La comida del futuro
?C¨®mo se relacionan los alimentos con los genes? La nutrigen¨®mica investiga en este campo y promete conseguir claves para vivir m¨¢s, y mejor
"La idea de la nutrigen¨®mica es recomendar a cada persona la dieta que m¨¢s le favorezca para que a partir de los 40 a?os la calidad de vida no vaya hacia abajo sino que se mantenga¡±, resume el profesor Jos¨¦ Mar¨ªa Ordov¨¢s, director del laboratorio de Nutrici¨®n y Gen¨®mica en la Universidad de Tufts (EE UU). Es uno de los mayores expertos mundiales en esta especialidad, un reciente campo de estudio que promete dar las claves para una vida mejor. La investigaci¨®n trata de averiguar qu¨¦ relaci¨®n se establece entre los alimentos y los genes, teniendo en cuenta que cada persona tiene variables gen¨¦ticas que lo hacen diferente al resto: ¡°Los hidratos de carbono que tanto le engordan a uno le pueden sentar genial a otro¡±. La aplicaci¨®n de esta tecnolog¨ªa consistir¨¢ en poder ir a la compra con una cartilla nutricional individualizada que, despu¨¦s de conocer las enfermedades a las que los genes abocan a una persona en concreto, le aconseje unos alimentos u otros para prevenirlas.
La nutrici¨®n del futuro ser¨¢ tambi¨¦n la nueva medicina. Algunas cl¨ªnicas ya ofertan dietas personalizadas seg¨²n el genoma, pero los expertos advierten de que la investigaci¨®n no est¨¢ tan desarrollada como para garantizar su eficacia. ¡°La gran mayor¨ªa de dolencias no son puramente gen¨¦ticas, tambi¨¦n intervienen la alimentaci¨®n y el modo de vida. Los genes no cambian por lo que comemos, pero si se expresan de una u otra manera¡±, explica Ordov¨¢s.
Los genes no cambian por lo que comemos, pero s¨ª se expresan de una manera u otra¡± Jos¨¦ Mar¨ªa Ordov¨¢s
El investigador desmitifica la idea de que en el futuro cualquier persona sabr¨¢ su secuencia gen¨¦tica y por tanto su dieta estar¨¢ pensada ¨²nicamente para ella. El fin que se persigue no es confeccionar una dieta ex profeso para cada individuo, sino identificar tipos seg¨²n sus variables gen¨¦ticas: ¡°No hablamos de miles de millones de variantes, sino de clasificar a cada persona con su talla gen¨®mica, como si le dij¨¦ramos a cada cual qu¨¦ talla de pantal¨®n le corresponde¡±.
La dolencia en la que m¨¢s ¨¦nfasis han puesto estos estudios, hasta el momento, es en la obesidad, categorizada como ¡°pandemia¡± por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Andreu Palou, catedr¨¢tico de la Universidad de las Islas Baleares y director del programa de investigaci¨®n sobre biomarcadores del CIBERobn (Centro de Investigaci¨®n Biom¨¦rica en Red, en el ¨¢rea de Obesidad y Nutrici¨®n), destaca un hallazgo que su equipo realiz¨® sobre la obesidad y la lactancia: ¡°Evidenciamos que se pod¨ªa prevenir mediante la leptina, un compuesto que est¨¢ en la leche materna, pero no en los derivados artificiales¡±. Esto les llev¨® a estudiar qu¨¦ dieta deb¨ªan seguir las madres para optimizar las cantidades de componentes bioactivos y a buscar la manera de incorporar la leptina en los productos de lactancia artificial.
Pero tanto en la obesidad como en la mayor¨ªa de enfermedades no solo entra en juego el alimento y la gen¨¦tica. El ambiente y el estilo de vida tambi¨¦n tienen una importancia decisiva. ¡°Las emociones, el estr¨¦s o los f¨¢rmacos van dejando huella, y eso hace que incluso los hermanos gemelos sean diferentes¡±, explica Palou. La cronobiolog¨ªa, los ritmos vitales, cu¨¢ndo y c¨®mo se come son factores que se han sumado a los estudios. La investigaci¨®n se cocina a fuego lento, pero ya han observado que dormir pocas horas o comer m¨¢s tarde de lo habitual engorda m¨¢s. ¡°Lo que si hemos conseguido es demostrar que darle a cada individuo lo que gen¨¦ticamente necesite no solo va a controlar la diabetes, el colesterol o la obesidad, sino que si la prevenci¨®n es temprana, en edades adultas podemos evitar que, por ejemplo, se desarrollen enfermedades cardiovasculares¡±, dice Ordov¨¢s.?
Uno de los estudios que lo ha demostrado es Predimed, acr¨®nimo de Prevenci¨®n con Dieta Mediterr¨¢nea. El proyecto indaga en la importancia de la alimentaci¨®n en enfermedades cardiovasculares como el ictus. La profesora Dolores Corella, catedr¨¢tica de Medicina Preventiva en la Universidad de Valencia y miembro de CIBER Fisiopatolog¨ªa de la Obesidad y Nutrici¨®n, llev¨® a cabo un ensayo en el que participaron m¨¢s de 7.400 voluntarios de toda Espa?a. Los resultados se publicaron en 2013 en la prestigiosa revista New England Journal of Medicine. ¡°La conclusi¨®n fue que una dieta mediterr¨¢nea reduce m¨¢s la incidencia de estas dolencias que la dieta baja en grasas recomendada de manera m¨¢s tradicional por distintas sociedades internacionales¡±. El descubrimiento ha provocado que se cambien las gu¨ªas de recomendaciones para la poblaci¨®n en riesgo.
La alimentaci¨®n podr¨ªa ayudar incluso en la lucha contra el c¨¢ncer. En centros como Imdea Alimentaci¨®n, uno de los siete de la Comunidad de Madrid de estudios avanzados, est¨¢n investigando c¨®mo prevenir las consecuencias de la quimioterapia en mujeres con c¨¢ncer de mama. En estas pacientes, ¡°frecuentemente se desencadenan factores de s¨ªndrome metab¨®lico (hipertensi¨®n arterial, obesidad visceral, resistencia a la insulina) que se asocian a un peor pron¨®stico cl¨ªnico¡±, explica el director del centro, Guillermo Reglero. El objetivo es saber si con una dieta rica en antioxidantes y antiinflamatorios pueden evitarse.
Ordov¨¢s se muestra optimista pero cauto ante los resultados de las investigaciones: ¡°Cada puerta que abrimos no nos lleva fuera, sino a otra¡±. Mientras la ciencia sigue su curso, los expertos coinciden en recomendar una dieta variada, sin excesos pero tampoco tab¨²s.
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