Explicarse es disculparse

En ?msterdam, durante un viaje junto a unos amigos en 1992, descubr¨ª a una banda llamada Stone Temple Pilots. Su l¨ªder, Scott Weiland, me dej¨® tan fascinado que a la ma?ana siguiente me te?¨ª el pelo de rojo como ¨¦l. Lo hice fatal. Al salir a la calle bajo la lluvia, el tinte empez¨® a correrse. Mi cabeza parec¨ªa una calabaza a la que le hab¨ªan dado un machetazo. No eres Weiland, me dijeron. Hoy suena redundante. Entonces son¨® devastador. Este jueves, el vocalista muri¨®. Mostr¨® muchas cosas durante su vida, pero jam¨¢s a s¨ª mismo. Igual porque se conoc¨ªa demasiado como para arriesgarse. Piensan muchos que ser uno mismo es f¨¢cil e inevitable. Pero las personas no existen si no se exponen. Y ala, trate de comunicar lo que es sin que el simple ruido que hace usted al respirar haga el mensaje ininteligible.

Yo quise ser Weiland durante un rato. Y bueno, una noche dese¨¦ ser un unicornio. El resto del tiempo lo he pasado tratando de ser la versi¨®n buena de m¨ª. Cuando lo he logrado, nadie se ha enterado. Te pasas media vida tratando de justificar por qu¨¦ haces las cosas mal y la otra mitad tratando de exponer los motivos por los que a partir de ese mismo momento, en este bar min¨²sculo frente al tercer botell¨ªn, las har¨¢s mejor. Pero explicar no funciona, porque requiere convencer, y cuando se llega al punto de deber convencer est¨¢ ya casi todo perdido. En cambio, s¨ª puede salir bien simplemente responder. ?Eres imb¨¦cil? No ?Eres pasivo agresivo? Paso palabra. ?Podr¨¢s quererme mejor? Sin duda. ?Eres Weiland? No, porque, aunque a veces no lo parezca, sigo vivo.