Marc Gasol, rey de Memphis
Es el mejor ¡®p¨ªvot¡¯ de la NBA, el l¨ªder de su equipo, los Grizzlies, por los que acaba de renovar con un salario de superestrella Durante tres d¨ªas en EEUU, nos cuenta sus planes para lograr el sue?o de convertise en campe¨®n
"El mejor consejo que me dieron ante la paternidad fue: ¡®Dejar¨¢s de ser el protagonista de tu vida¡¯. Ya no soy importante. Mis prioridades han cambiado. El otro d¨ªa com¨ªamos lubina en casa. Mi hija me pidi¨® un poco. Despu¨¦s quer¨ªa m¨¢s. Cuando me di cuenta¡, ?la madre que la pari¨®!, ?que se hab¨ªa comido toda la lubina la ni?a!¡±. A Marc Gasol (Sant Boi de Llobregat, 1985) el tema de conversaci¨®n que m¨¢s le ilumina el rostro es su peque?a. M¨¢s que los focos que dan brillo a las espectaculares pistas de parqu¨¦ de la NBA, m¨¢s que la atenci¨®n y el cari?o que recibe en Memphis, su ciudad en Estados Unidos. Es el l¨ªder indiscutible dentro de un vestuario, el de los Grizzlies, en el que sobresalen tres, el big three que junto a Gasol forman el base Mike Conley y el ala-p¨ªvot Zach Randolph.
La que empez¨® hace dos semanas es su octava temporada en Memphis. Para Conley y Randolph, la novena y s¨¦ptima respectivamente. ¡°La franquicia ha confiado en nosotros mucho tiempo. Es una suerte. No es com¨²n. Los grupos tienen ciclos de cuatro a?os como mucho¡±, explica Marc. ?l pudo cambiar de aires en verano. Con su contrato expirado ¨Clleg¨® en 2008 a la NBA para tres a?os y 9,8 millones de d¨®lares, y renov¨® en 2011 por cuatro cursos m¨¢s y 57,5 millones¨C, en julio dio un nuevo s¨ª a los Grizzlies: cinco temporadas y 113,2 millones de d¨®lares (unos cien millones de euros), hoy el sexto mejor contrato en la liga. El suyo es el mejor cach¨¦ de su equipo, esta campa?a el doble que Conley o Randolph. ¡°La profesionalidad y la entrega van m¨¢s all¨¢ del salario. Este depende de muchos factores: de tu situaci¨®n en la liga, de tu edad¡ No siento presi¨®n, sino responsabilidad¡±.
En su coche, un todoterreno Mercedes, conduce de camino a un acto ben¨¦fico de su equipo en un barrio humilde de Memphis, no muy lejos del motel Lorraine, en el que falleci¨® tiroteado Martin Luther King en 1968. La ciudad donde Elvis Presley se coron¨® rey acogi¨® a la familia Gasol cuando Marc ten¨ªa 16 a?os. ¡°Cuando Pau fue drafteado en la NBA ¨Celegido como n¨²mero tres en 2001, el mejor europeo hasta la fecha¨C, yo estaba en un torneo en Francia con la selecci¨®n espa?ola cadete. No pens¨¦ que nos mudar¨ªamos toda la familia. Pau iba a viajar solo a Estados Unidos con la que era su pareja. Pero aquello se diluy¨® y nos pidi¨® que le acompa?¨¢ramos¡±. ?Recuerda c¨®mo fue ese momento?. ¡°?Claro que s¨ª! Est¨¢bamos en el sal¨®n de nuestro piso de Sant Boi. Nos pregunt¨® qu¨¦ pens¨¢bamos. Mis padres lo tuvieron claro. No dudaron en dejarlo todo, coger una excedencia en sus trabajos, en los que ten¨ªan una buena posici¨®n¡, mi madre era m¨¦dico y mi padre enfermero¡, y marchar. La idea fue irnos un a?o, para que Pau se asentara¡±. Finalmente, la familia se qued¨® m¨¢s tiempo: Marc, el que menos, pas¨® all¨ª dos a?os antes de regresar en solitario a Espa?a con 18.
