Activistas y bancos, unidos para proteger el medio ambiente
La serpiente ornamental y el lagarto yakka est¨¢n amenazados por un proyecto minero Dos particulares socios han salido a su rescate
Es una alianza inaudita, pero cada vez m¨¢s frecuente en Australia. Ante la negativa del Gobierno a reforzar la lucha contra el cambio clim¨¢tico, la presi¨®n de los ecologistas fuerza a los grandes bancos a retirar el apoyo a proyectos mineros multimillonarios.
La ¨²ltima batalla se libr¨® entre dos especies amenazadas ¨Cla serpiente ornamental y el lagarto yakka¨C y el gigante minero indio Adani. El proyecto de 16.500 millones de d¨®lares australianos (10.297 millones de euros) iba a convertir las marismas donde habitan el lagarto y la serpiente en la mayor mina de carb¨®n de Australia y en una de las minas abiertas m¨¢s grandes del mundo. Adani Carmichael tendr¨ªa capacidad para extraer 60.000 toneladas de carb¨®n al a?o, que Australia exportar¨ªa en barco desde uno de los puertos mineros situados frente a la Gran Barrera de Coral.
El Gobierno Federal ignor¨® los informes medioambientales que alertaban de los riesgos para la serpiente ornamental y el lagarto yakka y aprob¨® el proyecto. Pero en enero de 2015 el Mackay Conservation Group llev¨® el caso al Tribunal Federal, que en agosto dio la raz¨®n a los ecologistas.
El mismo d¨ªa, Commonwealth Bank, el mayor banco australiano y principal asesor financiero del proyecto, anunci¨® que retiraba su apoyo a la mina. La entidad brit¨¢nica Standard Chartered, la otra instituci¨®n financiera implicada en el proyecto, se retir¨® la semana siguiente; y en septiembre, National Australia Bank (NAB), otra gran instituci¨®n econ¨®mica australiana, confirm¨® que no aportar¨ªa fondos a la mina.
El activista de Greenpeace Nikola Casule cuenta que este tipo de campa?as tienen como objetivo ¡°impactar la imagen del banco de forma que se den cuenta de que el coste de estar implicados en un proyecto es mayor que el beneficio que obtienen¡±.
Planes como el de Adani Carmichael, as¨ª como la ampliaci¨®n de seis puertos mineros frente a la Gran Barrera de Coral, han llevado a Greenpeace a situar este santuario de biodiversidad marina en el segundo puesto de su lista de prioridades, solo por detr¨¢s del deshielo del ?rtico.
¡°Hay un deterioro de las pol¨ªticas clim¨¢ticas en Australia y no es porque la amenaza sea menor, sino porque tenemos un gobierno que es mucho m¨¢s c¨®mplice con las mineras de combustibles f¨®siles¡±, subraya Casule. Y a?ade: ¡°Cuando el Gobierno no es capaz de liderar, otras instituciones lo har¨¢n, y el sector financiero se ha dado cuenta de que puede tener un papel importante en este campo¡±.
En los ¨²ltimos a?os, se han multiplicado las campa?as de desinversi¨®n porque las organizaciones ecologistas han centrado su discurso en los riesgos financieros y en los llamados activos varados, infraestructuras que podr¨ªan dejar de ser viables si los gobiernos endurecen la legislaci¨®n para proteger el medio ambiente. ¡°Al principio no nos tomaban en serio porque no nos ve¨ªan como una voz seria en materia de finanzas, pero el mensaje ha ido calando¡±, cuenta Casule.
La ca¨ªda del precio del combustible en los mercados internacionales ha convertido la inversi¨®n en proyectos mineros en algo cada vez m¨¢s dif¨ªcil de justificar desde el punto de vista financiero. La tonelada de carb¨®n australiano se vende a 54.7 euros (62.18 d¨®lares americanos), el precio m¨¢s bajo de los ¨²ltimos ocho a?os.
