11 cosas en las que nuestros hijos ser¨¢n peores si no estudian Filosof¨ªa

Parece que eso del pensamiento no est¨¢ muy de moda hoy en d¨ªa, as¨ª que la asignatura de Historia de Filosof¨ªa ha sido relegada a la categor¨ªa de optativa en los estudios de 2? de Bachillerato. Los profesores de Filosof¨ªa, obviamente, est¨¢n a la gresca. ¡°Vivimos en un mundo neoliberal donde parece que la econom¨ªa y la tecnolog¨ªa son lo ¨²nico importante y que no hay m¨¢s riqueza que sirva que la que se genera de inmediato¡±, se queja Luis Mar¨ªa Cifuentes, presidente de la Sociedad Espa?ola de Profesores de Filosof¨ªa (SEPFI). Consideran, con raz¨®n, que es importante conocer la tradici¨®n de los grandes pensadores occidentales, que de alguna manera han prefigurado el mundo en el que hemos nacido, y que no hacerlo supone un d¨¦ficit importante de cultura.

Por otro lado, tambi¨¦n est¨¢n preocupados por la posible falta de m¨²sculo en el pensamiento y el di¨¢logo cuestionador en el alumnado: estas habilidades se trabajaban justamente a trav¨¦s de la asignatura de Filosof¨ªa. ¡°Esto puede provocar que los ciudadanos del futuro se encuentren con menos herramientas y menos conocimientos para vivir democr¨¢ticamente y para transformar de manera cr¨ªtica y constructiva su realidad¡±, comenta Ana Garc¨ªa, consultora filos¨®fica y formadora en Pr¨¢ctica Filos¨®fica. ¡°De Plat¨®n a Wittgenstein y llegando a los autores actuales, la filosof¨ªa es fundamental para no caer en los enga?os del poder¡±.

Mas all¨¢ de los libros de texto y las aulas, la filosof¨ªa tiene importancia en la vida cotidiana. ¡°No solo es lo que se da en clase, no se reduce a lo acad¨¦mico, la filosof¨ªa ayuda a pensar y a repensar, incluso ya han aparecido iniciativas de consultor¨ªa filos¨®fica¡±, dice Manuel Sanl¨¦s, miembro de la Red Espa?ola de Filosof¨ªa (REF) y vicepresidente de la SEPFI. As¨ª que, ?para qu¨¦ sirve la filosof¨ªa? La pregunta precisamente suena muy filos¨®fica, pero apuntamos algunas carencias que tendr¨¢n en su vida aquellos alumnos que no elijan el camino del, etimol¨®gicamente, amor al conocimiento.

De Plat¨®n a Wittgenstein y llegando a los autores actuales, la filosof¨ªa es fundamental para no caer en los enga?os del poder¡± Ana Garc¨ªa, consultora filos¨®fica y formadora en Pr¨¢ctica Filos¨®fica

1. Tomar¨¢n peores decisiones. La filosof¨ªa es una asignatura dedicada al pensamiento puro y duro, as¨ª que puede ser de gran utilidad en la vida cotidiana. ¡°A trav¨¦s de ella aprendemos a ejercer el pensamiento cr¨ªtico-creativo, porque no es posible valorar un hecho si no creamos los criterios para ello, al igual que tampoco podemos generar nuevos planteamientos verdaderamente eficaces para un mismo problema si no hemos sido capaces de llegar a la ra¨ªz misma, para entender sus debilidades y sus fortalezas¡±, dice Garc¨ªa. ¡°Es ¨²til a la hora de tomar decisiones cotidianas con criterio, para relacionarnos de manera m¨¢s sana con los dem¨¢s y tambi¨¦n a la hora de investigar cuestiones por nuestra cuenta¡±.

El matem¨¢tico y fil¨®sofo ingl¨¦s Alfred North Whitehead dijo que toda la filosof¨ªa occidental es una nota a pie de p¨¢gina a la obra de Plat¨®n. ¡°Es importante conocer a Plat¨®n porque ya con ¨¦l descubrimos el poder del cuestionamiento, tanto de uno mismo como de los otros, y del di¨¢logo. Tambi¨¦n el pensamiento de Arist¨®teles, que es quien empieza a valorar la experiencia en el modo de conocer las cosas y el papel decisivo de la l¨®gica a la hora de pensar mejor¡±, explica Garc¨ªa.

¡°Para ser buenos ciudadanos es importante que los alumnos conozcan las bases filos¨®ficas en las que se bas¨® la Revoluci¨®n Francesa¡± Manuel Sanl¨¦s, miembro de la Red Espa?ola de Filosof¨ªa

2. Definir¨¢n, con m¨¢s torpeza, su ideolog¨ªa adulta. ¡°Es precisamente a las edades de Bachillerato cuando los j¨®venes comienzan a tener inquietudes: si creen en Dios o no, por qu¨¦ las cosas son de una manera y no de otra¡±, comenta Sanl¨¦s. ¡°De esos planteamientos salen los sistemas filos¨®ficos, ¨¦ticos, pol¨ªticos, etc.¡±.