Marc Gasol of Memphis (Marc Gasol de Memphis) era el t¨ªtulo de un emotivo v¨ªdeo que en el mes de junio lanzaban los Grizzlies en su web, una campa?a para animar al jugador a quedarse en la ciudad, a renovar por el equipo del que fue l¨ªder el a?o pasado en puntos (17,4 por partido) y segundo en rebotes (10,5) y asistencias (3,8). Lemas como ¡°A true Memphis¡± (un verdadero Memphis), ¡°Memphis made¡± (fabricado en Memphis) o ¡°One of us¡± (uno de nosotros) aparecieron por la ciudad junto a su cara. Esl¨®ganes tambi¨¦n en la boca de la gente. Una aficionada del equipo no duda en bajarse de su veh¨ªculo cuando ve al ¨ªdolo local paseando entre la calle Main y la avenida Vance. Le abraza, se hace un selfie y exclama: ¡°?Es nuestro!¡±.
"He renovado por muchas razones. Llegu¨¦ aqu¨ª muy joven. Tengo una excelente relaci¨®n con los fans, con muchas personas del equipo y con algunas instituciones como el Saint Jude Children¡¯s Research Hospital [un centro m¨¦dico para ni?os]¡±, explica el jugador. ¡°Tambi¨¦n es importante la relaci¨®n con el propietario. Tenemos visiones parecidas¡±, dice en referencia a Robert Pera: 37 a?os, ex de Apple y CEO de Ubiquiti, empresa tecnol¨®gica, es el dirigente m¨¢s joven de la NBA y la s¨¦ptima persona por debajo de los 40 m¨¢s rica de EE UU seg¨²n Forbes. Ambos son ambiciosos. ¡°Empec¨¦ aqu¨ª ganando 24 partidos la primera temporada¡±, recuerda Marc. Eso en una liga en la que se juegan un m¨ªnimo de 82 encuentros anuales, al t¨¦rmino de los cuales 16 equipos (de 30) disputan los play off o eliminatorias por el t¨ªtulo. Con la ayuda de Gasol, los Grizzlies han dado un vuelco. En las ¨²ltimas cinco campa?as han jugado siempre la postemporada, llegando a una final y a tres semifinales de su conferencia, la Oeste. Los Grizzlies son hoy un equipo respetado, un hito para una franquicia nacida en 1995 en Vancouver (Canad¨¢), que pen¨® hasta mudarse a Memphis en 2001 coincidiendo con el fichaje de Pau, pero que ha sido con el liderazgo de Marc cuando m¨¢s lejos ha llegado. ¡°Hemos vivido un proceso muy bonito y quiero ver si somos capaces de dar el ¨²ltimo paso, que es muy complicado¡±, dice en referencia al sue?o de conquistar el anillo de la NBA.
Mi madre quer¨ªa que estudiara una carrera en EE UU. Yo me volv¨ª a Barcelona¡±
Marc da la importancia justa a los logros individuales. El baloncesto, dice, es un deporte de equipo. Sin embargo, sabe que los reconocimientos a su persona han ayudado a poner a Memphis en el mapa: mejor defensor en la temporada 2012-2013 (el primer europeo en conseguirlo) e incluido en el primer equipo de la NBA en la pasada campa?a, junto a Stephen Curry, LeBron James, Anthony Davis y James Harden, internacionales con EE UU. Por delante, por cierto, de Pau Gasol, con quien protagoniz¨® una fotograf¨ªa hist¨®rica en febrero, al disputar el salto inicial del All-Star Game, la primera vez que dos hermanos se enfrentaban entre s¨ª en un partido de las estrellas.
