Haga as¨ª la depilaci¨®n ¨ªntima femenina para evitar riesgos

Querida lectora: a estas alturas de verano y tras incontables sinsabores intentando mantener dentro del biquini algunas vellosidades rebeldes empecinadas en asomar intr¨¦pidamente cada vez que se tumba en la toalla, tal vez empiece a considerar la posibilidad de una operaci¨®n de exterminio masiva. Puede que incluso crea que as¨ª estar¨¢ m¨¢s limpia, al sudar menos en la entrepierna. O, por qu¨¦ no, acaricie la idea de un t¨®rrido verano sexual donde tanta exuberancia capilar no es bienvenida. Si la expresi¨®n 'depilaci¨®n p¨²bica' (normal, brasile?a, caribe?a o integral) va tomando cuerpo en su mente, sepa que no es oro todo lo que reluce y que meterle mano a la pelusa ¨ªntima (ya sea en la cima del monte de Venus o en las inmediaciones de la vulva) puede acarrear alg¨²n que otro quebradero de cabeza.

La culpable no es otra que la madre naturaleza, que hizo que ¡°el pelo de las ingles sea m¨¢s curvo que en otras ¨¢reas corporales¡±, explica Ram¨®n Grimalt, coordinador del grupo espa?ol de tricolog¨ªa de la Academia Espa?ola de Dermatolog¨ªa y Venereolog¨ªa (AEDV). Al depilar con cera se arrancan los vellos. Y ah¨ª empieza el infierno. Al brotar de nuevo, deben romper la piel para seguir con su crecimiento normal. Pero no siempre lo consiguen, ¡°sobre todo, si la piel est¨¢ reseca o es especialmente gruesa, algo m¨¢s frecuente en mujeres de raza negra e hisp¨¢nica¡±. Lamentablemente, el vello es obstinado y si no puede ir hacia fuera, se abrir¨¢ camino dentro de la dermis (capa interna de la piel). En otras palabras: se enquistar¨¢. Y se infectar¨¢ (como el vello no puede brotar, se produce una peque?a inflamaci¨®n fruto de su fuerza tozuda, dibujando un escenario ideal para el ataque de las bacterias que anidan en el fol¨ªculo, seg¨²n el experto), dando lugar a granos que, en algunos casos, pueden alcanzar asombrosas dimensiones. Es lo que se conoce como pseudofoliculitis, el reverso tenebroso de la depilaci¨®n, capaz de dejar las ingles m¨¢s delicadas como un aut¨¦ntico Ecce Homo.

"El vello no puede brotar hacia fuera cuando la piel est¨¢ reseca o es especialmente gruesa, algo frecuente en mujeres de raza negra e hisp¨¢nica. Entonces, se enquista¡± (Ram¨®n Grimalt, dermat¨®logo)

Las depiladoras el¨¦ctricas o la cuchilla, que no lo arrancan de ra¨ªz sino que lo cortan, tambi¨¦n son art¨ªfices de este desastre. ¡°Los afeitados muy apurados dejan el tallo piloso a ras de piel. Como las cuchillas lo cortan en sentido oblicuo, en ocasiones, la secci¨®n del pelo queda con forma afilada y tiende a darse la vuelta y clavarse en la piel¡±, apunta la doctora Josefina Royo, subdirectora de Instituto M¨¦dico L¨¢ser. ¡°Esto tambi¨¦n sucede con la cera cuando no se llegan a arrancar completamente. Como no se elimina de ra¨ªz, sino que se parte, la inclinaci¨®n del fol¨ªculo y la curvatura de la direcci¨®n del pelo ser¨¢n mayores, con la misma consecuencia: acabar penetrando la piel¡±.

Que se enquiste el vello una primera vez es se?al de que se es propenso, y puede volver a repetirse tantas veces como imagine. ¡°Este tipo de pacientes deben mantener la piel exquisitamente limpia e hidratada, exfoliar sin abusar [el dermat¨®logo determinar¨¢ su frecuencia, pero procure hacerlo con suavidad] y lavar la zona con un gel antis¨¦ptico con clorhexidina [bactericida y fungicida], para evitar la infecci¨®n¡±, aconseja Grimalt. Los casos m¨¢s severos de infecci¨®n acaban en microquir¨®fano, con cirujano tirando de bistur¨ª para extraer el pelo subversivo y limpiar. "Haber pasado en alguna ocasi¨®n por esta mala experiencia no exime de volverse a ver en las misma situaci¨®n en un futuro", aclara el experto. Entonces, ?hay alguna manera de eliminar ese vello p¨²bico no deseado sin provocar una escabechina? Royo propone la depilaci¨®n l¨¢ser. "Como elimina el fol¨ªculo, el vello no vuelve a salir y, por tanto, no se vuelve a enquistar¡±, dice.

