Ayuda despreciada
El trato y las calumnias contra Felipe Gonz¨¢lez aislan a¨²n m¨¢s a Maduro
Nicol¨¢s Maduro acaba de despreciar una oportunidad extraordinaria para tratar de reconducir la degradaci¨®n en Venezuela, la situaci¨®n que est¨¢ sometiendo a su poblaci¨®n a un nivel de penuria e inseguridad jur¨ªdica inconcebibles hace pocos a?os. La zafiedad de los insultos dedicados al expresidente del Gobierno espa?ol Felipe Gonz¨¢lez, el burdo hostigamiento ejercido contra ¨¦l durante su visita a Caracas y la injustificable negativa para permitirle visitar a Leopoldo L¨®pez y Daniel Ceballos ¡ªdos de los m¨¢s emblem¨¢ticos presos pol¨ªticos, ambos en huelga de hambre¡ª no pueden ciertamente ser enarbolados con orgullo por el r¨¦gimen de Nicol¨¢s Maduro como una pretendida defensa de la soberan¨ªa nacional venezolana. Constituyen m¨¢s bien una prueba evidente del callej¨®n sin salida en el que se ha instalado el chavismo, empe?ado una y otra vez en volar cualquier puente de di¨¢logo que pueda tenderse para facilitar una salida pol¨ªtica realista en Venezuela.
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Gonz¨¢lez no llegaba a Caracas como un aventurero entrometido sino como el representante de un amplio espectro de Gobiernos y personalidades de reconocido prestigio profundamente preocupados por la deriva antidemocr¨¢tica en la que el r¨¦gimen de Maduro est¨¢ sumiendo al pa¨ªs. Una preocupaci¨®n que llega al mismo papa Francisco ¡ªquien no se caracteriza precisamente por tener pelos en la lengua a la hora de denunciar situaciones injustas y hacer llamamientos al di¨¢logo en conflictos¡ª, cuya entrevista con Maduro en Roma fue suspendida por el mandatario venezolano alegando una enfermedad. Al contrario de lo que Maduro denuncia en sus diatribas ¡ªcon su machacona insistencia en un fantasmag¨®rico eje Miami-Bogot¨¢-Madrid¡ª la comunidad internacional democr¨¢tica est¨¢ profundamente preocupada por el futuro del pa¨ªs sudamericano. El continente no puede permitirse una Venezuela que de pronto salte varias d¨¦cadas atr¨¢s en lo econ¨®mico y much¨ªsimo menos en lo pol¨ªtico.
Las repetidas ofertas de mediaci¨®n hechas por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, o los esfuerzos como el protagonizado por el pol¨ªtico espa?ol deben ser interpretados como lo que son: la plasmaci¨®n de una leg¨ªtima preocupaci¨®n por un pa¨ªs que en absoluto merece atravesar la penosa situaci¨®n que vive desde hace un tiempo. Maduro puede seguir insultando y denigrando a todo aquel que le tienda la mano, pero esa actitud no le servir¨¢ para resolver los grav¨ªsimos problemas de gobernabilidad a los que tiene que enfrentarse todos los d¨ªas y que todos los d¨ªas sufren sus conciudadanos.
Y si el presidente venezolano cree que su inadmisible actitud le puede ayudar de cara a las elecciones del pr¨®ximo oto?o ¡ªcon unas encuestas que ahora mismo le son muy desfavorables¡ª no puede estar m¨¢s equivocado. Con gran parte de los l¨ªderes de la oposici¨®n encarcelados y siendo tachados sistem¨¢ticamente de terroristas sin prueba alguna es muy dif¨ªcil hacerse pasar por un adalid de la democracia. Si adem¨¢s se maltrata e insulta a quienes de buena fe solo quieren ayudar a Venezuela, tampoco se puede presumir de agudeza pol¨ªtica y sentido de Estado.
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