Recreaciones
Manejando por Arizona, visit¨¦ con mi familia el pueblo de Tombstone
Manejando por Arizona, visit¨¦ con mi familia el pueblo de Tombstone. Como tantos otros pueblos fantasma, Tombstone vive de las recreaciones de hechos sin importancia que a fuerza de insistencia y westerns se han vuelto iconos en el imaginario popular. Ah¨ª vimos, en el OK Corral, c¨®mo un Doc Holliday rengo y taciturno y los hermanos Earp disparaban contra los hermanos Clanton y sus compa?eros, miembros de los Cochise County Cowboys.
A la salida del OK Corral, vimos por la calle a, al menos, otros tres Doc Holliday, todos con sus bastones y sombreros ladeados. Como las recreaciones tienen lugar varias veces a lo largo del d¨ªa, los actores, cuando no est¨¢n actuando, se pasean por el pueblo, salen a comer, se toman una cerveza con sus compa?eros o enemigos de escena. Hacen vida normal, salvo por el hecho de que van vestidos con sus trajes de ¨¦poca y sus d¨ªas transcurren en un pueblo que es en realidad un escenario ¨Cy uno se pregunta qu¨¦ tan claras est¨¢n para ellos las fronteras entre sus vidas y las de los personajes a los que representan.
Mientras mi marido les buscaba sombreros y pistolas de suvenir a los ni?os, me fum¨¦ un cigarro afuera de la tienda con un Doc Holliday. Me cont¨® que su escena se repet¨ªa tres veces al d¨ªa, todos los d¨ªas de la semana y del a?o salvo Navidad y Thanksgiving. Como el salario de los actores de Tombstone es tan bajo, me dijo, muchos tienen que tener un segundo empleo, y pasar temporadas haciendo otros papeles. ?l, por ejemplo, pasaba seis meses del a?o haciendo de Mickey Mouse en Disney. Me pregunt¨® qu¨¦ hac¨ªa. Le dije: escribo. Me dijo: ?por qu¨¦ no hacemos una competencia de ortograf¨ªa? Le dije: ok. Pero entonces sonaron las campanas de la iglesia, y Doc Holliday se par¨® de la banca. Se lade¨® el sombrero y con caballerosidad decimon¨®nica se despidi¨®: ¡°Mucho gusto, se?ora, me tengo que ir a corromper el alma a la cantina. A las cuatro de la tarde mato a una persona, por si usted y su familia quisieran venir¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.