Los pantalones pitillo son m¨¢s peligrosos de lo que crees

No debe ser muy habitual para la comunidad m¨¦dica entrar en la revista 'Neurociencia, neurocirug¨ªa y psiquiatr¨ªa' y encontrar un informe cient¨ªfico titulado 'Fashion Victim'. ?Han empezado a combinar patolog¨ªas con editoriales de moda para ganar p¨²blico? Obviamente no. Por una vez, se trata de una expresi¨®n literal: al parecer, una mujer de 35 a?os tuvo que pasar cuatro d¨ªas en el hospital por llevar los vaqueros demasiado apretados. "Mientras volv¨ªa a casa, perdi¨® la sensibilidad en los pies y cay¨® al suelo. Pas¨® varias horas tirada hasta que fue encontrada", cuenta el informe. Sus piernas hab¨ªan colapsado hasta tal punto que perdi¨® la movilidad de los tobillos y los dedos y necesit¨® un drenaje de cuatro d¨ªas para recuperarla.

Puede que este caso sea el m¨¢s alarmante, pero por supuesto no es el ¨²nico. A veces, la moda perjudica seriamente la salud. Y lo hace, adem¨¢s, silenciosamente.

De los pitillo ya ten¨ªamos nuestras sospechas desde siempre. Pero hace un par de a?os The Telegraph publicaba un estudio bastante alarmante: el 72% de las mujeres han sufrido en alg¨²n momento alguna lesi¨®n provocada por las prendas o las rutinas cosm¨¦ticas. La m¨¢s numerosa es, obviamente, la producida por los zapatos de tac¨®n (de hecho, el museo Victoria & Albert alberga actualmente una exposici¨®n sobre la 'dolorosa' relaci¨®n que mantienen las mujeres con su calzado) y le siguen las diversas quemaduras causadas por cremas, depilaciones, etc¨¦tera. Pero tambi¨¦n hay otras patolog¨ªas menos evidentes e igualmente da?inas. Como llevar el bolso colgado del antebrazo, una pr¨¢ctica muy extendida entre las celebridades orgullosas de sus accesorios de firma (y sus imitadoras en versi¨®n low cost) y que provoca, con el tiempo, esguinces e incluso erosi¨®n de los tendones. No es co?a, varios fisioterapeutas salieron a denunciarlo y lo bautizaron como poshitis (o pijitis) en homenaje a la Posh Spice, Victoria Beckham, y sus bolsos XXL. O como la ropa demasiado ce?ida que, tal y como se lleva alertando desde hace alg¨²n tiempo, puede generar trombos y otros problemas cardiovasculares.

Nos escandalizamos cuando o¨ªmos hablar de los estragos (muertes inclu¨ªdas) que causaban los cors¨¦s del siglo XIX, pero lo que pocos saben es que, a d¨ªa de hoy, cada vez m¨¢s mujeres prefieren amputarse los dedos de los pies que prescindir de sus tacones. Cuidado, porque quiz¨¢ nos estemos tomando la expresi¨®n 'para estar bello, hay que sufrir' demasiado en serio. Y tal vez no les estemos dando a los pantalones campana el valor (medicinal) que merecen.