Hay un deterioro de las pol¨ªticas clim¨¢ticas en Australia y no es porque la amenaza sea menor Nikola Casule, activista de Greenpeace
Despu¨¦s de que NAB anunciara que no iba a invertir en Adani Carmichael, su antiguo director ejecutivo, Cameron Clyne, declar¨® al rotativo Australian Financial Review: ¡°Costar¨ªa encontrar una instituci¨®n financiera que tomara una decisi¨®n distinta de la que ha tomado NAB. Este proyecto, desde todos los puntos de vista, no tiene sentido¡±.
En un pa¨ªs donde la miner¨ªa, que representa el 8,5% de la econom¨ªa, sigue financiada por los grandes bancos, Los bancos y fondos de inversi¨®n evitan hacer declaraciones sobre proyectos espec¨ªficos: ¡°Commonwealth Bank eval¨²a los riesgos medioambientales de acuerdo con su lista de nueve compromisos¡±, declara un portavoz de la entidad, que recalca que ¡°la miner¨ªa, el petr¨®leo y la extracci¨®n de gas representan una proporci¨®n muy baja de nuestro cr¨¦dito, solo un 1.9% y dentro de esto el carb¨®n negro representa un 5%¡±.
El gobierno que ama el carb¨®n
Pese a que la desinversi¨®n de las principales instituciones financieras ha sido clave para frenar grandes proyectos mineros como Adani Carmichael o Abbott Port, el papel del Gobierno sigue siendo esencial en su continuidad. El director ejecutivo del fondo de pensiones NGS Super, Anthony Rodwell-Ball, asegura que ha retirado fondos de inversiones que consideraba ¡°inmorales¡±, pero no contempla dejar de invertir en carb¨®n y en combustibles f¨®siles.
¡°Podemos dejar de invertir en tabaco, pero Australia todav¨ªa es una econom¨ªa basada en el combustible f¨®sil. ?En qu¨¦ invertir¨ªamos si no?¡±, pregunta. Rodwell-Ball sostiene que los activistas ¡°est¨¢n presionando en el lugar equivocado. Esperar que los fondos de pensiones podamos cambiar estas cosas es ser inocente. Estas son cuestiones pol¨ªticas de gran calado y la presi¨®n deber¨ªa caer sobre el Gobierno¡±.
El ejecutivo conservador, de hecho, es famoso por su apoyo abierto a la industria minera. ¡°No debemos demonizar el carb¨®n, el carb¨®n es bueno para la humanidad, es bueno para la prosperidad, es una parte esencial de nuestro futuro econ¨®mico¡±, declar¨® el anterior primer ministro, Tony Abbott, en noviembre de 2014.
C¨¦lebre por haber afirmado antes de ser primer ministro que el cambio clim¨¢tico es ¡°una mierda¡±, Abbott dej¨® de negar la existencia del fen¨®meno al ganar las elecciones, pero su propuesta de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 26% y un 28% por debajo de los niveles de 2005 en 2030 fue recibida con escepticismo. La propia la agencia gubernamental Climate Change Authority recomendaba que el objetivo fuera de entre 40% y 60%. Abbott reconoci¨® que el objetivo no era tan ambicioso como el de la Uni¨®n Europea, pero destac¨® que era ¡°mejor que el de Jap¨®n, Corea del Sur y China¡±.
Casule alerta que Australia est¨¢ hoy muy aislada en el panorama internacional. "Tenemos una de las emisiones per c¨¢pita m¨¢s altas del mundo, pero es el carb¨®n que exportamos a otros pa¨ªses el principal problema¡±. Australia es, de hecho, el mayor exportador de carb¨®n del mundo.
¡°Si los proyectos no se pueden financiar, el mineral no podr¨¢ exportarse desde Australia. Hay quienes argumentan que el carb¨®n puede comprarse en otra parte, pero por eso estamos desarrollando campa?as tambi¨¦n en otros pa¨ªses¡±. La presi¨®n de los activistas en la calle y en las redes sociales, unida al argumento econ¨®mico y a la certeza de que el cambio clim¨¢tico es un problema real y urgente, hacen que ¡°las instituciones financieras vean el riesgo que corren si no cambian la forma en c¨®mo hacen negocios, pero tambi¨¦n el papel que pueden tener en esta transici¨®n¡±.
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