Dame veneno que quiero vivir
Europa recopila la mayor colecci¨®n de toxinas animales del mundo con la esperanza de que sirva para desarrollar f¨¢rmacos m¨¢s r¨¢pido
Las compa?¨ªas farmac¨¦uticas se quejan a menudo de lo caro y largo que es desarrollar un nuevo medicamento. No tienen ni idea. La naturaleza est¨¢ repleta de animales que han dedicado millones de a?os de evoluci¨®n y sacrificado incontables vidas para encontrar la sustancia bioqu¨ªmica perfecta. Existen caracoles marinos que producen insulina para matar a sus presas. El picotazo de una abeja contiene mol¨¦culas capaces de adentrarse en el cerebro desde el torrente sangu¨ªneo con m¨¢s facilidad que cualquier droga fabricada por la industria. Y de la saliva de un lagarto venenoso se aisl¨® un nuevo f¨¢rmaco ya en uso contra la diabetes. Conscientes de todo esto, un consorcio de siete empresas y centros de investigaci¨®n de varios pa¨ªses europeos se lanzaron hace cuatro a?os a recopilar la mayor base de datos de toxinas del mundo.
Los resultados de Venomics, financiado con seis millones de euros de la Uni¨®n Europea, se acaban de presentar en Par¨ªs. Este diario fue invitado a asistir por la empresa valenciana Sistemas Gen¨®micos, que ha participado en el proyecto. En total se ha recogido veneno de 203 animales diferentes. La mayor¨ªa de este ¡°El Dorado¡± farmacol¨®gico, como lo definen sus creadores, est¨¢ a¨²n por explorar.
La mayor¨ªa de este ¡°El Dorado¡± farmacol¨®gico est¨¢ a¨²n por explorar
Los venenos son c¨®cteles de muchas sustancias, en ocasiones m¨¢s de 1.000. Algunas de esas toxinas son letales y otras pueden ser lo contrario. Por ejemplo, hay un caracol marino que segrega un analg¨¦sico 1.000 veces m¨¢s potente que la morfina y que ya se usa para enfermos con dolor intratable. Anestesiar a la v¨ªctima antes de matarla parece un comportamiento muy considerado para un caracol, pero todo tiene sentido. Estos animales avanzan muy lento, por lo que necesitan que su presa caiga redonda justo frente a ellos. El anest¨¦sico es solo uno de los compuestos del veneno que ayudan a conseguirlo.
La mayor¨ªa de bases de datos reunidas hasta ahora se centraban en animales ¡°cl¨¢sicos¡±: serpientes, ara?as, escorpiones... y eran fragmentarias. Varios miembros del equipo viajaron a la Guayana Francesa, la isla de Mayotte y la Polinesia en busca de especies que no se hubieran analizado antes. Aparte de los ¡°cl¨¢sicos¡± su colecci¨®n incluye peces, pulpos, medusas, escolopendras, abejas, abejorros, avispas y hormigas, entre otros. Para capturarlos val¨ªa todo, desde una botella de pl¨¢stico cortada por la mitad para cazar ara?as, a localizar y operar a un heloderma, un lagarto cuyo veneno nunca se hab¨ªa analizado, gracias a una empresa belga especializada en vender toxinas y venenos.¡°No quer¨ªamos matarlo, as¨ª que lo anestesiaron y le extrajeron una de sus dos gl¨¢ndulas de veneno¡±, recuerda Fr¨¦d¨¦ric Ducancel, investigador de la Comisi¨®n de Energ¨ªa Alternativa y At¨®mica de Francia y encargado de la recolecci¨®n de animales.
Un caracol marino que segrega un analg¨¦sico 1.000 veces m¨¢s potente que la morfina
Capturada la ponzo?a, el equipo se centr¨® en obtener la receta para cocinarla. Para ello se secuenci¨® el ARN de las gl¨¢ndulas que producen el veneno. El ARN es la mol¨¦cula que lee las instrucciones escritas en el ADN y las transcribe para producir p¨¦ptidos, las peque?as prote¨ªnas que componen el veneno. La tecnolog¨ªa usada, conocida como transcript¨®mica de novo, analiza en masa todo el ARN presente en una muestra y despu¨¦s identifica solo los fragmentos que interesan. ¡°Se podr¨ªa decir que es como montar un puzle de 500.000 piezas sin tener el dibujo de referencia¡±, explica Rebeca Mi?ambres, responsable de proyectos de la empresa valenciana Sistemas Gen¨®micos, encargada de esta fase del proyecto y de la elaboraci¨®n de la base de datos final. Esta tecnolog¨ªa, que hace cinco a?os no exist¨ªa, identifica mol¨¦culas de inter¨¦s farmacol¨®gico varias veces m¨¢s r¨¢pido que la industria farmac¨¦utica, resalta Mi?ambres.
?Propiedad intelectual
¡°Esto nos ha permitido reducir al m¨¢ximo el n¨²mero de animales sacrificados¡±, explica Ducancel. Adem¨¢s, ¡°el 90% de todos los animales venenosos son muy peque?os¡±, resalta este vir¨®logo y, gracias a la tecnolog¨ªa usada se ha podido explorar el potencial farmacol¨®gico de sus venenos ¡°por primera vez¡±.
La base de datos final contiene secuencias de 25.000 toxinas. De todas ellas, el laboratorio de Renaud Vincentelli, en la Universidad de Aix-Marsella y el CNRS, ha conseguido sintetizar in vitro 4.000 toxinas, un paso clave hacia un posible uso farmacol¨®gico. Su equipo cocina las toxinas gracias a bacterias a las que introduce parte de la maquinaria gen¨¦tica de los animales.
Ahora, otros miembros del consorcio rastrean ese banco de toxinas en busca de sustancias con efecto farmacol¨®gico. Por el momento hay 30 que podr¨ªan transformarse en f¨¢rmacos ¡°contra enfermedades autoinmunes, esclerosis m¨²ltiple o artritis¡±, explica Frosty Loechel, de la empresa danesa Zealand Pharma. ¡°La tasa de ¨¦xito de nuevos f¨¢rmacos es muy baja y esperamos que esto nos ayude a aumentarla¡±, a?ade.
En la Tierra existen unas 170.000 especies venenosas diferentes. Seg¨²n Ducancel, solo conocemos la punta del iceberg porque hay muchas trabas. Una es la propiedad intelectual. Muchos pa¨ªses con gran biodiversidad son muy celosos de protegerla, dice, o quieren una compensaci¨®n econ¨®mica si una toxina acaba siendo patentada. Por eso el proyecto se centr¨® en territorios franceses de ultramar y se limit¨® al ¨¢mbito de la UE. Si de aqu¨ª sale alguna patente esta ser¨¢ para una empresa u otro socio del proyecto. ¡°Como proyecto europeo aqu¨ª se buscaba estimular el negocio la econom¨ªa y los empleos¡±, admite Ducancel. Y ahora, dice, ¡°?por qu¨¦ no hacer la biblioteca de todos los venenos europeos?¡±.
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