubriendo y adivinando los sabores¡±. En otro de sus restaurantes, Muta (tambi¨¦n en Madrid), el men¨² cambia y se tematiza cada poco. ¡°El lujo aqu¨ª reside en ver cosas distintas constantemente¡±, dice. Lo mismo es un chiringuito brasile?o que una sidrer¨ªa del Norte o un restaurante balear. ¡°Hoy la restauraci¨®n est¨¢ enfocada a generar muchas emociones. Ahora mismo cada mesa es diferente y demanda algo distinto¡±, explica Bonet.
Juanjo L¨®pez, chef de La Tasquita de Enfrente (Madrid) y No Kitchen (Sevilla), es un experto en producto. ¡°El aut¨¦ntico lujo es no tener todo al alcance en cualquier momento, sino cuando la naturaleza lo da¡±, afirma. ¡°Por ejemplo, la sardina, de San Juan a la Paloma (del 24 de junio al 15 de agosto), o el esp¨¢rrago en abril. La globalizaci¨®n ha destrozado estos lujos, pero en mis restaurantes nos esforzamos por mantenerlos¡±. Lo inasequible geogr¨¢ficamente tambi¨¦n atrae a los consumidores. Lo confirman en el madrile?o Punto MX, donde encontrar una mesa en fin de semana exige paciencia de meses, y que se ha convertido en el viaje obligado para los expatriados mexicanos en Europa (es uno de los restaurantes ¡°de prestigio¡± de este tipo de cocina en todo el continente) y en todo el mundo. El motivo: su ex¨®tica cocina que convierte al paladar en viajero y su estrella Michelin que atrae a los que buscan sabores a golpe de gu¨ªa.
Inolvidables y ¡°lentas¡±. El modelo se repite en el mundo de los viajes. ¡°Nuestros clientes buscan precisamente vivir experiencias diferentes¡±, explica Daniel Puertas, director general de la agencia de viajes premium Nuba. ¡°Nos diferencia el trato y personalizar cada actividad. Tenemos un departamento de I+D+i dedicado a la generaci¨®n de nuevas ideas y detalles originales.
Innovaciones que hagan que el viaje sea muy diferente y dif¨ªcil de comparar con otros. Invertimos mucho en nuevos desarrollos visitando todos los destinos que recomendamos para controlar calidades y analizar nuevas opciones, as¨ª como para descubrir otros nuevos que ser¨¢n tendencia en los pr¨®ximos a?os¡±. Puede tratarse de viajar a Sri Lanka para hacer un safari en elefante para ni?os y vivir los escenarios de la pel¨ªcula El puente sobre el r¨ªo Kwai; descubrir una rec¨®ndita plantaci¨®n de t¨¦ al m¨¢s puro estilo brit¨¢nico de la mano de su due?o y degustarlo junto a ¨¦l a las cinco en punto en su terraza con vistas, o colarse en una aut¨¦ntica boda cingalesa donde ser uno de los invitados de honor.
¡°Nuestros gu¨ªas hacen que el 50% de la experiencia recaiga en sus manos¡±, confiesa Puertas. Esto es vital en actividades como la que ofrecen en el C¨ªrculo Polar ?rtico, ¡°donde nos adentramos en la tierra del oso blanco en motos de nieve. Una ruta que nos lleva hasta un velero fondeado en mitad de un fiordo helado que hace las veces de restaurante y hotel. Probablemente de los sitios m¨¢s curiosos del planeta¡±, relata. O en Guatemala, al adentrarse, cuando no hay gente, en la ciudad maya de Tikal acompa?ados por un experto arque¨®logo, despu¨¦s de haber almorzado en una hacienda a la que solo se accede a caballo y en la que no hay electricidad, ¡°trasladando la sensaci¨®n a ¨¦pocas coloniales del siglo XVI¡±, relata.
