Veinte a?os despu¨¦s, ?qu¨¦ queda de 'Kids'?
El BAM de Brooklyn celebr¨® hace poco el veinte aniversario de la cinta con una proyecci¨®n especial a la que acudieron sus protagonistas. Charlamos sobre su impacto con uno de sus 'skaters', Hamilton Harris
El pr¨®ximo 21 de julio se cumplen veinte a?os del estreno de Kids en el Angelika Film Center de Nueva York. Pese al tiempo transcurrido, la primera pel¨ªcula de Larry Clark sigue volando la cabeza con la misma contundencia con que sac¨® de la inopia a muchos adultos y j¨®venes en la d¨¦cada de los 90. Su acercamiento, sin cortapisas ni filtros, al sexo promiscuo, las drogas, el SIDA y la juventud nihilista y desilusionada sigue inalterable con el paso del tiempo.
Retrato crudo, transgresor, demoledor¡ª impartido mediante un estilo semidocumental¡ª, de la subcultura skater, con el que, al mismo tiempo, se radiografiaba la juventud descontrolada del Nueva York pre 11S, Kids alcanz¨® con celeridad un estatus que logran muy pocas obras: pel¨ªcula de culto, de referencia, y generacional, grabada a fuego para todos aquellos que bordeaban la adolescencia por entonces, y un artefacto explosivo para el subg¨¦nero del cine adolescente norteamericano, haciendo estallar en mil pedazos la trama arquet¨ªpica tan habitual en la d¨¦cada de los 80.
La pel¨ªcula, adem¨¢s, fue el trampol¨ªn para las carreras de talentos v¨ªrgenes que, por primera vez, se involucraban en un largometraje, empezando por el propio director, el reputado y controvertido fot¨®grafo Larry Clark, que ya hab¨ªa explorado los senderos de la juventud descarrilada en sus instant¨¢neas y que emprend¨ªa el salto hacia la realizaci¨®n con 52 a?os. Pero tambi¨¦n de un jovenc¨ªsimo Harmony Korine, quien escrib¨ªa con 19 a?os el gui¨®n de la pel¨ªcula; un primer paso a una carrera como director y guionista alejada de cualquier convencionalismo, como demuestra incluso con su filme m¨¢s reconocible, Spring Breakers. Especialmente prol¨ªficos y exitosos, tanto en Hollywood como fuera de ¨¦ste, resultar¨ªan los caminos emprendidos por sus dos actrices principales: Chl?e Sevigny, una club girl de 20 a?os por entonces, que, tras su paso por el filme de Clark, se convertir¨ªa en musa del cine indie; Rosario Dawson, la bella chica de 15 a?os y de ascendencia puertorrique?a descubierta por Korine sentada en las escaleras de los public housing donde viv¨ªa y que interpretaba a Ruby, papel que le abrir¨ªa la puerta a la fama.
Pero no todos saborearon las mieles del ¨¦xito. El reparto masculino no corri¨® con la misma suerte. Solo Leo Fitzpatrick (Telly en la pel¨ªcula) ha seguido en el campo de la actuaci¨®n, encadenando peque?os papeles en series de televisi¨®n (The Wire, Sons of Anarchy o en Bully, de nuevo bajo las ordenes de Larry Clark), aunque a d¨ªa de hoy pasa m¨¢s tiempo en la galer¨ªa de arte que tiene en Nueva York. Para otros, el camino fue tormentoso tras participar en la obra. Es el caso de Justin Pierce (Casper), que se suicid¨® colg¨¢ndose en su habitaci¨®n del Bellagio de Las Vegas despu¨¦s de recoger migajas en papeles de cintas indie que nadie reconoci¨®. No mejor suerte corri¨® Harold Hunter, fallecido de un ataque al coraz¨®n a los 31 a?os, por abuso de coca¨ªna. A todos ellos hay que sumar toda la pandilla de skaters de la que nunca m¨¢s se supo. Sin embargo, uno de ellos, Hamilton Harris, quiere remediar ese olvido d¨¢ndoles voz a trav¨¦s del documental que prepara sobre la pel¨ªcula de Clark. Charlamos con ¨¦l v¨ªa Skype.
?C¨®mo terminaste enrolado en Kids?
Era uno m¨¢s de la pandilla de skaters que sal¨ªamos a patinar por Nueva York. Lo que captura la pel¨ªcula era solo una peque?a porci¨®n de lo que era la subcultura skater de la ¨¦poca. En realidad era un grupo enorme; yo acab¨¦ apareciendo en Kids por estar simplemente en la calle, saliendo con los colegas y patinando por Washington Square, Tompkins Square Park, Astor Place, St Marks Place, en el momento oportuno.
?Qu¨¦ recuerdo guardas de la experiencia de ese rodaje?