?Es hoy Marc Gasol mejor que Pau Gasol? Una encuesta realizada el mes pasado por la NBA a los general managers de los 30 equipos de la liga as¨ª lo ratifica. El de los ?Grizzlies fue elegido, con un 65% de los votos, como el p¨ªvot m¨¢s valioso de la competici¨®n. ¡°No me sorprende. El a?o pasado jug¨® su mejor temporada¡±, comenta Pau desde Chicago. ¡°Nuestras trayectorias son muy dif¨ªciles de comparar. Los dos estamos teniendo la suerte de disfrutar de carreras excepcionales. Ojal¨¢ Marc pueda ganar un campeonato de la NBA. S¨¦ que est¨¢ trabajando muy duro para conseguirlo¡±, a?ade el hermano mayor. En los Grizzlies tambi¨¦n respetan al mediano de los Gasol. Vince Carter, 18 temporadas en la NBA, de la que es uno de sus jugadores m¨¢s veteranos y reconocidos, define tras un entrenamiento: ¡°Es una gran persona. Y es humilde. Cr¨¦ame, he conocido a much¨ªsimos jugadores y ¨¦l es uno de los mejores dentro y fuera de la cancha¡±.
¡°Siempre he confiado en que Marc se convertir¨ªa en un gran jugador, pero era dif¨ªcil imaginar que llegar¨ªa donde ha llegado¡±, prosigue Pau, el ¨²nico baloncestista espa?ol en alcanzar la gloria en EE UU, doble campe¨®n con Los Angeles Lakers (2009 y 2010) y que hoy milita en los Chicago Bulls. ¡°Siempre ha tenido un gran talento y desde peque?o era importante en sus equipos. Pero sin duda su camino ha sido incre¨ªble, del cual me siento enormemente orgulloso. Su sacrificio y su determinaci¨®n son fundamentales en su evoluci¨®n¡±, analiza Pau.
"Cuando nos mudamos a Memphis, inicialmente para un a?o, fue muy bonito. Pero el segundo curso me cost¨®¡±, recuerda el p¨ªvot de los Grizzlies. En el Lausanne Collegiate School, donde estudi¨®, una de sus profesoras, Brenda Robinette, recuerda a un chaval ¡°muy t¨ªmido, pero dulce y buen ni?o¡±, cuenta en la cancha donde Marc se gan¨® el cari?o de sus primeros fans y adonde Pau acud¨ªa con sus padres y su hermano peque?o, Adri¨¤, para verle jugar. La camiseta del mediano de los Gasol, hoy expuesta, recuerda a un chaval que sobresal¨ªa por su tama?o ¨Cm¨¢s de dos metros y cien kilos¨C y calidad ¨Cllev¨® al equipo a la final estatal en su categor¨ªa¨C.
Con 18 a?os, Marc decidi¨® volver a Barcelona, dejando en Memphis al resto de la familia. Su madre no estaba de acuerdo. ¡°Ella quer¨ªa que cursara una carrera en EE UU. Si te pones en su lugar, que un hijo vaya a una universidad americana, y si encima juega bien al baloncesto, que era mi caso, obtenga una beca deportiva¡ era la mejor opci¨®n¡±, recuerda Marc. Pero ¨¦l lo ten¨ªa claro. El Bar?a (al que hab¨ªa pertenecido en categor¨ªas inferiores) y su preparador de la primera plantilla, Svetislav Pesic, lo reclamaron para ayudar en los entrenamientos y tambi¨¦n para jugar en el Barcelona B, en la Liga EBA (la tercera divisi¨®n). ¡°Cuando me llam¨® Pesic fue incre¨ªble. ?Les hab¨ªa visto ganar la Euroliga en el Palau Sant Jordi! Me sent¨ªa como un ni?o¡±.
