?Hay un Nessie en mi pantalla!
Ryan Germick lidera el equipo encargado de ¡®animar¡¯ el logo de Google Sus ¡®doodles¡¯, aplaudidos homenajes al monstruo del lago Ness, Pac-Man o la Tomatina, persiguen un ¨²nico objetivo: sorprender y alimentar la curiosidad
Se mud¨® a San Francisco, busc¨® trabajo y, a la primera, lo encontr¨® en Google. Dos a?os despu¨¦s de este veni, vidi, vinci, Ryan Germick se convirti¨® en ¡°el tipo de los doodles¡±, es decir, el responsable del equipo que se encarga de humanizar el logo de la web m¨¢s visitada del mundo. ?Lo suyo fue una cuesti¨®n de suerte, de talento, de estar en el momento y lugar adecuados? ¡°Perseverancia, dir¨ªa yo. Fui el que m¨¢s tiempo aguant¨® cuando todos pensaban que los doodles (garabatos en castellano) eran un asunto de segunda¡±, reconoce entre risas durante una visita a Espa?a.
Germick, de 34 a?os y procedente de Indiana, estudi¨® en la prestigiosa Parsons School of Design de Nueva York y tiene una doble titulaci¨®n en Ilustraci¨®n y Escritura Creativa. Adem¨¢s, aprendi¨® a dise?ar p¨¢ginas web, algo que le permiti¨® ganarse la vida como freelance durante cinco a?os. Solo alguien con esa heterodoxa mezcla de conocimientos pod¨ªa dotar de alma a los doodles.
¡°Soy afortunado, trabajo en una empresa que me garantiza cada ma?ana un zumo de naranja reci¨¦n exprimido totalmente gratis¡±. Germick quita hierro al hecho de poseer el empleo m¨¢s cool del mundo: ¡°Paso buena parte del d¨ªa contestando correos. Quiero que esto se sepa¡±. La otra parte de su trabajo consiste en organizar maratones de brainstorming para tratar de sorprender a media humanidad con el doodle del d¨ªa. ¡°Trabajamos con un a?o de antelaci¨®n, hay cierta flexibilidad, pero, en general, planificamos todo. Las decisiones sobre a qu¨¦ dedicar nuestro homenaje son muy discutidas. Se rigen m¨¢s por el deseo de sorprender que por un calendario de aniversarios. Queremos sacarle una sonrisa a la gente, pero a la vez provocar su curiosidad¡±. Germick no tiene ning¨²n problema en reconocer que su misi¨®n es dispersar ¨Ca¨²n m¨¢s¨C al personal y lograr que se dejen llevar por el doodle de turno. ¡°Hasta el usuario m¨¢s disciplinado est¨¢ condenado a distraerse dos minutos en Internet, y queremos darle la oportunidad de pinchar, jugar un rato o pensar en otra cosa¡±.
Uno de los ¡®doodles¡¯ favoritos fue el dedicado a un teclado interactivo que permit¨ªa al usuario componer su propia m¨²sica. En 24 horas se crearon 54 millones de minicanciones
Los integrantes del equipo que lidera Germick, compuesto por artistas, dibujantes, ilustradores¡ ¨C¡°gente que ha estudiado en escuelas de arte¡±, resume ¨¦l¨C, son conocidos como los doodlers. Conforman una especie de tribu dentro de Google, una empresa gigantesca donde abundan los t¨ªtulos de ingenier¨ªa. Se les puede encontrar en la segunda planta del edificio 43 de la sede de Google de Mountain View, California, en un espacio di¨¢fano poblado de monitores de ordenador y de cientos de post-its de colores pegados por todas partes. ¡°Recuerda, m¨¢s que a una oficina, a las zonas comunes de una residencia de estudiantes¡±, describi¨® una revista estadounidense. ¡°?Exageraciones!¡±, asegura Germick entre carcajadas. ¡°La gente no entiende bien lo serio que es nuestro trabajo. Es divertido, no lo voy a negar, pero somos pocos para tantos doodles. ?M¨¢s de una vez he tenido que explicar a los que quieren trabajar con nosotros que esto es una tarea de verdad!¡±.
