La raz¨®n por la que las azafatas del 'Un, dos, tres¡' eran tan flacas y tan monas, al descubierto
Un estudio reciente revela lo diferente que era cuidarse en los a?os 70 y 80
El heavy metal, Nacha Pop, Los Goonies, E.T. o las azafatas del Un, dos, tres¡ Los a?os 80, a pesar de las hombreras, molaron. Y por si fuera poco, era mucho m¨¢s f¨¢cil mantenerse delgado. Investigadores de la Universidad de York en Toronto han descubierto que los miembros de la Generaci¨®n Y (nacidos entre 1981 y 2000) pesan m¨¢s que los que eran adultos en las d¨¦cadas de los a?os setenta y ochenta, incluso comiendo la misma cantidad de alimentos y haciendo el mismo ejercicio. El estudio, publicado en Obesity Research, compar¨® los datos diet¨¦ticos de 1971 y los de 2008 de cerca de 36.400 adultos. Tambi¨¦n analiz¨® los referentes a la actividad f¨ªsica de 14.400 adultos de 1988 y 2006. Los autores encontraron que el ¨ªndice de masa corporal (IMC) de una persona en 2006 era 2,3 puntos m¨¢s alto que alguien de la misma edad en 1988, incluso comiendo el mismo n¨²mero de calor¨ªas, con el mismo porcentaje de prote¨ªnas y grasas, y haciendo la misma cantidad de ejercido. "Nuestros resultados sugieren que si usted tiene 25 a?os, deber¨ªa comer menos y hacer m¨¢s ejercicio de lo que hicieron sus mayores, para prevenir el aumento de peso," se?al¨® en un comunicado Jennifer Kuk, uno de los autores. Estos hallazgos subrayan que el control de peso no es solo una regla matem¨¢tica entre calor¨ªas consumidas frente a calor¨ªas quemadas. "Es similar al saldo de nuestras inversiones, no podemos restar el dinero retirado del depositado, hay que tener en cuenta las fluctuaciones del mercado de valores, comisiones bancarias, o las tasas de cambio de divisas", se?al¨® Kuk.
?Pero cu¨¢l es la comisi¨®n, kilogr¨¢micamente hablando, que tenemos que pagar por la fluctuaci¨®n cal¨®rica??Los autores no est¨¢n seguros, aunque apuntan algunas teor¨ªas. ¡°Podr¨ªa ser una combinaci¨®n de aumento de la exposici¨®n a sustancias qu¨ªmicas que alteran las hormonas, medicamentos como los antidepresivos, que pueden conducir al aumento de peso, y el cambio de las bacterias intestinales, debido a nuestra dieta rica en carnes y az¨²cares. Adem¨¢s, el estr¨¦s, el cambio de horarios en las comidas, alteraciones en el ritmo del sue?o¡¡±, se?ala Kuk. ¡°En mi opini¨®n, no hay que ser categ¨®ricos respecto a los resultados de este tipo de estudios y dejar que los expertos sigan profundizando al respecto. Mientras tanto, nada como una alimentaci¨®n saludable que minimice los factores de riesgo pero sin obsesiones; optando por aquellos alimentos de m¨¢xima calidad nutricional que sin duda nos dar¨¢n una mayor garant¨ªa de salud y un estilo de vida que modere los niveles de estr¨¦s", cuenta Itziar Dig¨®n, psic¨®loga nutricional en Tacha.
Niveles cr¨®nicamente altos de cortisol (la denominada hormona del estr¨¦s) alteran el metabolismo, aumentando la masa grasa corporal y disminuyendo la masa muscular" Itziar Dig¨®n, psic¨®loga nutricional
"Ya se conoce que ciertos contaminantes qu¨ªmicos presentes en el medioambiente y en los alimentos que ingerimos pueden predisponer a padecer obesidad y otras enfermedades asociadas como la diabetes tipo 2. Estos t¨®xicos son los disruptores endocrinos, que provocan alteraciones en el sistema hormonal, haciendo que el cuerpo acumule m¨¢s grasa en lugar de m¨²sculo. Seg¨²n un estudio del centro de Investigaci¨®n Biom¨¦dica en Red de la Fisiopatolog¨ªa de la Obesidad y la Nutrici¨®n, una exposici¨®n permanente y cada vez mayor a estos contaminantes provoca que un 88% de la poblaci¨®n contenga en su organismo los mencionados disruptores, con los cambios metab¨®licos que suponen. Por otro lado, y con mayor evidencia cient¨ªfica, se conoce c¨®mo niveles cr¨®nicamente altos de cortisol (la denominada hormona del estr¨¦s) alteran el metabolismo, aumentando la masa grasa corporal y disminuyendo la masa muscular. "S¨ª, parece que debido a los factores ambientales actuales, estamos predestinados a tener mayor porcentaje de grasa corporal que en los a?os ochenta. Lo bueno es que gracias a este tipo de estudios, que nos aportan mayor conocimiento, podemos adaptar la alimentaci¨®n y estilo de vida para prevenir estos hechos", explica la psic¨®loga.
