Un truco infalible para quitarse una canci¨®n machacona de la cabeza
Un estudio propone una llamativa f¨®rmula para combatir temas del verano, villancicos y similares
?Cu¨¢ntas veces tarare¨® usted, contra su voluntad, El taxi, de Pitbull, el pasado verano? ?Cu¨¢ntas otras su compa?ero de trabajo se lanz¨® con una melod¨ªa tonta y usted la repiti¨® durante el resto de la jornada? ?Ha empezado ya con el villancico de moda? Ocurre en los cerebros mejor amueblados: escuchamos los primeros compases de una canci¨®n y ya no hay forma de sacarlos de nuestra cabeza. Pues bien, una investigaci¨®n publicada en Quarterly Journal of Experimental Psychology, la publicaci¨®n de la Asociaci¨®n Americana de Psicolog¨ªa, concluye que la soluci¨®n a este molesto problema es tan simple como mascar chicle.
La idea del estudio, seg¨²n cuentan los autores, surgi¨® a partir de un post an¨®nimo de Internet que aseguraba que mascar palos de canela acababa con cualquier canci¨®n pegadiza de la que nos resultara dif¨ªcil deshacernos. Intrigados con el asunto, los investigadores, cient¨ªficos de la Universidad de Reading (Inglaterra), descubrieron que al parecer el movimiento mec¨¢nico que hacemos con la mand¨ªbula cuando estamos masticando chicle, en el que se utilizan las mismas habilidades motoras que en el habla, puede detener la formaci¨®n de recuerdos musicales molestos.
La idea del estudio, seg¨²n cuentan los autores, surgi¨® a partir de un post an¨®nimo de Internet que aseguraba que mascar palos de canela acababa con cualquier canci¨®n pegadiza
El estudio en el que se lleg¨® a estas conclusiones se dividi¨® en tres experimentos. Por un lado, un grupo de personas escucharon la canci¨®n Play Hard, de David Gueta, y apuntaron cu¨¢ntas veces hab¨ªan pensado en ella durante los d¨ªas siguientes. Un segundo grupo de participantes escuch¨® la misma canci¨®n, pero en su caso deb¨ªan fijarse tanto en las veces en las que hab¨ªan pensado en ella como las veces en las que esta hab¨ªa sonado en sus cabezas. En ambos casos, mascar chicle result¨® ser eficaz para disminuir el n¨²mero de recuerdos y reproducciones interiores.
Con el tercer ensayo, los cient¨ªficos intentaron responder a otra cuesti¨®n: si las canciones pegadizas se pueden parar con cualquier actividad motora y no solo la que se produce cuando masticamos (chicles o palitos de canela). En este caso, el tema elegido fue Payphone, de Maroon 5. Tras escucharla, un grupo masc¨® chicle y otro tamborile¨® con los dedos. Aunque esta nueva acci¨®n introducida logr¨® en cierta medida combatir el efecto plasta, no fue tan eficaz como el que se consigui¨® masticando. ?Tiene chicle a mano? Consuma sin miedo su raci¨®n de reggaeton.
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