¡°Estamos preparando a nuestro pueblo para que no desaparezca¡±
La activista gan¨® el prestigioso Premio Goldman de Medioambiente Lucha por lograr una educaci¨®n de calidad para la minor¨ªa ash¨¢ninka
Ruth Buend¨ªa (Cutivireni, Per¨² 1977) ten¨ªa 12 a?os cuando los terroristas de Sendero Luminoso invadieron el territorio ash¨¢ninka del r¨ªo Ene donde viv¨ªa con su familia en la comunidad de Cutivireni, en plena selva amaz¨®nica. En la d¨¦cada de los ochenta, per¨ªodo de m¨¢xima violencia y represi¨®n terrorista en Per¨², su padre fue asesinado y su familia tuvo que huir para ponerse a salvo de la masacre indiscriminada que ocurr¨ªa en el interior de la selva. ¡°En aquella ¨¦poca viv¨ªa siempre asustada¡± recuerda Ruth, incapaz de olvidarlo. Sendero Luminoso sembr¨® el terror en todo el pa¨ªs, no solo en la Amazon¨ªa, aunque la comunidad ash¨¢ninka era una de las m¨¢s vulnerables y fue de las m¨¢s afectadas por el terrorismo.
El horror que vivi¨® Ruth cuando era una ni?a se convirti¨® en el motor de su lucha y de su compromiso personal con el pueblo ash¨¢ninka. La violencia que presenci¨® la marc¨® profundamente, hasta el punto de convertir su vida en una misi¨®n y su trabajo en una necesidad vital. Hoy Ruth Buend¨ªa es la lideresa de los ash¨¢ninkas y lleva 10 a?os al frente de la Central Ash¨¢ninka del R¨ªo Ene (CARE), una organizaci¨®n ind¨ªgena que trabaja por ¡°hacer respetar los derechos del pueblo ash¨¢ninka¡±, as¨ª lo dice ella. ¡°Llegar a presidenta no fue f¨¢cil, hubo mucha oposici¨®n y hab¨ªa hombres que no quer¨ªan que hubiera una mujer en la presidencia¡± confiesa.? ¡°Cuando fui elegida, se form¨® un grupo que estaba en contra de m¨ª por ser mujer, algunos incluso tejieron una estrategia para atacarme¡± revela hoy, todav¨ªa incr¨¦dula. ¡°Pero la poblaci¨®n decidi¨® darme una oportunidad para ver lo que pod¨ªa ofrecer. Hice lo que pude y continuo haci¨¦ndolo, por eso despu¨¦s de 10 a?os la poblaci¨®n ind¨ªgena me tiene aqu¨ª¡±.
Es f¨¢cil entender por qu¨¦ esta mujer sigue liderando a la comunidad ash¨¢ninka en la actualidad. En solo una d¨¦cada, Ruth Buend¨ªa ha conseguido dialogar con los gobiernos, frenar los pies de las empresas energ¨¦ticas, defender los derechos de su pueblo y participar en la pol¨ªtica de su pa¨ªs, algo que hace 20 a?os los ash¨¢ninkas ni habr¨ªan so?ado. Su trabajo ha sido reconocido por el Goldman Environmental Prize 2014, un premio que destaca la labor de las personas que luchan por conservar el medioambiente y promueven el desarrollo sostenible. Asimismo, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperaci¨®n Internacional de Espa?a ha querido premiar su capacidad de liderazgo y su contribuci¨®n al desarrollo humano y sostenible con el Premio Bartolom¨¦ de las Casas 2014.
¡°No me lo esperaba¡± ¡ªconfiesa Ruth¡ª ¡°aunque no lo hice sola, los equipos t¨¦cnicos de la CARE me han apoyado mucho. Es un reconocimiento a todos los que han trabajado en frenar el proyecto de la hidroel¨¦ctrica de Pakitzapango¡±, dice en referencia al Premio Goldman o nobel de medioambiente. ¡°La solidaridad y la uni¨®n del pueblo¡±, las virtudes m¨¢s destacadas de los ash¨¢ninkas seg¨²n su l¨ªder, son las que consiguieron detener el proyecto de la central hidroel¨¦ctrica.
