Sin selva no hay kawahivas
Las empresas madereras amenazan gravemente la supervivencia de una tribu no contactada en plena selva amaz¨®nica en Brasil
El 12 de octubre de 1492 la expedici¨®n de Crist¨®bal Col¨®n desembarc¨® por primera vez en Am¨¦rica, un acontecimiento que iba a suponer una revoluci¨®n en la Historia mundial. Adem¨¢s de las exuberantes selvas con miles de especies vegetales y animales que desconoc¨ªa, Col¨®n descubri¨® que exist¨ªan poblaciones ind¨ªgenas aisladas para las cuales su llegada supuso una amenaza. En pleno siglo XXI, solo unas decenas de poblaciones tribales en el mundo han conseguido permanecer sin contacto con las sociedades de su entorno y viven en una lucha constante contra la explotaci¨®n de los recursos naturales y la amenaza industrial de esquilmar la selva. Coincidiendo con el d¨ªa de la Hispanidad, la organizaci¨®n Survival International ha lanzado una campa?a para tratar de salvar el h¨¢bitat amaz¨®nico brasile?o de los ¨²ltimos miembros de una de las tribus m¨¢s vulnerables del mundo, los kawahiva, un peque?o grupo ind¨ªgena, cazador-recolector, que todav¨ªa no ha tenido contacto con la civilizaci¨®n.
La selva del Amazonas es la que m¨¢s poblaciones ind¨ªgenas no contactadas alberga en el planeta con 77 grupos tribales, seg¨²n los datos de la Fundaci¨®n Nacional del Indio en Brasil (FUNAI), organismo gubernamental para los asuntos ind¨ªgenas. Los kawahiva son unos de los m¨¢s vulnerables tras resistir durante d¨¦cadas a la amenaza de la deforestaci¨®n ilegal por parte de las compa?¨ªas madereras de Colniza en el estado de Mato Grosso (Brasil). La organizaci¨®n Survival International, dedicada a proteger el derecho de los ind¨ªgenas a mantener sus sociedades, explica que el h¨¢bitat de esta tribu, R¨ªo Pardo, sufre las tasas de deforestaci¨®n ilegal m¨¢s altas de la Amazonia brasile?a ya que, seg¨²n sus datos, el 90% de los ingresos del municipio de Colniza proviene de la tala ilegal.
La FUNAI estimaba en 2011 que el ¨²ltimo grupo de kawahiva estaba compuesto por cerca de 50 personas que no tienen contacto amigable con for¨¢neos porque el avance de las compa?¨ªas madereras ha hecho que el grupo se haya ido dividiendo gradualmente. Seg¨²n Survival International, ¡°es probable que muchos fueran asesinados por for¨¢neos que roban sus tierras y recursos o perecieran a causa de enfermedades como la gripe o el sarampi¨®n frente a las que no tienen inmunidad¡±.
Poco m¨¢s se sabe de este grupo humano no contactado salvo por el rastro que se encuentra de ellos en su huida a trav¨¦s de la selva. La ONG explica que antiguos claros en la vegetaci¨®n sugieren que hace varias generaciones probablemente tuvieran asentamientos estables donde cultivaban ma¨ªz y yuca, llevando una vida m¨¢s sedentaria. El ¨²ltimo huerto en su territorio fue encontrado hace m¨¢s de 30 a?os, en las obras para construir una nueva carretera en la regi¨®n y seg¨²n los investigadores, desde entonces los kawahiva han establecido una vida n¨®mada levantando peque?os campamentos temporales.
Los trabajadores de campo de FUNAI que estudian el territorio de R¨ªo Pardo han encontrado campamentos abandonados repentinamente donde los kawahiva abandonaron en su huida arcos, flechas y restos de comida que indican que cazan animales salvajes como pecar¨ªes, monos y aves, y pescan en los riachuelos de sus tierras. Recolectan frutas, nueces y bayas de la selva, y construyen complejas escaleras en los ¨¢rboles para recolectar miel de las colmenas. Es probable que tengan mascotas, ya que los investigadores han encontrado plumas y peque?as jaulas para periquitos. Rodeando los campamentos, los investigadores encontraron vallas construidas con ramas de palmera, descubrimiento que se considera inusual y que podr¨ªa utilizarse para mantener alejados a los animales salvajes o evitar ataques de for¨¢neos.
Si la opini¨®n p¨²blica no puede persuadir al ministro de Justicia para actuar, los kawahivas ser¨¢n aniquilados Stephen Corry, director Survival
Survival International asegura que la existencia de la tribu y su actividad cazadora recolectora permite que el h¨¢bitat se conserve en buen estado en una selva considerada el pulm¨®n del planeta. Frenar la tala ilegal en la regi¨®n se hace necesario para mantener con vida a este grupo humano en cuyo territorio la ONG ha detectado tala ilegal a tan solo 70 metros de campamentos abandonados.
La organizaci¨®n explica que ¡°el drama de los kawahivas es tan grave que, en 2005, un fiscal inici¨® la primera investigaci¨®n llevada a cabo en Brasil sobre el genocidio de un pueblo ind¨ªgena aislado¡±. Seg¨²n la ONG, ¡°29 personas sospechosas de estar involucradas en el asesinato de kawahivas, entre ellas un exgobernador estatal y un jefe de la polic¨ªa, fueron arrestadas, pero posteriormente puestas en libertad¡± y que ahora el caso sigue paralizado por falta de pruebas.
Tras 17 a?os de investigaciones, en 2011 la FUNAI difundi¨® un v¨ªdeo in¨¦dito en el que se mostraban im¨¢genes de un encuentro casual con los ¨²ltimos miembros de la tribu para demostrar su existencia, negada por las compa?¨ªas madereras, y argumentar la necesidad de proteger el territorio.
En un ¨²ltimo intento por salvarles, este a?o, coincidiendo con el d¨ªa de la Hispanidad, Survival International ha lanzado una campa?a urgente de recogida de firmas para que el ministro de justicia de Brasil firme un decreto que protege el ¨¢rea de R¨ªo Pardo. La organizaci¨®n explica que entre 2000 y 2011 se destruyeron 4.319 hect¨¢reas de selva aunque se?alan que seg¨²n la Constituci¨®n de Brasil, la tierra de los kawahivas deber¨ªa haber sido demarcada y protegida como un territorio ind¨ªgena para el a?o 1993.
La ONG recoge firmas para que el ministro de justicia de Brasil firme un decreto que proteja el h¨¢bitat de este pueblo en el ¨¢rea de R¨ªo Pardo
¡°Si la opini¨®n p¨²blica no puede persuadir al ministro de Justicia para actuar, y r¨¢pido, los kawahivas ser¨¢n aniquilados, y tendr¨¢ que dar testimonio de la extinci¨®n de otro pueblo ind¨ªgena m¨¢s¡±, afirma el director de Survival International, Stephen Corry. ¡°No se puede tolerar que esto suceda. La continuidad de la supervivencia de los kawahivas nos enriquece a todos. No solo porque representan una interpretaci¨®n ¨²nica de lo que significa ser humano, sino porque defender sus derechos territoriales conlleva tambi¨¦n la protecci¨®n del futuro de la Amazonia. Si podemos proteger la selva por ellos, ellos proteger¨¢n la naturaleza, por todos nosotros¡±.
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