¡°En Memphis sab¨ªa que ten¨ªa talento. Jugu¨¦ bien, pero era un nivel de colegio y f¨ªsicamente no supe gestionarme. Hab¨ªa cogido mucho peso, no ten¨ªa confianza en m¨ª mismo y necesitaba reencontrarme¡±, sonr¨ªe ahora Marc al recordarlo. En Barcelona le inculcaron disciplina. Crey¨®, ¡°por primera vez¡±, que pod¨ªa ser profesional. Dedicado al baloncesto las 24 horas, compart¨ªa piso con otras promesas. Y se ejercitaba sin parar: ¡°Entren¨¢bamos much¨ªsimo, de nueve de la ma?ana a una de la tarde con el primer equipo; despu¨¦s a las cuatro de la tarde, con el B, y de nuevo a las siete con el primero. Lo pasaba realmente bien¡±. Marc fue dejando atr¨¢s la adolescencia, aunque a¨²n pasar¨ªa tiempo, y c¨¢nticos de burla en las canchas rivales, por sus 137 kilos para 2,13 metros de altura (hoy est¨¢ en 115 kilos y 2,16 metros). ?l se esforz¨®: con el consejo de los m¨¦dicos del Bar?a, se aliment¨® mejor y en orden, redujo peso y gan¨® musculatura.
En el Bar?a pas¨® tres a?os. Debut¨® en la Liga ACB (la categor¨ªa profesional en Espa?a) en el primero; en el segundo, el equipo lo pas¨® mal tras la marcha de Pesic y adem¨¢s Marc se lesion¨® un pie, y finalmente lleg¨® el tercero. Ah¨ª esperaba dar un paso al frente. Con Dusko Ivanovic en el banquillo ¨Cun entrenador con fama de sargento¨C, el mediano de los Gasol sinti¨® que se estancaba: apenas jugaba minutos ni en la ACB ni en la Euroliga. A mitad de temporada habl¨®: ¡°Ped¨ª que me cedieran a un equipo de la LEB [la segunda divisi¨®n]. No es que quisiera irme, solo quer¨ªa jugar¡±. Le dijeron ¡°no¡± y particip¨® a¨²n menos, tal y como se?alaba en una entrevista en EL PA?S en 2006. Hoy, m¨¢s diplom¨¢tico, afirma: ¡°Nunca he tenido resentimiento. Se puede pensar que fue un a?o muy malo¡, pero a¨²n recuerdo cosas que hoy d¨ªa me sirven de mucho, como valorar el jugar y el esfuerzo. Dusko es duro, con ¨¦l sufr¨ª, pero aprend¨ª que cuando consigues una meta sales reforzado¡±.
Y entonces lleg¨® el verano de 2006. Su punto de inflexi¨®n. ¡°En julio hablaba con la que hoy es mi mujer sobre la siguiente temporada. Ten¨ªa la posibilidad de irme cedido a Girona, pero era un drama porque ella segu¨ªa estudiando Administraci¨®n y Direcci¨®n de Empresas en Barcelona. Y, vale, solo eran 100 kil¨®metros, pero a esa edad nos parec¨ªa un mundo. Decidimos ir a ver a Pau a San Fernando (C¨¢diz), aprovechando que ten¨ªa un par de d¨ªas libres en la concentraci¨®n de la selecci¨®n, que se preparaba para el Mundial de Jap¨®n¡±, rememora. ¡°En ese viaje me llam¨® Pepu [Hern¨¢ndez, seleccionador entonces] y me pregunt¨® d¨®nde estaba. Se acababa de lesionar Fran [V¨¢zquez] y me pidi¨® si pod¨ªa ayudar en los entrenamientos. Le dije inmediatamente que s¨ª¡±.