La doctora Assumpta Caix¨¤s, endocrin¨®loga y coordinadora del Grupo para el Estudio de la Obesidad de la Sociedad Espa?ola de Endocrinolog¨ªa y Nutrici¨®n (SEEN), es m¨¢s esc¨¦ptica: ¡°Estas afirmaciones est¨¢n por demostrarse. Adelgazar siempre ha sido dif¨ªcil, antes y ahora. Faltar¨ªa un estudio con mucho rigor cient¨ªfico. Es verdad que el estr¨¦s hace secretar m¨¢s cortisona, que podr¨ªa explicar que se tuviera m¨¢s hambre y se comiera m¨¢s, y que adem¨¢s la energ¨ªa se acumulara en forma de grasa abdominal, pero esto solo no justifica que ahora se adelgace menos. Los disruptores endocrinos son unas sustancias que se encuentran en diferentes objetos o ambientes y que pueden bloquear o poner en marcha ejes hormonales que a la vez pueden contribuir a acumular energ¨ªa en vez de gastarla. Pero hasta el momento no est¨¢ claro que sean los causantes directos de la falta de respuesta a la p¨¦rdida de peso con dieta y ejercicio. Faltan m¨¢s estudios¡±.
Tomamos cada vez m¨¢s productos envasados, procesados, edulcorados, de alto ¨ªndice gluc¨¦mico y muy azucarados. Y la clave reside en disminuir los niveles de insulina en nuestra dieta" Tania Mesa, nutricionista
Tania Mesa, nutricionista de la cl¨ªnica de medicina preventiva antiedad Neolife, es m¨¢s tajante: ¡°No estoy de acuerdo que sea m¨¢s dif¨ªcil bajar ahora de peso que hace 30 a?os, creo que hoy en d¨ªa una persona tiene m¨¢s posibilidades de adelgazar o mantener un peso estable y ¨®ptimo si lo desea. Lamentablemente, a medida que han ido pasado los a?os, los h¨¢bitos de vida han empeorado. Hoy estamos sometidos a un bombardeo de culto al cuerpo, de la imagen... Podemos encontrar un gimnasio cada dos metros con numerosas ofertas, multitud de actividades y diversidad de horarios, pero no todas las personas van. Aunque s¨ª una gran mayor¨ªa de ellas se han olvidado de ir a los sitios caminando, subir y bajar escaleras... Todo gasta kilocalor¨ªas y antes se consum¨ªa energ¨ªa que ahora se ha convertido en inactividad f¨ªsica y sedentarismo". La experta tambi¨¦n se?ala que tomamos cada vez m¨¢s productos envasados, procesados, edulcorados, de alto ¨ªndice gluc¨¦mico y muy azucarados, y la clave reside en disminuir los niveles de insulina en nuestra dieta. "Hemos cambiado el bocadillo de jam¨®n o de chorizo por zumos envasados, refrescos, batidos, boller¨ªa industrial¡ El estudio del que hablamos no deja de ser una hip¨®tesis. No quiero decir que la contaminaci¨®n, el estr¨¦s y los antidepresivos no est¨¦n influyendo en el sobrepeso, pero s¨ª que movi¨¦ndonos m¨¢s, aliment¨¢ndonos conscientemente y disminuyendo el az¨²car de nuestra dieta, tendremos mucho ganado", cuenta Mesa. ?Y si la clave estuviera en recuperar los v¨ªdeos de Eva Nassarre o Jane Fonda? Menos lamentos y m¨¢s movimiento.
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