EE UU se adelanta en la carrera para exprimir la riqueza de los asteroides
El Congreso aprueba una ley que permite la miner¨ªa en los objetos espaciales a pesar de los tratados internacionales que podr¨ªan impedirlo
?De qui¨¦n son los asteroides que viajan por el espacio? ?Se pueden asaltar con la intenci¨®n de lucrarse? ?Va a convertirse el Sistema Solar en el nuevo territorio a colonizar para explotar sus recursos, como sucediera con Am¨¦rica, ?frica y Asia siglos atr¨¢s? Estas preguntas est¨¢n ahora mismo encima de la mesa del presidente de EE UU, Barack Obama, y la respuesta va a llegar m¨¢s pronto que tarde. Los legisladores estadounidenses de ambos partidos han logrado ponerse de acuerdo en una normativa ¡ªla SPACE Act¡ª que, entre otras cosas, permite que los ciudadanos de aquel pa¨ªs extraigan los recursos espaciales que les plazca para su beneficio. Aprovechando un discutible vac¨ªo legal, y si Obama firma el texto, las compa?¨ªas de miner¨ªa de asteroides tendr¨¢n derecho a quedarse con las riquezas del espacio que, hasta ahora, no eran de nadie.
El presidente de una de las empresas beneficiadas compara esta ley con la que lanz¨® la fiebre del oro en el siglo XIX
"Un ciudadano de los Estados Unidos", dice la norma, "tendr¨¢ derecho a los recursos obtenidos de un asteroide o el espacio, incluyendo poseer, apropiar, transportar, usar y vender este recurso de conformidad con las leyes aplicables, incluyendo las obligaciones internacionales de los Estados Unidos". En el ¨²ltimo tramo de la frase est¨¢ el meollo legal; los congresistas se cubren las espaldas, pero no se resuelve la gran duda que afecta al Tratado sobre el espacio ultraterrestre, de 1967.
Este acuerdo, impulsado por Naciones Unidas y ratificado por EE UU, defiende que "la Luna y otros cuerpos celestes no podr¨¢n ser objeto de apropiaci¨®n nacional por reivindicaci¨®n de soberan¨ªa, uso u ocupaci¨®n, ni de ninguna otra manera". Los defensores de la miner¨ªa privada de asteroides aseguran que este texto de derecho internacional solo se refiere a las naciones, no a las compa?¨ªas privadas, que no reclamar¨ªan la propiedad de los cuerpos celestes en s¨ª sino de los recursos extra¨ªdos, seg¨²n la SPACE Act reci¨¦n aprobada.
Es algo que va a pasar, pero hay que evitar en el espacio las tropel¨ªas que se cometieron con la miner¨ªa en la Tierra", pide Mart¨ªnez-Fr¨ªas
Republicanos y dem¨®cratas han redactado juntos esta ley, que ha dado alas a empresas que ya llevan a?os trabajando con la idea de extraer agua, minerales y metales valios¨ªsimos de esas rocas voladoras gigantes. Ted Cruz, senador y candidato republicano a la presidencia, ha asegurado que con esta norma recogen el testigo de Ronald Reagan en el espacio. Solo falta la firma de Obama para que se abra este mel¨®n, una decisi¨®n que se quiere racionalizar desde el mundo cient¨ªfico. "Es algo que va a pasar, no nos enga?emos. Lo que hay que hacer es evitar en el espacio las tropel¨ªas que se cometieron con la miner¨ªa en la Tierra, arrasando con todo", advierte Jes¨²s Mart¨ªnez-Fr¨ªas, investigador del Instituto de Geociencias IGEO (CSIC-UCM).
"Es ciencia ficci¨®n que se est¨¢ convirtiendo ya hoy en ciencia avanzada", asegura este experto en geolog¨ªa espacial, responsable entre otros de dar por buena la existencia de agua en Marte. Empresas como Planetary Resources y Deep Space Industries ya est¨¢n cantando victoria tras haber peleado por esta norma gracias al respaldo de inversores multimillonarios como James Cameron, Larry Page y Eric Schmidt. Estas empresas van en serio, porque saben que tarde o temprano se abrir¨¢ la veda de la fiebre del platino espacial: Planetary Resources lanz¨® este verano, desde la Estaci¨®n Espacial Internacional, su primer detector de asteroides potencialmente explotables.?
Ejemplos de apropiaci¨®n del espacio ya existen: tanto EE UU como Rusia tienen pedazos de la Luna
Los recursos que se esperan obtener empiezan por el agua, una fuente esencial para la exploraci¨®n espacial, pero tambi¨¦n los hay "muy ricos en metales, del grupo del platino, y tierras raras que son muy poco abundantes en la Tierra", seg¨²n Mart¨ªnez-Fr¨ªas. Todas estas empresas ya han identificado un pu?ado posibles candidatos para las primeras prospecciones.
El presidente de Planetary Resources,?Chris Lewicki, compar¨® esta norma con la que dio el pistoletazo de salida para la fiebre del oro a mediados del siglo XIX en EE UU; la Ley del Oeste como algo positivo para el espacio. Para evitar el caos y las tropel¨ªas de un escenario similar, desde el mundo acad¨¦mico ya se est¨¢ trabajando para clasificar asteroides desde una perspectiva geo¨¦tica, pensando en aquellos que habr¨ªa que proteger ¡ªpor ejemplo aquellos que guardan informaci¨®n sobre el origen de la vida¡ª, y para reforzar los protocolos de actuaci¨®n. "Hay que tomarse en serio el problema", resume Mart¨ªnez-Fr¨ªas.
Ejemplos de apropiaci¨®n del espacio ya existen: tanto EE UU como Rusia tienen pedazos de la Luna y su propiedad no es de la humanidad, en abstracto. M¨¢s recientemente, los japoneses de la sonda Hayabusa trajeron muestras del asteroide sobre el que se pos¨®. "La exploraci¨®n y utilizaci¨®n del espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes, deber¨¢n hacerse en provecho y en inter¨¦s de todos los pa¨ªses, sea cual fuere su grado de desarrollo econ¨®mico y cient¨ªfico, e incumben a toda la humanidad", dice el tratado ratificado por todos los pa¨ªses que tienen algo que decir en la exploraci¨®n del espacio, entre ellos EE UU.
(Actualizaci¨®n: el 25 de noviembre, el presidente Barack Obama firm¨® la propuesta legislativa convirtiendo en ley que los estadounidenses pueden explotar los asteroides en su beneficio)
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