Las tribus urbanas de 2015 se dividen entre el ¡®dembow¡¯ y la vida sana
Los 'swaggers' y los 'muppies' conforman las dos est¨¦ticas emergentes
Las tribus urbanas no admiten del todo su propia existencia. Los swaggers y los muppies ¡ªlas dos subculturas al alza en 2015¡ª son expertos en etiquetar sus contenidos en redes sociales, especialmente en Instagram. Viven una doble vida: la real y la que reflejan en el universo digital. Por eso, ser militantes de s¨ª mismos (en el fondo) parece el ¨²nico mantra que se repite en su cabeza.
Para Txema Mir¨®n, experto en asesor¨ªa de imagen y comunicaci¨®n, lo de agrupar a la sociedad se produce desde la infancia: ¡°Despu¨¦s de la guarder¨ªa, se forman grupos en los primeros a?os del colegio. Es normal que se intente agrupar a la gente. No creo que sea algo malo enmarcar a la gente por su est¨¦tica o por su forma de vivir. Somos lo que somos, pero tambi¨¦n somos lo que proyectamos a los dem¨¢s¡±.
A los swaggers ¡ªuna subcultura adolescente fraguada por la influencia del hip hop y del universo cani (para algunos quillos o bakalas)¡ª se les identific¨® en Barcelona en 2014 en la puerta de la Apple Store de Plaza Catalu?a. All¨ª se juntan para pasar la tarde, hacerse fotos y conseguir WiFi gratis. El fot¨®grafo Ramiro E fue uno de los primeros que inmortaliz¨® a estos j¨®venes para su blog No thanks by Ramiro E: ¡°Por entonces yo desconoc¨ªa el t¨¦rmino swagger, para m¨ª eran aquellos adolescentes de pintas llamativas que se juntaban en la puerta de la Apple Store¡±, comenta el fot¨®grafo.
Tanto ellos como ellas conjugan su imagen con la opulencia de sus complementos: gorras y relojes que Beyonc¨¦ o Jay-Z podr¨ªan llevar mientras toman un brunch en alg¨²n restaurante de moda de Los ?ngeles. La influencia latina en esta tribu se materializa con el dembow: un g¨¦nero nacido en la Rep¨²blica Dominicana que se baila golpeando el trasero de las chicas contra la pelvis de los chicos. S¨ª, el perreo les gusta.
Rebeca Falc¨®, de 25 a?os, solo se identifica con los swaggers a nivel est¨¦tico. Reside en Barcelona desde hace casi hay dos a?os. Estudia moda y tambi¨¦n trabaja como camarera en un chiringuito de la playa de La Barceloneta. Para Falc¨®, dentro de esta nueva tribu hay dos vertientes: la de los adolescentes, que siguen a rajatabla el patr¨®n est¨¦tico y musical, y la de los veintea?eros como ella que mezclan la est¨¦tica swagger con otras influencias musicales que no especifica.
Vida sana y trabajo vocacional
La actitud ante la vida de los muppies ¡ªsubcultura hipster identificada por Michelle Miller en su libro The Underwriting¡ª es bien distinta a la de los swaggers. El nombre de esta tribu es el resultado de unir dos conceptos: millennials (los nacidos desde la d¨¦cada de los 80 hasta los 2000) y yuppies.
Esta subcultura est¨¢ formada, sobre todo, por j¨®venes de 25 a 35 a?os y se les reconoce m¨¢s por sus actos que por su atuendo. Los muppies son la verdadera esencia del lujo silencioso: esa tendencia que aboga por erradicar la exuberancia y promover un consumo responsable. Lucen prendas de corte sencillo porque lo que importa es que la persona domine el vestuario y no sea al rev¨¦s. No olvidan la vida sana. En especial, el running, el yoga y la alimentaci¨®n equilibrada. Lo hacen porque, seg¨²n creen, les conecta consigo mismos.
Noel Agulla, de 30 a?os, es social media strategist de Canal +. Aunque no se reconoce como hipster ni como muppie pero su imagen le delata. Lleva unas gafas de sol con montura de los a?os 50, una camisa de manga corta abrochada hasta el ¨²ltimo bot¨®n de tela vaquera y estampado de florecitas color marsala [la tonalidad que Pantone ha escogido para el 2015 que hace referencia al color del vino producida en la regi¨®n siciliana del mismo nombre]. Lleva vaqueros estrechos, desgastados y algo ca¨ªdos (como los skaters), unas bambas y una mochila como las que llevaban, antiguamente los carteros. A Agulla lo de las etiquetas no termina de convencerle a pesar de que ¨¦l las utiliza a diario para clasificar contenidos en el entorno digital: ¡°Mis amigos si me dicen que soy un poco hipster pero yo no me identifico del todo. Una cosa es etiquetar contenidos y otra muy diferente etiquetar personas. Para analizar la sociedad s¨¦ que es necesario pero tambi¨¦n se me hace un poco raro¡±.
Son J¨®venes Aunque Sobradamente Preparados (JASP), han estudiado una carrera, tienen un m¨¢ster y su sobre cualificaci¨®n no les facilita, en la mayor¨ªa de los casos, conseguir un trabajo bien pagado. Quiz¨¢ por eso han decidido dedicarse a lo que les gusta. Como Rebeca Khamlichi, que decidi¨® abandonar su antiguo empleo como maquilladora en televisi¨®n para dedicarse exclusivamente a la pintura.
Dentro de unos seis meses ¡ªel mismo tiempo que tardan las firmas de moda en presentar sus dos colecciones principales¡ª los protagonistas volver¨¢n a cambiar. Lo que parec¨ªa popular se volver¨¢ marginal y aquellos que estaban en la onda ser¨¢n olvidados. Pero, incluso, para la modelo (y millennial) Cara Delevigne la clasificaci¨®n de la vida es algo opcional. Por eso, el mensaje de bienvenida en su perfil de Instagram lo deja claro: ¡°Deja de etiquetar, empieza a vivir¡±
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