?C¨®mo est¨¢ Isabel?
Si la vida de Preysler es una pel¨ªcula al estilo ¡®Ben-Hur¡¯, la de Pantoja es una telenovela con tantos decorados virulentos como cambios de vestuario arriesgados. De los escenarios a la c¨¢rcel, pasando por esa poderosa tierra de Cantora
Esta semana recib¨ª el premio 10 Lifestyle otorgado por el peri¨®dico La Raz¨®n, en la categor¨ªa de letras. Curiosamente lo entregaban la misma tarde que presentaba una gu¨ªa de belleza de Myriam Y¨¦benes. En ambos eventos me encontr¨¦ rodeado de c¨¢maras y alcachofas de la prensa rosa pregunt¨¢ndome, reiteradamente, ¡°?C¨®mo est¨¢ Isabel?¡±. Estaba acostumbrado a que me preguntaran primero c¨®mo estaba yo, pero ante la insistencia de la prensa pues respond¨ª que muy bien. Isabel est¨¢ bien. Y yo, tambi¨¦n. Incluso el pa¨ªs est¨¢ mejor porque despu¨¦s de las elecciones municipales ha cambiado el panorama pol¨ªtico, y eso es algo muy saludable. Y a continuaci¨®n, Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa fueron, m¨¢s que una feliz noticia, un subid¨®n.
?No es maravilloso un pa¨ªs as¨ª? Muchos de los que hemos tenido que emigrar en busca de trabajo no dejamos de sorprendernos de lo insospechada y divertida que es la vida en Espa?a. Es m¨¢s, podr¨ªamos contar la historia contempor¨¢nea del pa¨ªs siguiendo los latidos del coraz¨®n de Isabel Preysler. Una Espa?a inesperadamente joven e internacional, cuando se cas¨® con Julio Iglesias, cambiando las sombras y las cortinas del franquismo por una vida plena de canciones, vino y mujeres. Una renovaci¨®n para una de las aristocracias m¨¢s antiguas y alocadas del mundo, cuando se cas¨® con el marqu¨¦s de Gri?¨®n. Un pa¨ªs moderno y democr¨¢tico cuando lo hizo con Miguel Boyer. Y una Espa?a reinventada y madura al lado de un Nobel de lengua espa?ola. ?Que c¨®mo est¨¢ Isabel? Maravillosamente. Y nosotros, tambi¨¦n. Porque si el coraz¨®n de Isabel est¨¢ contento, Espa?a se llena de amor y letras. Los quioscos se desbordan de alegr¨ªa y ventas y as¨ª la crisis parece alejarse.
Aunque es bonito que una amistad se transforme en un amor, es tanta la agitaci¨®n por esta noticia que en un programa de televisi¨®n donde colaboro confundieron atropelladamente a Preysler con Pantoja. No suele suceder, pero confirma que las dos personas con m¨¢s tir¨®n medi¨¢tico, a lo largo de d¨¦cadas en nuestro pa¨ªs, comparten iniciales. El d¨ªa que conoc¨ª a Preysler en una cena de Elena Benarroch los dos nos detuvimos delante de las tarjetas que indicaban nuestros puestos en la mesa. El m¨ªo pon¨ªa B. I. y el de ella, I. P. Le coment¨¦ lo emocionado que estaba de sentarme a su lado y ella, con su c¨¦lebre sonrisa, dijo: ¡°Podr¨ªa ser Isabel Pantoja¡±. Si la vida de Preysler es una pel¨ªcula al estilo Ben-Hur, la de Pantoja es una telenovela con tantos decorados virulentos como cambios de vestuario arriesgados. De los escenarios a la c¨¢rcel pasando por esa encrespada y poderosa tierra de Cantora. Y ahora, el rock de la c¨¢rcel. Esta semana hemos sabido que podr¨ªa haber recibido trato de favor en la prisi¨®n donde cumple condena. Lo han denunciado funcionarios del centro sevillano de Alcal¨¢ de Guada¨ªra. Todo se ha agitado un poco m¨¢s despu¨¦s de su primer permiso penitenciario, primero un funcionario la acompa?¨® del brazo hasta la puerta, y a su regreso al centro penitenciario Pantoja entr¨® sin prisas pero con exceso de equipaje, y le fue permitido. Es m¨¢s, se argumenta que el propio subdirector de la c¨¢rcel la ayud¨® con los bultos. La noticia es inquietante porque deja entrever que podr¨ªa estar gest¨¢ndose un mot¨ªn motivado por estos privilegios. Pero tambi¨¦n emociona porque entre los supuestos tratos de favor figura que Pantoja desayuna a diario con la directora del centro.
Eso no pasaba en la pel¨ªcula de Elvis Presley. Ni en ninguna otra pel¨ªcula con escenas de c¨¢rcel. El director de la prisi¨®n era siempre un personaje secundario, malhumorado y distante. Por eso, no hacemos m¨¢s que intentar imaginarnos c¨®mo ser¨¢ la directora de Alcal¨¢ de Guada¨ªra. ?Una funcionaria seca y dominante o quiz¨¢s coqueta con unas gotitas de botox en la frente y entre rejas? Por favor, ?tengamos un rasgo de humanidad y permitamos esos desayunos! ?Qu¨¦ puede haber m¨¢s dif¨ªcil en la vida que despertarte en una celda? ?No deber¨ªan todas las directoras de prisi¨®n desayunar con los reclusos? ?No se supone que en la c¨¢rcel, como en el colegio, es imprescindible tener amigos? Quien tiene una amiga tiene un tesoro. Se?ores funcionarios, por favor, lo que deber¨ªa preocuparnos de esos desayunos es que sean de avena y fruta antes que de magdalenas y Cola Cao. Y que sus conversaciones sirvan para ayudar a la reclusa en su reinserci¨®n. No s¨¦ por qu¨¦, pero estoy seguro que la directora conoce bien el repertorio de la reina de la copla y colabora con ella en comparar las letras de esas canciones con los sentimientos que afloran en la soledad de la prisi¨®n. ?Qui¨¦nes somos para entorpecer esa reinserci¨®n? ?Y qui¨¦nes somos para entrometernos en la felicidad de Isabel y Mario?
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