Hay seres humanos, sin embargo, a los que la depilaci¨®n genital no les provoca problemas, opten por el m¨¦todo que opten. ?Su vida rasurada es feliz? No d¨¦ por hecho que para siempre. La piel de la zona ¨ªntima, am¨¦n de ser especialmente delicada, est¨¢ sometida a constante fricci¨®n. Y no solo a la que las mentes concupiscentes veraniegas imaginan. La fricci¨®n con la ropa ajustada irrita. Y aviso para runners: el traqueteo continuado en una carrera, tambi¨¦n. ¡°Basta con que alguna bacteria, normalmente el Staphylococcus aureus, una levadura como Pityrosporum ovale o alg¨²n hongo, decida anidar en esa zona erosionada para que se origine una foliculitis [inflamaci¨®n del fol¨ªculo piloso o parte de la piel donde crece el cabello]. En esta ocasi¨®n, no la causa el pelo, sino su ausencia¡±, advierte el dermat¨®logo Gabriel Serrano Sanmiguel. ¡°Se trata con antibi¨®ticos t¨®picos o fungicidas. Si la zona afectada es muy extensa pueden prescribirse antibi¨®ticos o antimic¨®ticos por v¨ªa oral para obtener resultados ¨®ptimos. Incluso antihistam¨ªnicos para reducir la inflamaci¨®n y la picaz¨®n¡±, contin¨²a. Su consejo para evitar la tragedia en tan indecorosa parte de nuestra anatom¨ªa es extremar la higiene para evitar que la zona se convierta en un caldo de cultivo para seres no deseados, evitar el calor y las actividades de ocio que hacen sudar como aer¨®bic o correr, pasarse a protectores solares no grasos y olvidarse de la ropa ajustada.

El ginec¨®logo Andrew De Maria, del Centro Para la Investigaci¨®n Interdisciplinar par la Salud de la Mujer del Departamento de Obstetricia y Ginecolog¨ªa de la Universidad de Texas, lider¨® recientemente un estudio sobre el secreto mejor guardado acerca de la depilaci¨®n ¨ªntima: las complicaciones posteriores. De 369 mujeres estudiadas, de entre 16 y 40 a?os, que afirmaban depilarse todo o parte del vello ¨ªntimo, el 60% confesaba haber tenido al menos en una ocasi¨®n alguna complicaci¨®n al respecto. Esto inclu¨ªa desde irritaciones a infecciones. Otra de las conclusiones del informe es que las mujeres con sobrepeso u obesas tienen m¨¢s probabilidades de padecer este tipo de trastornos, ya que el roce es mayor.

En el sexo tambi¨¦n influye

El vello ¨ªntimo, al margen de consideraciones est¨¦ticas, cumple una funci¨®n: proteger tan delicada zona. ¡°Cuanto m¨¢s se elimine, m¨¢s desprotegida se queda esa zona. Quitar todo el vello alrededor de los labios mayores deja a la mujer m¨¢s proclive a coger candidiasis, incluso a infecciones m¨¢s graves¡±, advierte la ginec¨®loga Carmen Men¨¦ndez, responsable del Departamento de Atenci¨®n Integral de la Salud de la Mujer del Instituto Palacios. El doctor Grimalt a?ade m¨¢s le?a al fuego: ¡°La moda de eliminar radicalmente todo el vello me parece absurda. Esos pelos mantienen a raya las heridas, los golpes genitales y las infecciones durante las relaciones sexuales, actuando de barrera ante las diminutas heridas que se pueden producir en la zona por la fricci¨®n del acto. Si se usa de forma adecuada el preservativo y mantiene el pelo genital sin rasurar, el riesgo de contagio es casi cero. De hecho, la depilaci¨®n integral ha aumentado de forma espectacular los condilomas [verrugas] genitales causados por el virus del papiloma humano (HPV)¡±. Recortarlo para darle algo de forma o dejarlo m¨¢s est¨¦tico no influye en las infecciones.

Despu¨¦s de este panorama digno de thriller, puede que le vengan a la cabeza las advertencias de Gwyneth Paltrow y Cameron D¨ªaz loando las bondades de dejar el tri¨¢ngulo ¨ªntimo cual selva asilvestrada. Pero tambi¨¦n, por qu¨¦ no, una ecu¨¢nime labor period¨ªstica lleva a recordar las valientes palabras de Eva Longoria cuando afirmaba que ¡°toda mujer debe probar, al menos una vez en su vida, la depilaci¨®n brasile?a, pues el sexo es formidable¡±. O, lo que es lo mismo, m¨¢s zona de fricci¨®n, mayor sensibilidad y ¨¢rea despejada para disfrutar del sexo oral. Esta ¨²ltima es la raz¨®n que alimenta la tendencia entre las hipsters neoyorquinas de Williamsburg: el full bush Brazilian, labios totalmente rasurados y monte de Venus con pelo. Seg¨²n las susodichas, esta modalidad de depilaci¨®n eleva el placer en el sexo oral a niveles estratosf¨¦ricos. Los sex¨®logos consultados no les quitan la raz¨®n.

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