Besos homosexuales en T¨²nez
En este pa¨ªs del norte de ?frica, que presume de laico y moderno, los gestos de afecto son furtivos
La experiencia de ir al cine en T¨²nez es como un viaje en el tiempo: butacas de madera, sesi¨®n continua y parejas que se refugian en la oscuridad de la sala para intimar. Muchas llegan a media pel¨ªcula. La semana pasada, al aparecer los t¨ªtulos de cr¨¦dito de Marte hice recuento: del inicio al final del filme, el p¨²blico se hab¨ªa multiplicado por cinco. Pr¨¢cticamente todos eran parejas j¨®venes. Y es que en este pa¨ªs, que presume de laicismo y modernidad, los besos en los labios, en p¨²blico, son siempre furtivos. Las parejas formadas por un chico y una chica se arriesgan a una reprimenda, las homosexuales se enfrentan al arresto y a una pena de c¨¢rcel.
Sin embargo, o mejor dicho, por esta raz¨®n, la activista tunecina Najma Kousri decidi¨® difundir las primeras fotograf¨ªas p¨²blicas de besos homosexuales en T¨²nez. ¡°Estuvimos unas cuatro o cinco horas para hacer tres retratos. El lugar, un parque del barrio de Menzah, en la capital, es muy frecuentado por ciudadanos y polic¨ªas, as¨ª que deb¨ªamos estar al acecho para aprovechar los pocos momentos de soledad disponibles¡±, recuerda Kousri, una joven de 24 a?os comprometida con los derechos humanos.
El ministro de Justicia se mostr¨® favorable a despenalizar las relaciones entre personas del mismo sexo y fue defenestrado
En colaboraci¨®n con varios activistas y organizaciones, est¨¢ preparando un proyecto para crear espacios donde los j¨®venes puedan ?expresarse e informarse sobre la sexualidad desde una perspectiva lo m¨¢s amplia posible. ¡°Nuestra filosof¨ªa es que la sociedad no debe entrar en nuestra vida ?¨ªntima. El Estado debe respetar que alguien pueda ser homosexual, bisexual, transexual, etc¨¦tera. La libertad sexual es un derecho humano¡±, comenta. En su lista de minor¨ªas no se olvida de los asexuales. ¡°Este grupo tambi¨¦n lo pasa mal. En T¨²nez existe una enorme presi¨®n para que te cases y tengas hijos¡±, a?ade.
El grupo m¨¢s perseguido son los gais, pues el art¨ªculo 230 del C¨®digo Penal castiga las relaciones entre personas del mismo sexo. Curiosamente, en su versi¨®n francesa, la ley solo criminaliza la homosexualidad masculina, pero la ¨¢rabe, las dos. Y es esta ¨²ltima la que se utiliza. Paradojas del biling¨¹ismo en el seno de una sociedad conservadora. Se calcula que cada a?o un centenar de personas ingresan en prisi¨®n por su condici¨®n de homosexuales. Las penas suelen ser de entre seis meses y un a?o, aunque el m¨¢ximo previsto por la legislaci¨®n es de tres.
¡°Mi objetivo es doble: que los gais y lesbianas no sientan que est¨¢n solos, y que se genere un debate social para modificar la ley. Durante a?os el tema ha sido tab¨²¡±, comenta Kousri, que lamenta que los partidos progresistas siempre hayan ignorado esta batalla. Gracias a la valent¨ªa de una creciente comunidad de activistas, tras la revoluci¨®n de 2011 se ha roto el muro del silencio. A principios de octubre, Mohamed Salah Ben A?sa, el ministro de Justicia, incluso se mostr¨® favorable a despenalizar la homosexualidad.
No obstante, la esperanza se esfum¨® pronto. ¡°El ministro solo habla en nombre de s¨ª mismo, no del Estado. No habr¨¢ cambios¡±, zanj¨® el presidente B¨¦ji Ca?d Essebsi. Unos d¨ªas despu¨¦s, por motivos poco claros, Ben A?sa fue defenestrado. En el seno de la coalici¨®n gubernamental, integrada por el partido laico Nid¨¢ Tunis y el islamista Ennahda, este asunto no provoca fisuras. Najma Kousri y sus compa?eros deber¨¢n continuar sacudiendo las conciencias del T¨²nez moderno.
elpaissemanal@elpais.es
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