La Francia oficial se aferra a la ley de las 35 horas
Los empleados optan por ampliar sus horarios para conservar el empleo
La original ley francesa que redujo la jornada laboral a 35 horas semanales en el a?o 2000 es, probablemente, una de las m¨¢s cuestionadas en Francia. Si, adem¨¢s, gobiernan los socialistas, el debate se aviva. El ministro de Econom¨ªa, Emmanuel Macron, inici¨® el curso asegurando ante los empresarios que era una falsa idea creer como hizo la izquierda que Francia podr¨ªa ir mejor trabajando menos. Recibi¨® una cerrada ovaci¨®n, pero al d¨ªa siguiente el primer ministro, Manuel Valls, le corrigi¨® p¨²blicamente.
Este debate est¨¢ pre?ado de paradojas. La jornada laboral media de los franceses est¨¢ por debajo de la media de la eurozona (40,9 horas semanales), pero se sit¨²a en las 39,4 horas. Las reformas legales de los ¨²ltimos 15 a?os han flexibilizado tanto la ley que su aplicaci¨®n registra miles de excepciones en miles de empresas. Aun as¨ª, el Gobierno socialista planea otro cambio para reducir su impacto. La ley ofrece, critican los conservadores, una imagen nefasta a los inversores de un pa¨ªs poco trabajador. Lo cierto es que una norma pensada para generar empleo no ha evitado que Francia registre hoy su mayor tasa de paro de su historia reciente: 10,5%.
La ley de las 35 horas es un emblema de la izquierda y acabar con ella arrasar¨ªa, quiz¨¢, sus opciones electorales, ya bajo m¨ªnimos. La norma lleva el nombre de su creadora, la socialista Martine Aubry, hoy jefa de los rebeldes socialistas que encarnan el ala izquierda del partido. Es la facci¨®n que tacha a Valls y Macron de demasiado liberales y de no defender las esencias de la izquierda. Derogar la ley ser¨ªa una declaraci¨®n de guerra y poner en riesgo la mayor¨ªa parlamentaria, ya agrietada en anteriores ocasiones.
El pragmatismo, mientras tanto, se impone. El 56% de los casi 800 empleados de la f¨¢brica de Smart en Hambach, junto a la frontera alemana, votaron el viernes a favor de aumentar la jornada a 39 horas (aun cobrando solo 37) a cambio de conservar sus empleos. Los sindicatos, eso s¨ª, se niegan a aceptar el cambio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.