El resto es historia del baloncesto espa?ol. Contra todo pron¨®stico, Marc se impuso a Eduardo Hern¨¢ndez Sonseca, del Real Madrid, y Jordi Tr¨ªas, del Barcelona, por la ¨²ltima plaza vacante para el Campeonato del Mundo. Una vez en Jap¨®n, ¡°el hermano de Gasol¡± fue el complemento perfecto. Sus estad¨ªsticas fueron discretas, y en las semifinales contra Argentina, el partido m¨¢s ajustado de Espa?a (75-74 a favor), ni siquiera jug¨®. Pero en ese encuentro Pau se lesion¨® y la final habr¨ªa de disputarse sin ¨¦l. El rival por el oro, Grecia, asustaba: ven¨ªa de derrotar a la Estados Unidos de LeBron James, Dwyane Wade y Dwight Howard. Sin Pau en la pintura, cerca de la canasta, la amenaza se llamaba Sofoklis Schortsanitis, un peso pesado. ¡°Recuerdo las emociones cuando Pau se lesion¨®. Sent¨ª mucha tristeza porque mi hermano se acababa de romper y no iba a jugar la final. ?Qu¨¦ putada! Pero pens¨¦¡, oye, ?que igual juego yo! Fue una gran contradicci¨®n¡±, rememora Marc. En su partido con m¨¢s minutos en cancha en todo el Mundial (jug¨® 17) apenas anot¨® dos puntos. Pero su labor en tareas defensivas, secando a Sofo, que solo anot¨® una canasta, fue vital: ¡°Sal¨ª como un loco, a defender, a pegarme. Aquello me dio visibilidad¡±. Espa?a venci¨® ?47-70 y muchos espectadores descubrieron aquel d¨ªa al futuro mejor defensor de la NBA.
Ser hermano de Pau te pone en boca de la gente. Nadie cre¨ªa en m¨ª y fui poco a poco¡±
Al Mundial le sigui¨® su llegada al CB Girona, un equipo hist¨®rico al que una inmobiliaria, Akasvayu, hab¨ªa inyectado cifras millonarias un a?o atr¨¢s y fichado a jugadores de cach¨¦ como Ra¨¹l L¨®pez (procedente de la NBA), Fran V¨¢zquez o Germ¨¢n Gabriel. Tras un decepcionante s¨¦ptimo puesto en la ACB, el conjunto fich¨® como entrenador a Pesic, el mismo que hab¨ªa reclamado a Gasol para el Bar?a cuando acab¨® su etapa de high school en Memphis. De repente, todo cuadr¨®. En Girona, una ciudad que Marc no conoc¨ªa demasiado aunque su abuela paterna era de all¨ª, encontr¨® su sitio, cuaj¨® una primera campa?a muy buena y el equipo conquist¨® una competici¨®n europea, la FIBA Eurocup. El Barcelona e Ivanovic reclamaron su vuelta. Pero ¨¦l lo de?sestim¨®. ¡°Tuve claro que Girona me hab¨ªa dado la oportunidad de jugar. Me sent¨ªa, como me pasa ahora en Memphis, con la responsabilidad de devolver la confianza a ciertas personas¡±, explica. Ese verano a¨²n tuvo que decir no a otra oportunidad: Los Angeles Lakers le eligieron en el draft, pero en una posici¨®n muy discreta: segunda ronda, n¨²mero 48. ¡°Conoc¨ªa el mundo NBA. Sab¨ªa que ir ese verano a EE UU no me garantizaba absolutamente nada. ?Fue arriesgado? No creo. Prefer¨ªa quedarme en Girona, donde ten¨ªa mucho camino por recorrer y la confianza de mucha gente, que ir a entrenar con un equipo que no me iba a dar nada¡±. Acert¨®. En su segundo curso en la ciudad catalana, Marc complet¨® un a?o sublime y fue nombrado mejor jugador o MVP de la Liga ACB.
En paralelo, esa misma temporada, Pau fue traspasado tras seis a?os y medio en Memphis. Los Grizzlies enviaron a su mejor hombre a Los Angeles Lakers, donde disputar¨ªa las finales de la NBA cuatro meses despu¨¦s. A cambio recibieron a tres jugadores y los derechos de un cuarto: Marc Gasol. El traspaso despert¨® recelos en el universo NBA. En una liga que siempre busca el equilibrio entre los equipos para conseguir atractivo, competitividad e igualdad (de ah¨ª el sistema de draft, que permite que los peores conjuntos tengan prioridad a la hora de fichar los talentos m¨¢s j¨®venes), el intercambio no se vio con buenos ojos desde algunos contrincantes directos de los Lakers, que creyeron, en definitiva, que Memphis sal¨ªa perdiendo. Pero la liga, que tiene derecho a vetar traspasos, admiti¨® el intercambio. Meses despu¨¦s, Marc Gasol, con la confianza por las nubes tras su ¨¦xito en Girona, se enrol¨® en la NBA y regres¨® a la ciudad de la que su madre le aconsej¨® no salir.