Google public¨® su primer doodle el 30 de agosto de 1998. Era una especie de mensaje de ¡°Estamos fuera de la oficina¡± que dejaron los responsables, concretamente Sergey Brin, para avisar de que ya se pod¨ªa acabar el mundo, ellos se marchaban al festival Burning Man. Hab¨ªan pasado dos a?os desde que Brin y Larry Page crearan en un dormitorio de la Universidad de Stanford el que luego ser¨ªa el buscador m¨¢s usado del mundo, y solo una semana desde que Google se hubiera constituido como empresa. ¡°Fue exactamente as¨ª¡±, confirma Germick, que entonces acababa de terminar el instituto. ¡°Sergey lo hizo con el programa GIMP, una especie de Photoshop para el sistema operativo Linux¡±.
Desde entonces, los doodles se han ido sofisticando y han terminado por ser un asunto de dominio p¨²blico. Cada vez que sale uno nuevo se generan cientos de art¨ªculos en la prensa de todo el mundo, las meteduras de pata se airean en todos los idiomas, y el equipo crea bajo la presi¨®n de que millones de personas de culturas diferentes van a juzgar durante las 24 horas siguientes su trabajo.
Se toman tan en serio sus garabatos que para celebrar el 170? cumplea?os de Chaikovski estuvieron varios d¨ªas fotografiando a los integrantes del San Francisco Ballet mientras bailaban El lago de los cisnes. Cuando decidieron recordar a la core¨®grafa Martha Graham, estudiaron en v¨ªdeo sus movimientos m¨¢s ic¨®nicos hasta que consiguieron trazar con ellos el logo de Google. Durante el Mundial de F¨²tbol de 2014 se trasladaron a Brasil y desde all¨ª hicieron un doodle cada d¨ªa en funci¨®n de los resultados de los partidos. ¡°Trabaj¨¢bamos tan r¨¢pido que a veces cometimos errores graves como, por ejemplo, confundir al equipo de Camer¨²n con el de Ghana y poner una bandera equivocada¡±.
Cada metedura de pata revienta el tel¨¦fono de Germick. ¡°A veces nos enteramos en 10 segundos. Otras, cuando amanece en los pa¨ªses correspondientes. Es entonces cuando suena el m¨®vil en medio de la noche y te despiertan con un ¡®?qu¨¦ hab¨¦is hecho!¡¯. Esto ya tiene menos gracia¡±. Aunque la mayor parte del equipo est¨¢ en Mountain View, disponen de una red de responsables locales en casi todo el mundo que les facilitan informaci¨®n sobre fechas y personajes relevantes. ¡°En general, lo que m¨¢s nos critican es la elecci¨®n de los temas. Muchas veces la gente cree que en esa fecha ha pasado algo m¨¢s importante y casi siempre nos ponen a caldo en las redes sociales. Ya se sabe que Internet no es precisamente un sitio de di¨¢logo y mesura¡±.
Otra gran ventaja del trabajo de Germick es que en medio de Silicon Valley nadie le exige tener ¨¦xito. Nadie mide, por ejemplo, el tr¨¢fico que genera un doodle. ¡°Tenemos m¨¢s libertad creativa que otros departamentos, aunque cada p¨ªxel deba ser aprobado. Y no nos obsesionamos por el ¨¦xito de un dibujo en concreto, buscamos que todos cumplan la misi¨®n de aportar conocimiento¡±. De todos modos, y por dar datos cuantitativos, a?adir que uno de los doodles favoritos de Germick fue el dedicado a Robert Moog, creador de los sintetizadores Moog: un teclado interactivo que permit¨ªa al usuario componer su propia m¨²sica, grabarla y compartirla. En 24 horas se compusieron 54 millones de minicanciones. Se necesitar¨ªan 57 a?os para reproducirlas todas de un tir¨®n. As¨ª se mide el ¨¦xito de un doodle.
Otra forma de hacerlo ser¨ªa a partir de las falsificaciones: Germick ha visto miles de ?doodles falsos. ¡°Es curioso, si vas a Twitter y buscas ¡®Google doodles¡¯, encuentras a un mont¨®n de gente que hace los suyos. Ahora hay una especie de moda muy rara que consiste en hacer el doodle con un rotulador incrustado en la nariz. Por alguna raz¨®n la gente lo encuentra muy divertido¡±.
La mitolog¨ªa tambi¨¦n es un buen term¨®metro para determinar el ¨¦xito de un doodle. Abundan las leyendas urbanas. ¡°Hay una historia que ni siquiera yo estoy en condiciones de ratificar. Se cuenta que alguien us¨® un doodle para pedir matrimonio¡ Es lo que se dice por ah¨ª. Yo ni confirmo ni desmiento¡±, cuenta Germick. Pero, claro, los jefes son siempre los ¨²ltimos en enterarse.
elpaissemanal@elpais.es
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