Recuperar la fe en la humanidad

La negligencia mostrada por muchos Gobiernos europeos hacia miles de personas que han tenido que huir de sus hogares ha causado una oleada de indignaci¨®n ciudadana. Sin embargo, parece que hemos tenido que ver la terrible fotograf¨ªa de Aylan Kurdi para reaccionar. Es un esc¨¢ndalo inaceptable que dicha reacci¨®n haya llegado tras tanto tiempo y tantas muertes.

Ahora tengo la sensaci¨®n de que la gente ha recuperado el sentimiento de humanidad. En 1978 tuve que huir de la brutal dictadura de Idi Amin en Uganda para llegar al Reino Unido, un pa¨ªs con las puertas abiertas a personas como yo, una joven refugiada africana de 18 a?os que pudo quedarse.

Mi historia podr¨ªa haber acabado de forma totalmente distinta si las puertas de este refugio europeo se me hubieran cerrado hace 40 a?os. Por eso, este recuerdo se convierte ahora en un llamamiento. Hoy el mundo est¨¢ viviendo una crisis migratoria global. Verla solamente desde la perspectiva de Europa significa ignorar la foto global. Seg¨²n la ONU, a finales de 2014, 59,5 millones de personas hab¨ªan huido de sus hogares. La cifra m¨¢s alta desde la II Guerra Mundial.

En Oxfam somos testigos del terrible sufrimiento humano que, cada d¨ªa, obliga a muchas personas a exiliarse, pues trabajamos en nueve de los 10 principales pa¨ªses de origen de los refugiados. Para nosotros, est¨¢ claro que los conflictos son la principal causa de la emigraci¨®n forzosa. La mayor¨ªa de los que llegan a Europa por mar huyen de la persecuci¨®n o la guerra. Y, sin embargo, es posible evitar los conflictos. Deber¨ªamos cuestionar a los l¨ªderes que los inician o prolongan, pero son incapaces o no quieren responsabilizarse de las consecuencias humanas de sus acciones.

La financiaci¨®n es clave para satisfacer las necesidades diarias de las personas que han huido. A corto plazo, esto implica dar fondos a programas de ayuda a los refugiados que necesitan financiaci¨®n urgentemente. A largo plazo, es necesario abordar las causas subyacentes de los conflictos, la desigualdad, la pobreza y el cambio clim¨¢tico.

Los conflictos son la principal causa de la emigraci¨®n forzosa. La mayor¨ªa de los que llegan a Europa por mar huyen de la persecuci¨®n o la guerra

Lograr un equilibrio es esencial puesto que, actualmente, los pa¨ªses m¨¢s pobres, que acogen al 86% de la poblaci¨®n refugiada mundial, est¨¢n cargando con todo el peso de la crisis migratoria. La llegada de refugiados, que no representan ni el 1% de los m¨¢s de 500 millones de habitantes de la UE, no supone amenaza alguna para las infraestructuras europeas. Mientras a principios de este a?o Europa se peleaba por el reasentamiento de 20.000 refugiados, Turqu¨ªa acog¨ªa a m¨¢s de mill¨®n y medio. En L¨ªbano, los refugiados equivalen a una cuarta parte de la poblaci¨®n. Por eso, pedimos a los pa¨ªses ricos que ofrezcan protecci¨®n internacional al 5% de los refugiados sirios.

Las personas que se ven obligadas a ¡°desplazarse de manera forzosa¡± se han convertido en las protagonistas de la actual crisis migratoria. Pero esto no resta gravedad a la dif¨ªcil situaci¨®n de los emigrantes que ponen en riesgo sus vidas por motivos econ¨®micos, tratando de escapar de la pobreza o la desigualdad.

Las pol¨ªticas migratorias europeas deben anteponer las vidas de los migrantes y su protecci¨®n, sin importar de d¨®nde vengan o por qu¨¦ motivo. Creemos que Europa tiene la responsabilidad de garantizar sus derechos y sus necesidades b¨¢sicas. Lo que m¨¢s me preocupa es el lenguaje antiinmigraci¨®n que menosprecia el valor de la vida, convirtiendo a los migrantes en ciudadanos de segunda. Algo terrible debe de estar ocurriendo para que l¨ªderes y medios de comunicaci¨®n se permitan hablar con desprecio de este atroz sufrimiento. Sin un sentimiento com¨²n de humanidad no es sorprendente que las intervenciones pol¨ªticas sean tan vanas.

En Oxfam creemos firmemente que todas las vidas humanas tienen igual valor y potencial. Ahora es el momento de mostrar solidaridad con la poblaci¨®n migrante. Por eso pedimos a la sociedad que nos ayude a humanizar las voces de los migrantes que hay en todo el mundo. Debemos compartir sus historias, promover las campa?as de las organizaciones humanitarias y de la sociedad, y mantenernos firmes ante cualquier afirmaci¨®n que menosprecie la protecci¨®n de vidas humanas.

El sentimiento de humanidad que ansiamos, y que conozco por experiencia propia, no est¨¢ fuera de nuestro alcance. No hay otra respuesta posible ante la tr¨¢gica situaci¨®n en la que se encuentran hoy tantos migrantes. Es necesario llevar paz y seguridad a sus pa¨ªses de origen, pero usar esto como excusa para cerrarles las puertas no es sino una muestra de cobard¨ªa.

Winnie Byanyima es directora ejecutiva de Oxfam Internacional.