Otra vez en Memphis, Marc deb¨ªa demostrar su val¨ªa a la estela de Pau. ¡°Lo que te hace ser hermano de es ponerte en boca de la gente. Yo tuve la suerte de tener un car¨¢cter bastante hecho y que no me afectara mucho lo que se hablara. Si hubiera escuchado lo que dec¨ªan de m¨ª, no hubiera jugado al baloncesto. Nadie cre¨ªa en m¨ª. Pero fui poquito a poquito. ?Soy hermano de Pau? S¨ª, claro, es un hecho objetivo. Eso me ha ayudado. He convivido con ¨¦l, he vivido cosas que le han pasado y he visto c¨®mo las ha gestionado. Hasta el d¨ªa de hoy, a¨²n aprendo de ¨¦l y compartimos muchas cosas¡±, reflexiona con rapidez.
¡°Somos una familia muy unida¡±, contin¨²a. ¡°Durante el a?o es fastidiado vernos con los horarios de Pau y los m¨ªos. Con nuestro otro hermano, Adri¨¤, el peque?o, s¨ª. ?l juega al baloncesto en el Collblanc y estudia Administraci¨®n y Direcci¨®n de Empresas en Barcelona, as¨ª que nos visita cuando tiene vacaciones en la Universidad. Adem¨¢s, la novedad de su sobrina es un aliciente muy grande para ¨¦l venir, verla, jugar con ella. Es la primera ni?a de la familia, aparte de nuestra prima. A mi madre, despu¨¦s de haber tenido tres chavales de semejante tama?o¡, ?tambi¨¦n le hace una ilusi¨®n tremenda! Ella ahora est¨¢ en Espa?a. Pero vive ¨¦pocas en Memphis, en una casa que a¨²n tiene Pau aqu¨ª, y tambi¨¦n pasa tiempo en Chicago. Mi padre lo mismo, se escapa y viene con mi madre, pero est¨¢ m¨¢s con Adri¨¤ y trabaja en Barcelona. Gestiona nuestras empresas¡±, detalla.
Los Gasol comparten una organizaci¨®n que lleva su apellido, la Gasol Foundation, que se centra en ¡°proporcionar herramientas a los m¨¢s j¨®venes para que lleven una vida m¨¢s saludable¡±. Y es que la salud, el ejercicio f¨ªsico, la buena alimentaci¨®n¡ son asuntos que les preocupan. Los ni?os en general, las acciones solidarias, forman parte de su ADN. Les gusta enfocar as¨ª su fama, aprovech¨¢ndola para ayudar a otras personas, ya sea participando en el primer partido NBA en ?frica (amistoso, eso s¨ª) el pasado verano en Johanesburgo, colaborando con Unicef o, en el caso de Marc, dada su ?vinculaci¨®n sentimental con Girona, impulsando en la ciudad desde el a?o pasado el Club Escola de B¨¤squet Marc Gasol, en categor¨ªas infantil, cadete y j¨²nior. Un proyecto que le retrotrae a su propia infancia.
