Desahucios forzados, lacra de los residentes pobres

El pasado viernes, cientos de familias residentes en el suburbio de Mathare, en la zona este de Nairobi, Kenia, eran desalojadas sin previo aviso por parte de las autoridades de la ciudad. Pero los mismos episodios e im¨¢genes de m¨¢quinas excavadoras destruyendo casas de barro, chapas o ladrillos, se repiten en diferentes ciudades del planeta. Hace escasas semanas ochocientas casas eran demolidas en un barrio informal de Islamabad, en Pakist¨¢n, dejando a miles de personas sin sus hogares. La misma suerte corrieron recientemente los residentes de Kampung Pulo, en Jakarta, Indonesia, tras ser desalojados por orden gubernamental. Pero tambi¨¦n las autoridades de Par¨ªs amenazan a los cerca de trescientos inmigrantes de Hungr¨ªa y Ruman¨ªa del "Samaritain", el asentamiento informal m¨¢s antiguo de la ciudad, de demoler sus casas. Todos ellos tienen dos cosas en com¨²n:

1. Son pobres
2. Residen en barrios pobres de ciudades que priorizan la especulaci¨®n inmobiliaria por encima del desarrollo sostenible y el bienestar de sus ciudadanos.

El art¨ªculo 25.1 de la Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos del a?o 1948, el art¨ªculo 11.1 del Pacto Internacional de Derechos Econ¨®micos, Sociales y Culturales del 1966, o la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Asentamientos Humanos Habitat I, celebrada en Canad¨¢ en 1976, o Habitat II, celebrada en Turqu¨ªa en 1996, han ido recogiendo paulatinamente el derecho a la vivienda adecuada, a los servicios adecuados, y m¨¢s recientemente al desarrollo sostenible en asentamientos humanos.

Sin embargo el derecho a la vivienda no est¨¢ garantizado a los residentes m¨¢s pobres de las ciudades, organizados mayoritariamente en asentamientos informales. De todas las personas que viven en ciudades a nivel mundial, una media del 25% viven en slums o barrios con condiciones de vida muy precarias. Pero en algunos puntos del planeta, como es el caso de ?frica, las cifras de residentes en slums pueden ascender alrededor del 70% de la poblaci¨®n. Por ello, es esencial atender las din¨¢micas que ata?en a esta mayor¨ªa pobre que vive en las ¨¢reas metropolitanas de las ciudades.

En las actuales metas y objetivos del desarrollo sostenible hay uno, el n¨²mero 11, que ya os presentamos en Planeta Futuro, que se dirige directamente a mejorar la vida de los habitantes de los barrios pobres: "Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenible".

La Comisi¨®n de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas reconoce, en su resoluci¨®n 1993/77, que los desahucios forzados son "una pr¨¢ctica que inflige un da?o grave y desastroso a los derechos civiles, pol¨ªticos, econ¨®micos, sociales y culturales b¨¢sicos de muchas personas, tanto en calidad de individuos como de colectividades". Problema global que afecta directamente a los ciudadanos m¨¢s pobres, su soluci¨®n ser¨¢ en los pr¨®ximos a?os, uno de los indicadores b¨¢sicos del desarrollo sostenible de las ciudades.