Salud para las v¨ªctimas del olvido
La soluci¨®n a la situaci¨®n de abandono de la poblaci¨®n saharahui debe ser pol¨ªtica. Lo que las organizaciones podemos hacer es trabajar para que tengan servicios sanitarios decentes
![Un hombre, frente a su casa derrumbada en Auserd.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/U5SFIMWF23KIFNGQUBNVNGV24Y.jpg?auth=e26d7fa6a03830a1d0702cbf4dcbebc816bc7f6cc3a1d467c69af7fe87047d77&width=414)
El camino diario a pie desde casa a la oficina, por las ma?anas, me da la vida. El paisaje, absolutamente des¨¦rtico en cualquier direcci¨®n, no es especialmente acogedor, pero el paseo me ayuda a despejarme y a poner en orden mis ideas y las prioridades del d¨ªa, que siempre son muchas, siempre son urgentes y siempre se ver¨¢n alteradas por otras tantas nuevas e inesperadas. Y es que aunque muchos imaginan los campamentos de refugiados saharauis como un lugar estancado en el tiempo, en realidad, cuando se mira detenidamente, hay mucho movimiento y a menudo muy r¨¢pido.
Cuando las familias saharauis salieron huyendo de la invasi¨®n marroqu¨ª en el S¨¢hara Occidental y se refugiaron en esta provincia argelina, en lo profundo del desierto, no pensaban que estar¨ªan 40 a?os, ni que tras esos 40 a?os a¨²n no se ver¨ªa en el horizonte una soluci¨®n pol¨ªtica al conflicto. En este tiempo, sin embargo, las miles de personas que pueblan estos campamentos se han organizado, y cuentan con un gobierno en el exilio.
El Ministerio de Salud P¨²blica, al que damos apoyo desde M¨¦dicos del Mundo, es un buen ejemplo de esto; y es que, a pesar de las dificultades, hoy existe un sistema de salud p¨²blico saharaui, sin coste para los usuarios, con una amplia red de dispensarios, varios hospitales, y servicios preventivos de salud infantil, salud reproductiva, vigilancia epidemiol¨®gica comunitaria, o atenci¨®n a pacientes cr¨®nicos. Nuestro trabajo consiste en apoyar estos servicios preventivos y asistenciales y reforzar las capacidades de gesti¨®n, coordinaci¨®n y gobernanza de sus responsables. Un reto que no es nada f¨¢cil.
Justo antes de llegar a la oficina recibo un mensaje de Mat¨ªas indic¨¢ndome que ya sale hacia Auserd. Mat¨ªas es un m¨¦dico argentino que lleva con nosotros siete meses. Se dedica a apoyar al coordinador saharaui del programa para enfermedades cr¨®nicas.
Desde que hemos comenzado a trabajar en este programa este a?o, hemos detectado montones de debilidades a las que tratamos de hacer frente. A pesar de que tambi¨¦n contamos con una comisi¨®n m¨¦dica que acude peri¨®dicamente a prestar asistencia sanitaria a estos pacientes, menos de un 15% consigue tener bien controlada su diabetes o su hipertensi¨®n. Las raciones de alimentos que llevan toda la vida recibiendo no tienen la diversidad en productos frescos que otros s¨ª disfrutamos y, aunque gracias a la ayuda internacional reciben medicaci¨®n, muchas personas mayores no pueden acudir a los centros donde se distribuye. El manejo de estas patolog¨ªas es complicado, y el personal de enfermer¨ªa que les atiende, todos y todas voluntarios, necesita acompa?amiento y formaci¨®n continua. Es una carrera de fondo.
![Ni?os en una zona inundada del campamento de Auserd](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/LMIJ5LATLO5GPRUWS6RZA6WTE4.jpg?auth=5b8623edf43ac39513732e169f60deb3e8ae6b6565f47f650846927cf3add2e7&width=414)
Este es uno de los factores determinantes del sistema de salud saharaui: sus profesionales son todos voluntarios. La ayuda internacional apenas consigue fondos para garantizar una peque?a incentivaci¨®n, que no deja de sufrir recortes y retrasos, y que en cualquier caso es insuficiente para cubrir las necesidades de sus familias. Mercedes, nuestra matrona y responsable del apoyo a los programas de salud reproductiva, infantil y promoci¨®n de salud, lo sabe bien. Ella hoy est¨¢ en Smara, acompa?ando a las matronas para mejorar el seguimiento del embarazo de las mujeres saharauis. No todos los dispensarios cuentan con comadronas, y algunas est¨¢n realmente sobrecargadas. A menudo comentamos que es admirable que contin¨²en trabajando en estas circunstancias y eso tambi¨¦n sirve de motivaci¨®n para continuar d¨ªa tras d¨ªa. El apoyo continuado de M¨¦dicos del Mundo al programa de las matronas, durante m¨¢s de 10 a?os, ya ha logrado que m¨¢s de dos tercios de los partos hoy sean atendidos por parteras bien formadas, o por el ¨²nico ginec¨®logo, cubano, con el que cuenta el sistema de salud.
