La verdadera Europa
Merkel y Hollande aciertan al denunciar el populismo xen¨®fobo
Europa no puede ni debe olvidar ¡ªtras haber dejado atr¨¢s el impacto inicial de las dram¨¢ticas fotograf¨ªas de hace algunas semanas¡ª el desaf¨ªo que supone la llegada de miles de personas que a diario siguen tratando de cruzar las fronteras para huir de la guerra o simplemente buscar una vida mejor. Por eso fue un acierto que ayer abordaran el problema en el Parlamento Europeo la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente franc¨¦s, Fran?ois Hollande. La historia demuestra que cuando las dos locomotoras europeas empujan en la misma direcci¨®n, las posibilidades de superar con ¨¦xito cualquier problema se multiplican.
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Ambos subrayaron que lo primero es garantizar la vida de los que huyen. Por muy eficaz que sea para algunos, en t¨¦rminos electorales, hablar de la Europa de los mercaderes, la Uni¨®n Europea tiene una base humanista y unos valores claros, entre ellos el derecho de asilo y la voluntad de integraci¨®n. Esos valores sufrieron ayer serios ataques cuando tanto Merkel como Hollande fueron insultados y calumniados ¡ªen el hemiciclo de Estrasburgo¡ª por diversos exponentes del populismo que avanza en algunos pa¨ªses europeos.
Tal y como ha advertido esta semana en Madrid la excomisaria europea y exministra de Exteriores italiana Emma Bonino, es urgente combatir las enfermedades del nacionalismo, la xenofobia, el populismo y el racismo que se extienden como una mancha de aceite por diversos pa¨ªses de Europa; enfermedades muy dif¨ªciles de combatir y erradicar una vez que est¨¢n implantadas.
La soluci¨®n a la inmigraci¨®n masiva es compleja y larga. No hay f¨®rmulas milagrosas, y menos en ausencia de una pol¨ªtica com¨²n europea, y s¨ª gestos de coraje pol¨ªtico y de inteligencia econ¨®mica. As¨ª ha demostrado entenderlo Merkel cuando decidi¨® no cerrar las puertas de Alemania a los refugiados, y lo ha confirmado asumiendo ¡ªcon el riesgo que ello implica¡ª el control directo de la crisis. Y as¨ª lo ha entendido Hollande, que, con un panorama interno m¨¢s complicado que el de la canciller ¡ªcomo demostr¨® el desprecio con el que ayer le habl¨® en la Euroc¨¢mara la ultraderechista Marine Le Pen¡ª respalda una pol¨ªtica de acogida que, con sus dificultades y limitaciones, responde b¨¢sicamente a lo que es la esencia de la Europa democr¨¢tica. Solo con el impulso de Berl¨ªn y Par¨ªs se podr¨¢, como apunt¨® ayer Merkel, establecer un nuevo sistema de reparto de refugiados y, lo que es m¨¢s importante, ¡°luchar contra las causas¡± que llevan a millones de personas a abandonar sus pa¨ªses.
El asunto de los refugiados est¨¢ entre los principales y m¨¢s urgentes de los que tiene Europa. Mal gestionado, puede poner al continente en graves dificultades. Pero el verdadero problema es el avance del nacionalismo y el populismo, que amenazan con destruir Europa. Merkel y Hollande lo dejaron claro ayer.
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