Por qu¨¦ nos gusta ver pel¨ªculas (aunque sean malas) de Jennifer Aniston
Su belleza y simpat¨ªa terrenales la convierten en una m¨¢s de la familia. Ahora que estrena 'L¨ªo en Broadway' analizamos su irresistible carisma
A pesar de ser guapa y multimillonaria, Jennifer Aniston (Los ?ngeles, 1969) no ha tenido una vida f¨¢cil. Halle Berry declar¨® que cuando entra en una habitaci¨®n, autom¨¢ticamente todo el mundo piensa "es una mujer negra", con todo el bagaje cultural que eso conlleva. Del mismo modo, Aniston vive a diario una existencia en la que cada vez que entra en un edificio todo el mundo piensa: "A esa mujer Brad Pitt la dej¨® por Angelina Jolie".
Diez a?os despu¨¦s de Friends y de Brad Pitt, Jennifer ha sobrevivido en la selva de Hollywood a pesar de algunas malas decisiones y de su propia condici¨®n de estrella de andar por casa. Este fin de semana estrena la comedia L¨ªo en Broadway. Nos preguntamos por qu¨¦ el p¨²blico ha hecho suya a Jennifer Aniston.
El mundo perdi¨® una gran camarera
No puede ser casualidad que Aniston haya interpretado a camareras hasta en tres ocasiones: Friends (1994),?Trabajo basura (1999) y Y entonces lleg¨® ella (2004). Su belleza terrenal la convierte en una reina del baile accesible, con un encanto de triunfadora torpe que ilumina el d¨ªa de sus clientes cuando dice: "?Quieres m¨¢s caf¨¦, encanto?". Hay algo tremendamente reconfortante en su presencia en pantalla, y ella ha sabido explotarlo dejando que la identifiquemos con sus personajes.
Es tan simp¨¢tica que verla hacer cosas crueles en pantalla hace que te sientas mal por ella¡±, dijo de Aniston el cr¨ªtico estadounidense Robert Ebert
Queremos verla a ella, aunque la pel¨ªcula sea fallida
Uno de los recursos m¨¢s infalibles de la comedia Friends (la m¨¢s exitosa del mundo de la televisi¨®n) era empujar a Rachel (interpretada por Aniston) a enredos de verg¨¹enza ajena que se hab¨ªa buscado ella sola. Su lucha por seguir siendo una pija estirada a menudo chocaba con el vulgar grupo de amigos en que se hab¨ªa convertido su familia. Los guionistas conoc¨ªan la espont¨¢nea intuici¨®n c¨®mica de Aniston, y su carisma a la hora de encajar peque?as humillaciones cotidianas.
La actriz ha perpetuado esos tics, como un vestido de animadora que se resiste a tirar. La voz de tensa indignaci¨®n cari?osa, las cejas arqueadas y la tierna sensibilidad con la que recibe las bromas han aparecido en sus comedias en el cine, forjando una filmograf¨ªa que parec¨ªa "las aventuras de Rachel" en nuevos escenarios. El p¨²blico quer¨ªa verla a ella, sin importarle la pel¨ªcula en s¨ª, hasta el punto de que como apuntaba es prestigioso cr¨ªtico Roger Ebert, ¡°es tan simp¨¢tica que verla hacer cosas crueles en pantalla hace que te sientas mal por ella¡±. Por otra parte, esas pel¨ªculas son lo que la ha mantenido a flote.
Una m¨¢quina de hacer dinero
Al margen de su componente art¨ªstico, la interpretaci¨®n es un trabajo. Y como tal, Aniston entendi¨® que deb¨ªa garantizar su valor taquillero antes de explorar papeles m¨¢s complejos (y por lo tanto, menos comerciales). Jennifer ten¨ªa el encanto necesario para rentabilizar el hueco dejado por Julia Roberts, Meg Ryan y Sandra Bullock, ya que la alternativa era una Katherine Heigl con demasiada tendencia a demostrar que es una persona desagradable. Eran, adem¨¢s, proyectos honestos y f¨¢ciles de vender.
Su belleza terrenal la convierte en una reina del baile accesible. Hay algo tremendamente reconfortante en su presencia en pantalla, y ella ha sabido explotarlo
Astutamente supo virar hacia la comedia masculina con Separados (2006), S¨ªgueme el rollo (2011) o C¨®mo acabar con tu jefe (2011), lo cual le ha convertido en una profesional rentable y una apuesta segura para los estudios. En 2007, Forbes la coron¨® como "la cara que m¨¢s vende de Hollywood" por el n¨²mero de revistas que exhib¨ªa su presencia en portada, estimando su fortuna en 110 millones de d¨®lares (unos 100 millones de euros). A esos ahorros contribuy¨® el pacto al que lleg¨® con sus compa?eros de Friends, negociando en bloque un sueldo de 1 mill¨®n de d¨®lares (unos 900.000 euros) por episodio durante las dos ¨²ltimas temporadas.