Recuerdo que un d¨ªa mi padre lleg¨® con una bolsa de deportes, de esas que regalaban con la libreta ahorro, con la n¨®mina. Me dijo: ¡®Hoy te quedas a jugar al b¨¢squet¡¯. Ten¨ªa seis a?os y me apuntaron con los ni?os de siete¡±, dice Marc. As¨ª entr¨® en contacto con el baloncesto, el deporte que tambi¨¦n practicaron sus padres, en el colegio Llor de Sant Boi (Barcelona). Hoy, echando la vista atr¨¢s y pensando en su escuela en Girona, subraya: ¡°El deporte a esas edades es ideal. Se aprende a ayudar, a compartir y a organizarse el tiempo: ¡®A las 17.00 acabo clase, a las 17.30 quedo con los amigos para ir a entrenar, a las 17.45 estoy en la pista con la pelotita. Y despu¨¦s hago los deberes¡¯. Hice muchas amistades para toda la vida y guardo sensaciones que, quieras o no, son las que me han empujado a crear un club ahora. Si los ni?os hacen deporte, les ayudamos a que canalicen su energ¨ªa en algo positivo¡±.
La escuela, dice, tambi¨¦n se enfoca a los padres: ¡°Muchas veces no se dan cuenta de que los ni?os son esponjas. Aunque su padre est¨¦ en la grada y haya 200 personas y much¨ªsimo ruido¡, un simple chasquido de desaprobaci¨®n, un comentario, el ni?o lo escucha¡±. Marc pausa su discurso: ¡°A m¨ª me emociona, lo siento. El baloncesto me ha dado much¨ªsimo, lo vivo de esa manera y tengo una relaci¨®n especial con los chavales de la escuela. Veo sus partidos por Internet. Lo disfruto mucho¡±.
En el ¨¢mbito profesional, asegura que tambi¨¦n se pueden hacer amigos. Y muy buenos. Cita a Mike Conley, compa?ero en los Grizzlies. Y a Fernando San Emeterio, de su etapa de Girona y de la selecci¨®n desde la sub 20 hasta ahora. Este ¨²ltimo, hoy en el Valencia Basket, disfruta con el ¨¦xito de Marc: ¡°Sinceramente, no pens¨¦ que fuera a llegar tan lejos. Cre¨ªa que pod¨ªa ser un gran jugador, pero ni por asomo que fuera a convertirse en el mejor cinco (p¨ªvot) de la NBA¡±. De su etapa en com¨²n en Catalu?a, San Emeterio recuerda que iban mucho a comer juntos ¡°a la Costa Brava con nuestras novias, que ahora son nuestras mujeres¡±.
La esposa de Marc, cuenta ¨¦l, es de Sant Boi, de su pueblo: ¡°Desde que estamos juntos, siempre me ha ayudado a ganar autoconfianza y a superar las inseguridades que ten¨ªa desde peque?o. Es una persona muy estable, muy positiva, no tiene picos, y eso me equilibra mucho¡±. A pesar de la fama de su marido, ella procura mantenerse al margen. ¡°Muchas veces no puedes evitarlo¡±, dice Marc, ¡°pero tampoco somos de ense?ar nuestras vidas. Hay gente que, por ejemplo, es muy activa en redes sociales; yo no¡±. Entonces rectifica. ¡°En realidad¡, s¨ª lo soy, ?pero lo divertido es que tengo una cuenta con 14 seguidores que no saben qui¨¦n soy!¡±, bromea el hombre al que jalean en sus partidos en casa en el FedEx Forum cerca de 20.000 espectadores por noche.
David Joerger es el entrenador de los Grizzlies. A finales de octubre, antes de un partido amistoso contra los Minnesota Timberwolves ¨Cen el que juega Ricky Rubio, otra estrella espa?ola en la NBA¨C, declaraba sentirse muy contento de poder contar con Marc otro a?o m¨¢s en el equipo. Feliz tambi¨¦n de que ¡°haya descansado en verano y no jugado con su equipo nacional¡±. Y es que Gasol, tras su millonaria renovaci¨®n con Memphis, tuvo que renunciar a disputar el ¨²ltimo Eurobasket con Espa?a. ¡°Me cost¨® mucho, mucho, mucho decir ¡®no¡¯ a la selecci¨®n. Es seguramente lo m¨¢s dif¨ªcil que me ha pasado nunca como deportista¡±, asegura. ¡°Decir que no, casi por voluntad propia, sin que haya una lesi¨®n de por medio, es muy complicado. Por un lado estaba la responsabilidad con mi equipo de EE UU, con el que paso ocho o nueve meses al a?o, pero por otro tambi¨¦n est¨¢ el compromiso con mis compa?eros cada verano desde los 16 a?os¡±.
