Gestos democr¨¢ticos
D¨ªaz Ferr¨¢n se confiesa culpable para cambiar 15 a?os de c¨¢rcel por cinco y medio, ofreciendo su cabeza y el paradero de 20 millones
Para decirlo en corto, lo de la memoria hist¨®rica resulta algo pesado. Hasta Rafael Hernando, un hombre tan mesurado, aparece algunas veces con aire de cansado como si ¨¦l mismo tuviera que haber vaciado las fosas que se rellenaban despu¨¦s con cuerpos de rencorosos republicanos.
Pero hay veces que da una cierta satisfacci¨®n acordarse del pasado de alguno de nuestros pr¨®ceres. Por ejemplo, Gerardo D¨ªaz Ferr¨¢n, expresidente, vaciador, apandador, socio de una organizaci¨®n criminal (lo dice una sentencia judicial), que el jueves pasado dijo que se confesaba culpable, para cambiar quince a?os de c¨¢rcel por cinco y medio, ofreciendo su cabeza y el paradero de veinte millones de euros desaparecidos de la empresa Marsans.
D¨ªaz Ferr¨¢n empez¨® sus fechor¨ªas hace muchos a?os. Era uno de los due?os de la empresa Trapsa. Todav¨ªa le recuerdan con especial cari?o gente que trabaj¨® para ¨¦l, como Joaqu¨ªn Navarro, ¡°el andaluz de las pecas¡±. Un d¨ªa Navarro estaba lavando el coche al acabar su servicio y pasaba por all¨ª Vicente Garc¨ªa Ribes, armado como siempre con una pistola, que sol¨ªan llevar los presidentes de los sindicatos verticales, acompa?ado por D¨ªaz Ferr¨¢n. Tras un di¨¢logo intrascendente, Ribes pregunt¨® a nuestro h¨¦roe por el otro, y cuando ¨¦l le cont¨® que era un revolucionario, le orden¨®: ¡°Desp¨ªdele ahora mismo¡±. Y eso hizo D¨ªaz Ferr¨¢n. ¡°El andaluz de las pecas¡± era el hombre al que buscaban los asesinos de Atocha cuando mataron a los abogados. No hay nada que relacione a D¨ªaz Ferr¨¢n con aquellos asesinatos. Pero s¨ª con la huelga que los precedi¨®, y con los Garc¨ªa Ribes y Garc¨ªa Carr¨¦s, unos pistoleros fascistas que actuaban como tales.
El jueves, D¨ªaz Ferr¨¢n compuso un gesto muy raro para admitir su culpabilidad. Mientras dec¨ªa que s¨ª con la voz, dec¨ªa que regular con la cabeza.
Cuando todav¨ªa no le hab¨ªan pillado por los cientos de millones de su ¨²ltima fechor¨ªa se permiti¨® el lujo de decir a los trabajadores: ¡°Hay que cobrar menos y trabajar m¨¢s¡±.
La patronal no ha hecho todav¨ªa un verdadero ejercicio de limpieza hist¨®rica. D¨ªaz Ferr¨¢n les ha dado un buen argumento para seguir. Bienvenido su gesto democr¨¢tico.
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