En los viajes tambi¨¦n funciona el I+D+i. Ideas, detalles y destinos originales que los haga dif¨ªciles de comparar con otros para atraer a los m¨¢s exigentes
En un mundo que va r¨¢pido, el viajero de lujo busca tambi¨¦n experiencias lentas. Virginia Guti¨¦rrez, fundadora de Slow Travelling, explica que su exquisita selecci¨®n de hoteles consiste, sobre todo, en lugares ¡°donde abandonar el reloj y poder sumergirse en la magia del destino de forma libre y sin prejuicios. Viajes en los que se puede entrar en contacto con formas de vida naturales y sostenibles, disfrutar de una cocina local repleta de sabores y en los que, gracias a la calidad del servicio, a una naturaleza ¨²nica y a la belleza del paisaje, solo resta confiarse al carpe diem¡±, dice. Como ejemplos, el Hostal Emp¨²ries, salvaguarda ecol¨®gica (es un hotel 100% green) de las ruinas del primer asentamiento grecorromano de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, o la propiedad Cuixmala. Situada en la costa del Pac¨ªfico de M¨¦xico, es la espectacular antigua mansi¨®n del multimillonario sir James Goldsmith. ¡°Una noche est¨¢bamos cenando y vinieron a ofrecernos la posibilidad de ayudar a las cr¨ªas de las tortugas que protegen en cautiverio durante unos d¨ªas para que pudieran llegar al agua. Era una noche de luna llena¡ Una experiencia inolvidable¡±, recuerda Virginia Guti¨¦rrez. ¡°Ante un viajero cada vez m¨¢s exigente y ¨¢vido de nuevas experiencias, estos hoteles no solo ofrecen unas instalaciones magn¨ªficas, sino que son capaces de sorprendernos con una estancia ins¨®lita, genuina y enriquecedora¡±, concluye.
Retorno a los grand hoteles. El regreso a los valores del lujo y el servicio cl¨¢sicos son otros de los valores del men¨² de las experiencias que est¨¢n en auge. El grupo hotelero americano Starwood, por ejemplo, a trav¨¦s de algunas de sus marcas como St. Regis o The Luxury Collection, est¨¢ actualizando ese estilo sin perder la esencia y encanto de cada hotel que est¨¢n renovando. Solo en Europa (y en esta segunda marca mencionada) han invertido ya 600 millones de d¨®lares. Entre los beneficiados se encuentran los hoteles Alfonso XIII en Sevilla y el Mar¨ªa Cristina en San Sebasti¨¢n. ¡°Estamos haciendo todo esto con el viajero global de ¨¦lite en la cabeza¡±, explica Jenni Benzaquen, vicepresidenta de marcas de lujo y dise?o de Starwood en Europa, ?frica y Oriente Pr¨®ximo. ¡°Este perfil es multinacional e intergeneracional, y se mueve c¨®modamente por nuestro cat¨¢logo demandando servicios m¨¢s personalizados, exclusivos y ¨²nicos¡±, explica. Estos pueden ir desde un ba?o de espuma con aperitivos (mientras el mayordomo deshace el equipaje) en el hotel Imperial de Viena, clases de cocina en el Gritti Palace de Venecia, un desayuno con champ¨¢n sobre los tejados de Par¨ªs en el Prince de Galles o una cata de puros en el Club de Fumadores del Excelsior Hotel Gallia en Mil¨¢n.
Otro de los cl¨¢sicos, en este caso franc¨¦s, Relais & Ch?teaux, ofrece tambi¨¦n servicios a medida. ¡°Por ejemplo, en el Awasi Patagonia, en Chile¡±, explica Emmanuelle Mananne, su directora de comunicaci¨®n, ¡°tenemos villas independientes en una reserva privada en un lugar remoto y con vistas alucinantes del lago Sarmiento y del parque nacional Torres del Paine. Cada una de ellas cuenta con su propio veh¨ªculo y gu¨ªa para poder avistar c¨®ndores, guanacos y pumas. En India hacemos lo propio con los tigres en el campamento Sher Bagh con tiendas de campa?a de lujo en la reserva de Ranthambore¡±. En el restaurante de cocina brit¨¢nica Raj se usan ingredientes de su huerto propio cocinados por madres de la zona en antiguas ollas de arcilla. Mientras que en las Fiji cuentan con su propia isla-hotel donde se puede nadar entre delfines (Dolphin Island).
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