Desde la grada y por televisi¨®n, vio en septiembre c¨®mo un Pau estratosf¨¦rico lideraba a Espa?a hacia el oro europeo (la semifinal contra Francia quedar¨¢ para siempre en la memoria de los aficionados). Este, con la medalla colgada del cuello y el t¨ªtulo de MVP en sus manos, se abraz¨® a Felipe VI y aliment¨® algunos comentarios, ahora que el conflicto catal¨¢n est¨¢ tan candente. ¡°Lo m¨¢s seguro para nosotros es no opinar al respecto¡±, dice Marc. ¡°Lo mejor es hablar con hechos, con gestos. Lo que nos importa es el trabajo que hacemos con nuestra fundaci¨®n y que sigamos mejorando las ciudades en las que vivimos. Nunca nos ha gustado que nos mezclen, no nos gusta que nos usen en ning¨²n sentido, tanto a m¨ª como a Pau¡±, se?ala el mediano de los Gasol. Un mes m¨¢s tarde, los dos hermanos, galardonados con el Premio Princesa de Asturias de los Deportes, se ausentaron de la gala en Oviedo por sus compromisos en la NBA. ¡°Es superespecial. Es algo que nunca imaginas, porque va m¨¢s all¨¢ del baloncesto. Por nuestra ¨¢rea m¨¢s humanitaria y lo que representamos, es un honor que nos reconozcan. Es una l¨¢stima que no podamos acudir¡±, comentaba en Memphis d¨ªas antes de la ceremonia.
Tras su ausencia en el Eurobasket, su intenci¨®n es acudir a los Juegos Ol¨ªmpicos de R¨ªo el pr¨®ximo a?o. ¡°La ilusi¨®n¡± es ver si a la tercera, tras las platas en Pek¨ªn y Londres, Espa?a es capaz de llevarse el oro. Aguardan EE UU, Francia, Brasil... Para Marc ser¨ªa la oportunidad de desquitarse tambi¨¦n del que ha sido hasta ahora su ¨²ltimo partido con la selecci¨®n. En Madrid, en los cuartos de final del Mundial 2014, jug¨® uno de sus peores encuentros. El equipo fue eliminado y las cr¨ªticas llovieron al seleccionador Juan Antonio Orenga ¨C¡°No creo que fuera su culpa ni mucho menos¡±¨C y al propio Marc: ¡°Viv¨ª un hecho extradeportivo que fue el nacimiento de mi hija en Barcelona el 9 de septiembre. Y el d¨ªa 10 competimos contra Francia. Hab¨ªa pasado tres noches durmiendo en la cama de un hospital. No es ninguna excusa, solo te cuento c¨®mo pas¨®¡±.
?Una persona se comporta en la cancha como es en la vida? ¡°Normalmente, s¨ª¡±, responde. Marc, un tipo leal con los que confiaron en ¨¦l en su carrera, en Girona, en Memphis o en la selecci¨®n, es tambi¨¦n alguien para quien su familia es prioritaria: ¡°Cuando volv¨ª a Madrid para jugar el partido, coment¨¦ mi situaci¨®n. Mentalmente estaba metid¨ªsimo, pero f¨ªsicamente no estaba bien. Soy consciente y consecuente con lo que hice. Pero nunca me puedo arrepentir de acudir al nacimiento de mi hija ni de estar al lado de mi mujer. Tuvo un parto por ces¨¢rea y no se pod¨ªa mover: yo ten¨ªa que ayudarle a ponerle la ni?a en el pecho. Creo que lo primero en este mundo es que somos personas¡±.
elpaissemanal@elpais.es
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