En el a?o 2010, los gobiernos de Brasil y Per¨² firmaron un acuerdo energ¨¦tico que les permit¨ªa construir una serie de presas y una hidroel¨¦ctrica en pleno territorio ash¨¢ninka. El proyecto de Pakitzapango inundar¨ªa los m¨¢rgenes del r¨ªo Ene, donde viven las comunidades ash¨¢ninkas, provocando m¨¢s de 8.000 desplazados. ¡°Nos enteramos a trav¨¦s de los medios, anunciaban a bombo y platillo el nuevo proyecto y nosotros no sab¨ªamos nada¡± dice Ruth.? ¡°Cuando lo escuch¨¦ por la radio, decid¨ª pedirle informaci¨®n al gobierno regional de Jun¨ªn y se demoraron casi tres meses en contestar. Algunos funcionaros del Ministerio de Energ¨ªa y Minas se hab¨ªan organizado en una empresa fantasma que se llama Pakitzapango Energ¨ªa S.A.C. con fondos de Brasil, a quien se hizo la concesi¨®n. El proyecto est¨¢ actualmente suspendido, pero si el Gobierno quiere, puede retomarlo¡± asegura Buend¨ªa. La comunidad ash¨¢ninka vive en una de las zonas m¨¢s ricas en recursos naturales del planeta, motivo que les sit¨²a en el punto de mira de muchas empresas energ¨¦ticas.
¡°Estamos preparando a nuestro pueblo para que no desaparezca y que no se olviden de su cultura ni de sus ra¨ªces¡±. Ruth sabe que todas las culturas pueden mejorar y que deben adaptarse ¡°pero el desarrollo tambi¨¦n tiene que adecuarse a la realidad de la poblaci¨®n ind¨ªgena y a su cultura¡±, afirma, mientras defiende su postura .¡°El desarrollo no viene solamente de las empresas petroleras, hay otras maneras. Se difundi¨® la idea de que yo me opongo al desarrollo, pero eso no es cierto. Nosotros nos oponemos a la falta de informaci¨®n y a la falta de transparencia del Gobierno.¡±
El desarrollo tambi¨¦n tiene que adaptarse a la realidad de la poblaci¨®n ind¨ªgena
Las consecuencias que provocar¨ªa la construcci¨®n de la hidroel¨¦ctrica de Pakitzapango ser¨ªan devastadoras para el pueblo ash¨¢ninka, como detalla el informe sobre el acuerdo energ¨¦tico Per¨²-Brasil elaborado por las organizaciones Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR), la Asociaci¨®n Servicios Educativos Rurales (SER) y la CARE, que denuncia que esta concesi¨®n se hizo sin tener en cuenta los Derechos de los Pueblos Ind¨ªgenas contemplados en el Convenio 169 de la OIT respecto al consentimiento libre, previo e informado.
Ruth Buend¨ªa tiene muy claro que la clave del avance y el desarrollo de su pueblo est¨¢ en la educaci¨®n. ¡°Los a?os de violencia social nos han sumergido en la pobreza, en un analfabetismo y una ignorancia total. Hay que tener presente esta historia para seguir adelante. La calidad en la educaci¨®n es imprescindible para que los pueblos ind¨ªgenas puedan tener oportunidades y puedan seguir desarroll¨¢ndose¡±.
La barbarie de Sendero Luminoso interrumpi¨® sus estudios y los de muchos otros ash¨¢ninkas, que vieron sus vidas truncadas por una violencia irracional. ¡°Tuve que volver a estudiar porque los terroristas quemaron mi certificado¡± recuerda Ruth, que no solo volvi¨® a iniciar secundaria, sino que adem¨¢s curs¨® Derecho y Pol¨ªtica en Lima. ¡°Quiero retomar mis estudios para seguir adelante¡± dice convencida. ¡°Necesito mejorar y formarme para continuar defendiendo los derechos de los ind¨ªgenas¡±.