En ese momento no era consciente de lo que supon¨ªa. Yo solo era un chaval de quince a?os saliendo con sus amigos y siendo grabado para una pel¨ªcula. Por entonces no le daba muchas vueltas, pero s¨ª que recuerdo sentir que eso era el principio de algo, no era consciente del qu¨¦, pero s¨ª recuerdo sentirme ante algo importante.
?Harmony Korine estaba envuelto en la misma movida? ?Sal¨ªa con vosotros?
Harmony estuvo all¨ª a principios de los 90's como skater procedente de Nashville, formaba parte de la subcultura que se mov¨ªa en el Downtown de Manhattan, acudiendo al NYU Film School, e introducido a los skaters de la zona a trav¨¦s de Harold Hunter. Yo estaba all¨ª, enfrente del Skate NYC en la Avenida A cuando Harold Hunter, que era como el alcalde de la escena skate de Nueva York, lo present¨® a todo el mundo. ?l (Harold) daba la bienvenida a todo aquel que llevara un skateboard. No necesitabas nada m¨¢s para que te introdujera al grupo como miembro honor¨ªfico. Pero eso no implica que Harmony fuera un colega cercano. No recuerdo salir con ¨¦l a diario. No recuerdo que se viniera a los projects de Harlem donde crec¨ª a conocer a mi madre. No recuerdo haberlo visto en las barbacoas "Gunset Park" del fot¨®grafo Ryan Hickey. Pero bueno, eso deber¨ªas pregunt¨¢rselo a Ryan...suerte con ello, por cierto.
?Sigues patinando estos d¨ªas? ?Te consideras a¨²n un skater?
Si lo entendemos como estar en activo, seguir patinando, la respuesta es claramente no. Pero si me preguntas a nivel psicol¨®gico, a nivel emocional, sigo siendo skater al 100%. De hecho hay una parte mucho m¨¢s subconsciente, que no se puede explicar con palabras, pero que se siente cuando eres un skater.
?Qu¨¦ ha sido de toda la subcultura skater? Parece que solo quedan t¨ªmidas muestras en Nueva York, mientras que su presencia en Barcelona, por ejemplo, es amplia.
"Ahora el skater es cultura popular, y cuando nosotros salimos era una subcultura, una forma de expresarnos mentalmente, f¨ªsicamente y a nivel emocional"
No creo que haya desaparecido de Nueva York, sino m¨¢s bien evolucionado, o transformado con los a?os. Ahora todo est¨¢ conectado con la tecnolog¨ªa y las redes sociales. En nuestro tiempo no hab¨ªa ni mensajes de textos, ni llamadas, ni eventos en el Facebook, ni nada por el estilo. Ten¨ªa que existir una especie de conexi¨®n mental para saber que te ibas a encontrar con este tipo o el otro. Todo estaba m¨¢s ligado a las relaciones interpersonales, y no digo que ahora todo eso est¨¦ muerto, ni que el concepto de comunidad haya desaparecido con la tecnolog¨ªa, pero s¨ª que creo que se ha desplazado m¨¢s al ¨¢mbito online, como fruto de una adicci¨®n al componente tecnol¨®gico y a la facilidad que proporciona. Nuestro enfoque era distinto al de ahora. Ahora el skater es cultura popular, y cuando nosotros salimos era una subcultura, una forma de expresarnos mentalmente, f¨ªsicamente y a nivel emocional.
Pero a su vez, ?no crees que tambi¨¦n esa disoluci¨®n, o dispersi¨®n de la subcultura skater, est¨¢ relacionada con lo mucho que ha cambiado Nueva York en estos ¨²ltimos veinte a?os?
Absolutamente. ?Qui¨¦n puede permitirse vivir en Nueva York estos d¨ªas? La ciudad parece dise?ada para un perfil social de ingresos altos, y eso tambi¨¦n desconecta. Lo que la gentrificaci¨®n, que tanto afecta a Nueva York estos d¨ªas, est¨¢ produciendo es una disoluci¨®n de las comunidades, y eso abarca la skater. Es bueno para los negocios, para los inversores inmobiliarios, para el comercio, pero para comunidades, para subculturas, para la creatividad...desencadena el efecto contrario.
Volviendo a la peli de Clark, pero sin salir del aspecto social de ¨¦sta. Pese a las veces que he visto la pel¨ªcula, nunca tuve claro a qu¨¦ clase social pertenec¨ªan los personajes. El grupo retratado parec¨ªa una mezcla de clases bajas y medias. ?Era as¨ª?
S¨ª, hab¨ªa cierta mezcla, aunque la mayor¨ªa de nosotros viv¨ªamos en la pobreza. Muchos proced¨ªamos de hogares rotos, y sufr¨ªamos situaciones dram¨¢ticas en casa. Pero incluso aquellos que proced¨ªan de una situaci¨®n econ¨®mica m¨¢s estable y favorable, se las ve¨ªan con problemas diarios. Y en buena parte, todos ten¨ªamos eso en com¨²n, actuando un poco como un nexo de uni¨®n entre nosotros.