3. Ser¨¢n m¨¢s manipulables por charlatanes y pol¨ªticos. Marx quer¨ªa desenmascarar la ideolog¨ªa burguesa, Nietzsche superar el resentimiento y el victimismo y Freud hacer la luz sobre el inconsciente y los deseos reprimidos. ¡°Los llamados fil¨®sofos de la sospecha Marx y Nietzsche (entre los que se suele incluir a Freud, aunque no era fil¨®sofo) ayudan a los alumnos a ver las estructuras que determinan en muchos casos nuestros comportamientos, que van mucho m¨¢s all¨¢ de los individuos, y gracias a ello a no digerir los discursos tal y como se les plantean, sospechando siempre qu¨¦ ideolog¨ªa puede estar sustent¨¢ndolos¡±, dice Garc¨ªa.

4. No sabr¨¢n c¨®mo crear empresas alternativas. La l¨®gica del beneficio a cualquier precio y el ¨¦xito personal parece ser la t¨®nica general en el capitalismo actual. Pero no es el ¨²nico camino a seguir. ¡°La filosof¨ªa no puede estar al servicio de esos valores, sino a los de la independencia y el crecimiento de las personas¡±, dice Cifuentes. Aunque ahora prosperen asignaturas como Iniciaci¨®n a la Actividad Emprendedora y Empresarial, optativa del primer ciclo de la ESO, impartida por fil¨®sofos.

La filosof¨ªa tiene que estar al servicio de la independencia y el crecimiento de las personas¡±

Luis Mar¨ªa Cifuentes, presidente de la Sociedad Espa?ola de Profesores de Filosof¨ªa (Sepfi)

5. Se alejar¨¢n del efecto positivo de la duda. El escepticismo es una pr¨¢ctica recomendable en una sociedad en la que muchos quieren dar gato por liebre: pol¨ªticos, economistas, comerciales, publicistas, seudocient¨ªfico¡­ Ren¨¦ Descartes, quien hizo de la duda un m¨¦todo de trabajo, lo practic¨® hasta las ¨²ltimas consecuencias, dud¨® de todo, hasta de su propia existencia. Pero se dio cuenta de algo: ¡°Pienso, luego existo¡±. Y a partir de ah¨ª volvi¨® a empezar.

6. Sabr¨¢n manejar el iPhone, pero no entender¨¢n su valor. Aunque vivimos una sociedad eminentemente cient¨ªfico-tecnol¨®gica y conocemos a fondo algunos de sus resultados, desde las ¨²ltimas terapias m¨¦dicas hasta la exploraci¨®n espacial, pasando por las tabletas y los smartphones, no conocemos tanto sobre el origen y funcionamiento de la ciencia moderna. En el curr¨ªculo de Historia de la Filosof¨ªa se da un repaso a la Revoluci¨®n Cient¨ªfica en torno al siglo XVII. De c¨®mo Galileo, Cop¨¦rnico, Kepler o Newton explicaron y cambiaron el mundo.

7. Ser¨¢n peores ciudadanos. Entender la democracia implica conocer la modalidad ateniense hasta la actualidad, pasando por varios hitos del pensamiento pol¨ªtico, como El Contrato Social de Rousseau o la divisi¨®n de los tres poderes de Montesquieu. ¡°Para ser buenos ciudadanos es importante que los alumnos conozcan las bases filos¨®ficas en las que se bas¨® la Revoluci¨®n Francesa, el origen de las democracias liberales¡±, dice Sanl¨¦s.

8. Se portar¨¢n peor. Desde el punto de vista de la ¨¦tica, claro. Un tema estudiado, entre otros, por Kant. En la asignatura de Historia de la Filosof¨ªa se dedica un buen espacio al imperativo categ¨®rico kantiano. Un modelo de conducta que no deriva de ninguna religi¨®n ni ideolog¨ªa. Algo as¨ª como ¡°obra solo de forma que puedas desear que la m¨¢xima de tu acci¨®n se convierta en una ley universal¡±. Es decir, haz aquello que deseases que todo el mundo hiciera puesto en tu lugar.

9. Permanecer¨¢n impasibles ante la desigualdad. Dicen algunos que Marx est¨¢ sobrepasado, pero la desigualdad ha crecido en los ¨²ltimos a?os y el mundo sigue siendo un lugar injusto. ¡°Muchos de sus an¨¢lisis, aunque hechos en el siglo XIX, siguen estando completamente vigentes¡±, explica Cifuentes. ¡°Hay que saber abordar la actualidad con los fil¨®sofos de cada ¨¦poca¡±.

10. Sacar¨¢n peores notas en otras asignaturas, como Historia. El siglo XX ha estado marcado por la convivencia y lucha de varios ismos. ¡°Los liberalismos, socialismos o economicismos que hemos visto en el siglo XX tienen todos or¨ªgenes filos¨®ficos¡±, dice Sanl¨¦s. ¡°Autores como Marx o John Stuart Mill son imprescindibles¡±.?

11. No podr¨¢n seducir a un chico o chica cont¨¢ndole una bella par¨¢bola. Las par¨¢bolas han servido siempre para explicar de forma sencilla la filosof¨ªa, y muchas han pasado al imaginario popular. Por ejemplo, el mito de la caverna de Plat¨®n, que nos muestra que vivimos en un mundo de apariencias alejado del mundo de las ideas, del que solo vemos una sombra, o la navaja de Ockham, que explica c¨®mo no complicarnos la vida: entre dos explicaciones a un fen¨®meno, es conveniente elegir la m¨¢s sencilla.