A diferencia de otros pueblos, los ash¨¢ninkas son muy conscientes de lo que est¨¢ pasando m¨¢s all¨¢ del Amazonas. ¡°El mundo globalizado quiere imponerse a los pueblos ind¨ªgenas y a su territorio. Est¨¢n hablando con pueblos que nunca han tenido la educaci¨®n que tienen los que est¨¢n trayendo la globalizaci¨®n y el desarrollo. Partimos de una situaci¨®n de abuso que es excluyente para las minor¨ªas ¨¦tnicas porque no se considera la realidad que hay. Ahora est¨¢n viniendo masivamente el desarrollo, la globalizaci¨®n y la tecnolog¨ªa; tratamos de que las poblaciones se adecuen, y debemos preparar a nuestros hermanos ash¨¢ninkas para lo que viene. Estamos interviniendo para mejorar la calidad en la educaci¨®n para que sepan aprovechar las oportunidades que pueden venir de mano del desarrollo y del mundo globalizado.¡±
Ruth Buend¨ªa habla alto y claro. ¡°Yo siempre he dicho que la principal amenaza de los pueblos ind¨ªgenas es el Estado, que tiene dos caras. Por un lado, tiene los servicios que son su obligaci¨®n, y por el otro, las concesiones que hace dentro de los territorios de los ind¨ªgenas, sacando dict¨¢menes o leyes contra la seguridad territorial de las comunidades.¡± Si antes se manten¨ªan alerta frente a la amenaza del terrorismo, ¡°el que siembra el terror hoy es el militar. Actualmente el terrorismo est¨¢ vinculado al narcotr¨¢fico y los militares son los amigos de los narcos¡± dice Ruth sin esconder su preocupaci¨®n. ¡°El Estado y el Ej¨¦rcito deber¨ªan de garantizar nuestra seguridad, sin embargo las comunidades ash¨¢ninkas los ven como una amenaza. Nosotros [la CARE] tenemos que hacer su trabajo y garantizar la seguridad de nuestro pueblo. Hay tanta corrupci¨®n dentro de la instituci¨®n militar que, entonces, nos preguntamos: ?Cu¨¢ndo vamos a tener paz en nuestras comunidades?¡±
La principal amenaza de los pueblos ind¨ªgenas es el Estado
A pesar de las dificultades, la situaci¨®n va cambiando poco a poco para los ash¨¢ninkas. ¡°El premio nos ha abierto las puertas de los ministerios y del gobierno, me ha dado la oportunidad de que me escuchen y de poder dialogar. Ahora podemos participar, antes no pod¨ªamos¡± confiesa Ruth. ¡°Estamos intentando articular los proyectos con ellos y establecer compromisos para que nos atiendan. Queremos una inversi¨®n integral en educaci¨®n y salud, no queremos que nos hagan un tubo de agua que se rompa en dos d¨ªas¡± ¡ªasegura¡ª ¡°porque la poblaci¨®n ind¨ªgena ha sido excluida de los servicios del Estado¡±.
Ruth reconoce que sus hijos tienen una infancia muy diferente a la suya y se preocupa por transmitirles todo lo que ha vivido. ¡°Les recuerdo que no deben desaprovechar todas esas oportunidades que tienen ahora¡±.
A Ruth Buend¨ªa todav¨ªa le quedan dos a?os frente a la presidencia de la CARE, pero ya tiene la hoja de ruta marcada. Quiere terminar la titulaci¨®n de tierras de las comunidades que vienen arrastrando desde hace muchos a?os y mejorar la calidad de la educaci¨®n en las comunidades con buenos docentes y mejoras en los programas educativos. ¡°Aspiro a que mis hermanos ash¨¢ninkas sean capaces de salir adelante. Todos los humanos tenemos esas aspiraciones, ese anhelo de tener oportunidades y de mejorar.¡±
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