Otro de los focos valientes de la pel¨ªcula es c¨®mo aborda el tema del SIDA, ?c¨®mo os afect¨® esa enfermedad?
La epidemia del SIDA se infiltr¨® en nuestras comunidades, as¨ª como en algunas casas. Por lo tanto la experiencia? result¨® directa e ¨ªntimamente perturbadora. Pero a nivel personal, dado que no particip¨¦ en relaciones promiscuas, ni me inyect¨¦ hero¨ªna, no me afect¨® directamente... bueno, al menos, no a un nivel f¨ªsico.
?Entonces estar¨ªamos de acuerdo en que Larry Clark captur¨® con total fidelidad vuestra realidad de esa etapa adolescente?
"El objetivo es ense?ar una perspectiva "interna" sobre el efecto que la pel¨ªcula tuvo, no solo en los que participamos en ella, sino en la comunidad y en la cultura juvenil desde 1995 hasta la fecha"
A los ojos de Larry s¨ª, por supuesto. A los nuestros, no. Siendo completamente honesto tengo que decir que no captur¨® al 100% nuestra realidad, pero s¨ª su esencia. El behind de scenes no aparece en la pel¨ªcula, y ah¨ª es donde he querido entrar con el documental.
Hablemos de tu documental. ?Cu¨¢ndo decidiste ponerte a trabajar en un documental sobre Kids?
Despu¨¦s de que Harold Hunter falleciera en 2006. O supongo que incluso antes, despu¨¦s de la muerte de Justin, y de otros dos skaters (Keenan Milton y Mike Cardona) de la pandilla. Algo en m¨ª me empuj¨® a ello. Fue con el fallecimiento de Hunter que supe que ten¨ªa que contar una historia, por mucho que no supiera el qu¨¦ ni el c¨®mo. Pero a la vez sent¨ªa una enorme presi¨®n de responsabilidad, y durante dos a?os hu¨ª de ese compromiso. Hasta que en el 2008 decid¨ª ponerme manos a la obra. Pero no empez¨® como un documental, sino como un interrogante. En esa fase se le sum¨® una dificultad narrativa, porque nunca antes hab¨ªa escrito, y con los hechos hab¨ªa adem¨¢s una conexi¨®n emocional muy fuerte. Aunque tambi¨¦n descubr¨ª que ese proceso pod¨ªa ser sanador, y fue ah¨ª donde quise centrar mi foco. No fue hasta el 2010 que empec¨¦ a hacer algunas entrevistas, seguir a personas y los acontecimientos en que estaban implicadas para registrar cierto material. Pero como puedes imaginarte, est¨¢ siendo un proceso muy alargado en el tiempo. Me he ido dando cuenta de que la historia a contar es enorme, y que no solo implica a los que salimos en la peli de Clark, a la comunidad que se reun¨ªa para patinar en Washington Square, a los que fum¨¢bamos marihuana y beb¨ªamos en la d¨¦cada de los 90's, es m¨¢s que eso. La ¨²nica certeza que tengo ahora mismo es que el trabajo tiene que hacerse.
?Cu¨¢l es tu principal meta con The Kids?
El documental es sobre la historia detr¨¢s del Kids de Larry Clark. El objetivo es ense?ar una perspectiva "interna" sobre el efecto que la pel¨ªcula tuvo, no solo en los que participamos en ella, sino en la comunidad y en la cultura juvenil desde 1995 hasta la fecha.
?Por qu¨¦ crees que Kids fue una pel¨ªcula tan poderosa e impactante? ?Crees que lo sigue siendo?
?
Creo que si se la pones a alguien nacido en 1995, le sacudir¨¢. Sigue teniendo un impacto brutal. Pero eso ya estaba en la obra de Larry Clark. Si miras sus fotograf¨ªas anteriores a la pel¨ªcula, puedes observar que ¨¦l ya lo hab¨ªa retratado. Kids solo fue un gran paso adelante en ese sentido. Un cambio considerable en el juego, pasando de lo est¨¢tico al movimiento. Era como pasar de ver esa fotograf¨ªa de Tony Hawk volando y haciendo su truco, a poder verlo en movimiento en un v¨ªdeo. El cambio era enorme. Ver Kids produce una sobrecarga en los cinco sentidos, incluso m¨¢s all¨¢ de estos, llegando hasta el subconsciente. La experiencia de su visionado es comparable a cuando tienes un momento de euforia en que lo ves todo m¨¢s claro...cuando la realidad existe fuera de tu cuerpo, y en tu cuerpo al mismo tiempo. Como si fumaras marihuana, esnifaras coca¨ªna, fueras a hacer yoga, o cuando te sacude la adrenalina cuando te embalas a toda leche con tu moto, o cuando recorres una larga distancia a nado...lo que sea en cada caso, cuando ves Kids, te transporta a ese mismo estado.
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