Redefiniendo fronteras
Ciudadanos de Zimbabue cruzan el r¨ªo Limpopo para entrar en Sud¨¢frica. Foto John Moore/Getty Images
Burkina Faso y N¨ªger van a intercambiar 18 aldeas con el objetivo de poner fin a una larga disputa sobre la demarcaci¨®n de la frontera que tienen en com¨²n. De esta forma, dan cumplimiento a una sentencia de la Corte Internacional de Justicia de la Haya (CIJ).
Burkina Faso se anexionar¨¢ 14 pueblos y 786 kil¨®metros cuadrados de territorio, mientras que N¨ªger recibir¨¢ cuatro aldeas y 277 kil¨®metros cuadrados de terreno. El proceso de traspaso se llevar¨¢ a cabo durante un periodo de tiempo que tiene como fecha m¨¢xima el final de 2016. La resoluci¨®n del tribunal internacional se dict¨® en 2013, pero solo ahora, las dos partes han decidido implementarla.
Una vez que los territorios hayan cambiado definitivamente de manos, las autoridades de cada pa¨ªs realizar¨¢n un censo y permitir¨¢n a los habitantes de las dos zonas elegir nacionalidad.
Esta acci¨®n no supondr¨¢ el fin de las disputas que con respecto a sus confines que tiene planteadas Burkina Faso ya que un tercio de los m¨¢s de 3.000 kil¨®metros de fronteras compartidas con sus vecinos: Ben¨ªn, Costa de Marfil, Ghana, Mal¨ª, N¨ªger y Togo, necesitan ser demarcados. Esto no deja de ser consecuencia directa del hecho de haber sido creado como pa¨ªs por voluntad de los antiguos poderes coloniales en un despacho lejos de la realidad del terreno.
El pasado 11 de mayo, otros dos pa¨ªses, esta vez gracias a la mediaci¨®n del anterior Secretario General de Naciones Unidas, Kofi Annan, tambi¨¦n alcanzaron un principio de acuerdo sobre la demarcaci¨®n de sus fronteras mar¨ªtimas. Se trata de Ghana y Costa de Marfil. El conflicto entre los dos estados hab¨ªa limitado las exploraciones en una zona rica en petr¨®leo. Igualmente, supon¨ªa un impedimento para que los planes de lucha coordinada contra la pirater¨ªa en el Golfo de Guinea, acordados por todos los jefes de estado de la zona, se implementasen.
En 2014, lleg¨® a su fin otra larga disputa con la entrega de la pen¨ªnsula de Bakassi a Camer¨²n por parte de Nigeria, doce a?os despu¨¦s de que la CIJ resolviese el caso. Esta es una zona rica en petr¨®leo que en varias ocasiones llev¨® al enfrentamiento a los ej¨¦rcitos de los dos pa¨ªses.
Estos dilemas entre vecinos son algo muy com¨²n en ?frica, como ya nos recordaba, en estas mismas p¨¢ginas, Omer Freixa en un art¨ªculo titulado Fronteras africanas perdurables, el pasado mes de febrero. All¨ª tambi¨¦n se comentaba como los padres de las independencias africanas y los primeros l¨ªderes del continente consagraron en los documentos constitutivos de la Organizaci¨®n para la Unidad Africana (hoy d¨ªa Uni¨®n Africana) el principio de inamovilidad de las fronteras del continente.
Sin embargo, ?frica recibi¨® de los antiguos colonizadores unas 103 disputas fronterizas. L¨ªneas divisorias trazadas arbitrariamente a golpe de escuadra y cartab¨®n sobre un mapa en la Conferencia de Berl¨ªn, celebrada en esta ciudad entre 1884 y 1885, dieron lugar a situaciones absurdas, sin raz¨®n geogr¨¢fica, topogr¨¢fica o ¨¦tnica que las determinases. De hecho, la Uni¨®n Africana estima que solo el 30 % de las fronteras del continente est¨¢n definitivamente demarcadas. Sobre el resto pesa alguna reclamaci¨®n.
Esto ha sido una fuente inacabable de disputas desde que empezaron a producirse las primeras independencias en el continente. Durante muchos a?os est¨¢s se han resulto recurriendo a la fuerza y a la confrontaci¨®n militar. As¨ª ocurri¨® en Bakassi, donde Nigeria continuamente acusaba a Camer¨²n de enviar tropas o paramilitares a la regi¨®n.
Suced¨ªa lo mismo en la zona de Yenga en la frontera entre Sierra Leona y Guinea Conakry donde el primero lleva a?os acusando al segundo de haber aprovechado la guerra civil que sufri¨® el pa¨ªs (1991-2002) y el despliegue de sus tropas de pacificaci¨®n para apropiarse de una zona rica en diamantes y otros minerales. Despu¨¦s de 10 a?os de continuas escaramuzas, alg¨²n muerto y decenas de desplazados, en 2012, las dos partes firmaron un acuerdo para desmilitarizar el territorio en disputa e iniciar conversaciones para lograr una soluci¨®n dialogada al conflicto.
Una soluci¨®n similar es por la que han optado Malaui y Tanzania para poner fin a la disputa sobre la demarcaci¨®n de sus fronteras en el Lago Nyasa o Malaui. El segundo pide que se respeten las fronteras que en 1914 separaban las colonias brit¨¢nica y alemana, mientras que Malaui opta por la nueva demarcaci¨®n de Londres impuso tras la Primera Guerra Mundial cuando asumi¨® el control de los territorios germ¨¢nicos en la zona. A pesar de a?os de disputa, desde 2012, los dos pa¨ªses han renunciado a cualquier medida de fuerza optando por el di¨¢logo.
Resulta positivo constatar que esta ¨²ltima parece ser que la tendencia que se est¨¢ imponiendo a la hora de afrontar los distintos conflictos fronterizos a los que se enfrentan los pa¨ªses africanos: renunciar a las soluciones violentas y a los choque militares para dar paso a las negociaciones diplom¨¢ticas.
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