El cupl¨¦ como arma subversiva
'Julia de Castro, de la Pur¨ªssima: Anatom¨ªa de una criminal' es una pel¨ªcula protagonizada por la cantante espa?ola m¨¢s explosiva del momento
Proyectada en la ¨²ltima edici¨®n del Festival Rizoma de Madrid,Julia de Castro, de la Pur¨ªssima: Anatom¨ªa de una criminal es uno de esos soplos de aire fresco a los que el nuevo cine espa?ol nos tiene cada vez m¨¢s (mal)acostumbrados. Dirigida por el cineasta Javier Giner, es dif¨ªcil etiquetar este proyecto si se hace con la voluntad de equipararlo a corrientes de bajo presupuesto o a nuevos dogmas autoimpuestos: esta pieza de docuficci¨®n que apenas llega a los treinta minutos es tan salvaje e insobornable como su protagonista, una nunca suficientemente ponderada Julia de Castro, actriz y cantante del grupo La Pur¨ªsima.
Julia de Castro, de la Pur¨ªssima: Anatom¨ªa de una criminal retrata la traves¨ªa de la cantante, que inicia cuando roba su propio retrato de una galer¨ªa de arte para intentar venderlo por el centro de Barcelona. A caballo entre el falso documental y la performance documentada, el equipo de Giner sigue a la cupletista por el centro de la ciudad condal, formando adem¨¢s parte en el proceso creativo de la propia pieza audiovisual. Nacida de una idea original entre Julia de Castro y Javier Giner, el mediometraje recupera el humor de la comedia madrile?a de anta?o, acot¨¢ndola a nuevos formatos y narrativas, y hace de la frivolidad, de nuevo, un g¨¦nero en s¨ª mismo.
Dentro del t¨²rmix referencial que Giner ondea en la pieza, podemos encontrar desde el ¨¢nimo del primer Almod¨®var a los comix underground patrios firmados por Nazario. Pop nacional bien entendido y regurgitado en media hora, la protagonista de Julia de Castro, de la Pur¨ªssima: Anatom¨ªa de una criminal es aupada por el cineasta a la altura de iconos como Sara Montiel o Carmen Sevilla; a niveles de celebrable desfachatez que s¨®lo hab¨ªamos visto en Mar¨ªa Jim¨¦nez. Estas r¨¢fagas de pop castizo entroncan, a su vez, con la sensibilidad de propuestas televisivas actuales en la l¨ªnea de S¨¢lvame y otros derivados de circo victoriano.
Julia de Castro, de la que nunca llegamos a atisbar -como tampoco consiguen los sorprendidos transe¨²ntes con los que se cruza en su viaje- si en c¨ªrculos ¨ªntimos derrocha esa energ¨ªa at¨®mica, es, como se avanz¨® m¨¢s arriba, vocalista del grupo La Pur¨ªssima. En su propuesta musical, que tambi¨¦n es desgranada en el mediometraje, la actriz y cantante cabalga entre el coupl¨¦ y el jazz de forma soberbia, creando un inter¨¦s en su figura que crece de forma imparable: cada vez m¨¢s tabloides quieren fotografiarla, entrevistarla, y poner a todo el pa¨ªs a sus pies. La alta cultura, representada en este caso por Oscar Tusquets, el pintor que firma el cuadro que sirve de detonante a esta historia, tambi¨¦n la reverencia.
Al otro lado del cuadril¨¢tero, est¨¢n Javier Giner y su equipo, construyendo un discurso paralelo al de la diva autoconsciente: la precariedad de un sector audiovisual, cada vez m¨¢s atrincherado, nunca hab¨ªa estado tan bien representada como en los segmentos donde los t¨¦cnicos aprovechan los momentos de par¨®n para engrosar sus reels a base de grabar fashion films de la cupletera; para hacer trabajo alimenticio mientras hacen trabajo alimenticio. Giner, que es la primera vez que se pone frente a las c¨¢maras, se descubre, adem¨¢s, como un int¨¦rprete con potencial y garbo, regal¨¢ndonos alguno de los momentos m¨¢s hilarantes de la pieza.
Aunque Julia de Castro, de la Pur¨ªssima: Anatom¨ªa de una criminal deb¨ªa ser casi una nota al pie de p¨¢gina de la exposici¨®n Amor y muerte que dio lugar y cobij¨® al rodaje, el resultado final de la pel¨ªcula la equipara a algunas de las propuestas m¨¢s estimulantes del cine independiente de autor que venimos viendo desde hace algunos a?os. Su desenfado y falta de pretensiones demuestran, as¨ª mismo, que se puede circular por los arcenes del audiovisual sin negarse a ser eminentemente popular; que se puede ir -pa?uelos al viento- por la calle m¨¢s transitada de una ciudad donde la tauromaquia est¨¢ prohibida con una chaqueta de torero y cantando pasodobles.
La oreja, presidente.
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