Su vida mejora si pone el despertador una hora m¨¢s tarde

¡°La vida es sue?o¡±, dijo Calder¨®n de la Barca. ¡°El sue?o es vida¡±, afirman los m¨¦dicos. Dormir bien o mal influye en nuestra salud. Aparentemente, pocas cosas hay m¨¢s f¨¢ciles que dejarnos caer en los brazos de Morfeo ¡ªestamos programados para ello¡ª y, sin embargo, todos, en alguna fase de nuestras vidas, podemos padecer trastornos del sue?o. A veces son evidentes (por ejemplo, no pegar ojo durante toda la noche); otras, no tanto: basta con despertarnos dos o tres veces en alguna fase REM para no consumar el descanso. Lo que denominamos sue?o es la suma de diferentes fases, de entre 90 y 120 minutos, que se repiten a lo largo de la noche, y que, en conjunto, duran siete u ocho horas en adultos, como definen desde la Sociedad Espa?ola del Sue?o (SES). Cuando no completamos esas fases de forma adecuada aparecen las malas sensaciones. Prop¨®sito de la semana: poner el despertador, cada d¨ªa, una hora m¨¢s tarde. As¨ª evitar¨¢ estos desagradables efectos secundarios de no dormir suficiente.

¡°?C¨®mo tengo hoy la cabeza!¡±, solemos decir la ma?ana despu¨¦s de una mala noche. Es porque durante el sue?o se consolidan la memoria, la atenci¨®n y las funciones intelectuales; por tanto, la falta del mismo reduce nuestra agilidad mental. ¡°El sue?o es un taller de reparaci¨®n f¨ªsica y memorizaci¨®n¡±, dice el doctor Eduard Estivill, neurofisi¨®logo especialista en Medicina del Sue?o, de la Cl¨ªnica del Sue?o Estivill (Barcelona) y autor de libros como Que no te quiten el sue?o (Planeta, 2012). ¡°Dormir una hora menos de lo que necesitamos puede llegar a alterar un 10% la capacidad de concentraci¨®n. Y esta consecuencia es acumulativa. Por eso notamos m¨¢s la falta de sue?o los ¨²ltimos d¨ªas de la semana¡±.

2. Agria el car¨¢cter

Cuando un ni?o no ha descansado bien, al d¨ªa siguiente decimos que est¨¢ ¡°muy pesado¡±. A los adultos nos ocurre exactamente lo mismo, solo que si el insomnio es continuado los efectos en nuestro car¨¢cter se agudizan. ¡°Desemboca en problemas de comportamiento, ansiedad, depresi¨®n y trastornos que pueden derivar en cuadros psiqui¨¢tricos¡±, apunta el doctor Joaqu¨ªn Ter¨¢n Santos, presidente de la Sociedad Espa?ola del Sue?o. ¡°Los humanos podemos aguantar mucho tiempo sin comer, pero no sin dormir¡±, prosigue. Antes de llegar a la patolog¨ªa, se producen alteraciones de humor.

3. Engorda

En muchos casos, dormir mal implica comer mal. Lo dice la Academia Americana de Medicina del Sue?o. Y el doctor Ter¨¢n lo corrobora: ¡°El desvelo produce una serie de est¨ªmulos que act¨²an sobre ¨¢reas del cerebro que tienen que ver con centros de recompensa, los cuales nos enga?an a la hora de escoger determinados alimentos: elegimos aquellos con alto contenido energ¨¦tico, con mucha glucosa, como pasteles y bebidas azucaradas¡±, afirma. Un estudio de la Universidad de Winconsin (EE. UU.), en 2010, determin¨® que la falta de sue?o limita la p¨¦rdida de grasa.

4. Afea nuestra piel

?Piel cetrina, bolsas debajo de los ojos, irritaciones? Chequee sus h¨¢bitos nocturnos. ¡°Durante la fase de sue?o profundo se fabrica la hormona del crecimiento, responsable de la regeneraci¨®n de la piel¡±, indica el doctor Estivill. ¡°Por eso las personas que duermen poco o mal tienen ojeras. Eso en el mejor de los casos. Una falta de descanso prolongada en el tiempo origina alteraciones cut¨¢neas m¨¢s serias. ¡°La fragmentaci¨®n del sue?o est¨¢ muy asociada con la aparici¨®n, por ejemplo, de dermatitis at¨®pica, dermatitis seborreica y favorece que algunos tipos de tumores cut¨¢neos puedan progresar m¨¢s r¨¢pidamente¡±, sostiene el doctor Ter¨¢n.

5. Contribuye al p¨¢rkinson

La ausencia de la fase de sue?o lento, profundo (fase REM), implica no poder eliminar algunas sustancias t¨®xicas que, acumuladas, pueden estar en el origen de trastornos neurol¨®gicos. Varios estudios, entre ellos uno del Institut d'Investigacions Biom¨¨diques August Pi i Sunyer (Barcelona), de 2011, lo subrayan: ¡°La incapacidad de caer en el sue?o m¨¢s reparador, unida a la aparici¨®n de pesadillas en las que nos creemos atacados y perseguidos y nos hacen gritar o agitarnos f¨ªsicamente, supone un factor de riesgo para padecer p¨¢rkinson¡±.

6. Altera el sistema cardiovascular

Investigadores de la Universidad de Helsinki demostraron en 2013 que el insomnio persistente provoca cambios en el sistema que regula nuestras defensas. Algunos de estos cambios surgen a largo plazo, y pueden contribuir al desarrollo de enfermedades cardiovasculares y diabetes del tipo 2. ¡°Los estudios han permitido establecer la causalidad entre tener un sue?o fragmentado y el desarrollo de hipertensi¨®n arterial, de riesgo cardiovascular o incluso de mortalidad¡±, advierte el doctor Ter¨¢n. Otro estudio de la Academia Americana de Medicina del Sue?o ratifica que los trastornos del sue?o pueden ser un factor de riesgo para sufrir enfermedades coronarias.

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