Quiere ser mejor actriz
Aniston podr¨ªa aceptar un rol de funcionaria de la interpretaci¨®n y no deber¨ªamos condenarla por ello, pues a menudo los propios actores le restan profundidad a su profesi¨®n. No obstante, hay aspavientos de vocaci¨®n en la trayectoria de Jennifer. El a?o pasado, 12 a?os despu¨¦s de su primera interpretaci¨®n dram¨¢tica (The good girl, 2002) Aniston se dej¨® la piel promocionando en cualquier sitio donde la invitasen una peque?a pel¨ªcula que a punto estuvo de llevarla a los Oscar. En Cake (estrenada en Estados Unidos en 2014, pero todav¨ªa no exhibida en Espa?a) interpretaba a una mujer sobrecogedora, hura?a y deprimida, incapaz de ser remotamente amable con nadie. En esta pel¨ªcula se atrevi¨® a dejar de ser Rachel. Y por eso luch¨® hasta el final, no (solo) por los premios, sino para que la gente siquiera viese la pel¨ªcula, y comprobase que otra Jennifer Aniston es posible.
Es parte de nuestra familia
Las estrellas de la televisi¨®n tienen un halo de cercan¨ªa autom¨¢tico por el simple hecho de que los espectadores las ven con frecuencia y desde su sof¨¢. Jennifer Aniston abruma con su estudiada frescura, entrando de lleno en el juego de Hollywood pero siempre dejando la puerta abierta a su intimidad. Hay una persona detr¨¢s de la estrella, y esa persona ha logrado entrar en el imaginario colectivo como una amiga.
Cuando la publicaci¨®n Entertainment Weekly nombr¨® a su personaje en Friends, Rachel Green, el 6? mejor personaje de los ¨²ltimos 20 a?os (el 1? para US Magazine) acert¨® en su apreciaci¨®n de que hubo un momento en el que todos los seres humanos del planeta "quer¨ªan ser Rachel o ser el novio de Rachel". Literalmente, pues a los 42 a?os fue designada "el cuerpo que m¨¢s piden las clientas" seg¨²n los cirujanos americanos. El p¨²blico defendi¨® a Aniston durante su divorcio con Brad Pitt, opin¨® sobre sus siguientes parejas (el actor Vince Vaughn, el cantante John Mayer) y se preocupa de que lleve tres a?os prometida al actor Justin Theroux sin pasar por el altar.
Ella habla sin censura de su vida sentimental, como te lo contar¨ªa una amiga tomando caf¨¦, por el simple hecho de que se lo preguntan (si Pitt o Jolie no hablan sobre ello ha de ser porque vetan este tema al entrevistador). Cuando declara que el yoga le ha ayudado a superar sus crisis emocionales, sus admiradores hacen suyo el derecho a bromear sobre ello, como lo har¨ªan con su hermana durante una comida familiar. Jennifer Aniston es, de forma m¨¢gica, parte de la familia para mucha gente.
Nos ense?¨® a manejar Window 95
Hasta en ese punto es humana y cercana. Jennifer protagoniz¨® junto con su buen amigo y compa?ero en Friends Matthew Perry un tutorial para ense?ar a los usuarios a utilizar el sistema operativo Window 95. La serie hab¨ªa alcanzado gran ¨¦xito durante su reposici¨®n veraniega y Aniston y Perry cumpl¨ªan un rol familiar y entretenido que resulta hipn¨®tico en su paseo por las oficinas de Microsoft, incluyendo la aparici¨®n estelar de Bill Gates. La tira c¨®mica da lugar a delirantes situaciones, como una Jennifer emocionada por saber abrir el Explorer ("?mira Matty, estoy interneteando!"), aunque es realmente dif¨ªcil no dejarse distraer por lo bien colocado que Jennifer tiene el peinado.
Consigui¨® ser m¨¢s famosa que su pelo
El dorado "peinado Rachel" (ahuecado por arriba, con las puntas hacia dentro) fue un sorprendente fen¨®meno de los 90 tan imitado y comentado que la cadena estadounidense donde se emiti¨® la serie, NBC, prohibi¨® a Aniston cambiarse el corte de pelo sin su consentimiento. Este mismo a?o la propia Jennifer ha recordado en Glamour que odiaba ese peinado, y que ni siquiera era capaz de hac¨¦rselo sola porque no se le da bien manejar el secador con difusor.
Afortunadamente para su fama y su carrera, millones de mujeres no estaban de acuerdo con su opini¨®n en Allure Magazine de que es "el peinado m¨¢s feo que ha visto en su vida". Si 20 a?os despu¨¦s Jennifer sigue dando titulares sobre "the Rachel", es porque ese ahuecado trascendi¨® tanto como la propia serie (cuyas temporadas se pueden identificar dependiendo del largo de sus puntas). La mitoman¨ªa que rodea ese look se engrandeci¨® cuando su peluquero confes¨® que estaba colocado cuando lo invent¨®. Chris McMillan, que as¨ª se llama el peluquero, es, por cierto, tambi¨¦n el co-propietario junto con Aniston de Living Proof, una empresa de productos capilares que demuestran el instinto comercial de la actriz.
El peinado ya ha desaparecido, pero ella sigue estando de moda. Y muchos a?os que le quedan...
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