Conforme reviso el correo electr¨®nico empiezo a pensar c¨®mo ir planificando la pr¨®xima semana de trabajo de Minetu o de Mohamed Lamin. Ambos, j¨®venes saharauis, realizan un trabajo imprescindible en promoci¨®n de salud y vigilancia epidemiol¨®gica comunitaria en todas las wilayas, que son los n¨²cleos en los que se dividen los campamentos.
Minetu pudo estudiar en Argel y ha demostrado una iniciativa enorme desde el principio; Lamin, m¨¢s joven, es diab¨¦tico. Fue diagnosticado en Espa?a de ni?o, durante un verano del programa Vacaciones en Paz y se dedica precisamente a la sensibilizaci¨®n y educaci¨®n de otros pacientes similares. Este verano viaj¨® a Espa?a de nuevo. Cuando lo vi a la vuelta estaba encantado de regresar a los campamentos. ¡°Cuando estoy all¨¢ no dejo de pensar que aqu¨ª tengo a mi familia y a mis amigos, que no pueden salir y siento que tengo que volver para echar una mano¡±.
![Dispensario en Aai¨²n durante una jornada de vacunaci¨®n.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/FHTLM4BH4H3UPJWPZKTVLHZVAE.jpg?auth=8d20441a7b89f19a59339238a3f401436a9af0a4e1d44be3cbea7ba69be32fac&width=414)
Cuando se habla de la cooperaci¨®n internacional desde el Norte, a menudo se piensa en cooperantes expatriados. Pero las y los profesionales locales son fundamentales y a menudo nos dan lecciones a quienes venimos de fuera. Salek, nuestro administrador, no tiene problema en quedarse terminando cosas hasta que se hace tarde y sin Mufid, el logista, nuestra labor se tambalear¨ªa. No se trata solo del trabajo. Se trata de confianza y amistad, desde el primer d¨ªa, lo que hace posible que todas las piezas encajen.
Hace apenas tres semanas, quienes viven en los campamentos han visto como unas inundaciones los sacud¨ªan. M¨¢s de 17.000 familias han perdido sus casas y las pocas reservas de alimentos que ten¨ªan almacenadas, en un desastre sin precedentes en este lugar.
Los primeros d¨ªas, cuando a¨²n llov¨ªa, no conoc¨ªamos bien la magnitud de lo que se nos ven¨ªa encima. A¨²n recuerdo cuando, visitando con Mufid los destrozos en Auserd, la mujer de Mamitu, uno de nuestros conductores, nos ped¨ªa que le dij¨¦ramos que terminase pronto de trabajar y volviese a casa, que se les hab¨ªa estropeado todo.
Me acuerdo de c¨®mo Salek, otro conductor, al preguntarle por su familia, me respond¨ªa ¡°si llueve otra noche m¨¢s, mi casa no aguanta. Todas estas noches mi familia y yo estamos durmiendo dentro del coche de la organizaci¨®n¡±.
La respuesta sanitaria tras estas inundaciones en salud ha sido inmediata. Las prioridades eran evaluar da?os r¨¢pidamente, coordinar bien las acciones con el Ministerio de Salud y el resto de ONGs, hacer un pedido de emergencia de medicamentos que Juancar, nuestro logista en sede, tuvo listo en 5 d¨ªas, para poder garantizar la asistencia b¨¢sica en hospitales y acelerar el trabajo en vigilancia epidemiol¨®gica para anticipar posibles brotes de diarreas y enfermedades respiratorias, entre otras cosas.
![Una mujer recoge sus enseres dom¨¦sticos en Auserd, despu¨¦s de que las lluvias hayan destrozado su jaima.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/V33W7OCZU7FQQPXZJSJZKM4RDY.jpg?auth=7e6885ea59f98ced00c997d2b97a72d46023fa37a57230f9b0afc3cf09173b63&width=414)
![Mamitu y Mohamed Lamin, preparando un t¨¦ en Aai¨²n.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/VDKUEJOPCXZZ2NZCOJ5I3UWOOU.jpg?auth=1e5eed992b4f9aff5f08426eae5e546a4c250d490e2263dd0124f486865b6ad7&width=414)
En estos ¨²ltimos d¨ªas, adem¨¢s, hemos contado con el apoyo de Teresa, nuestra compa?era t¨¦cnica de proyectos de sede, que ha venido a terreno, y con todo el equipo de nuestra comisi¨®n oftalmol¨®gica, que adem¨¢s de cumplir con las intervenciones quir¨²rgicas que ten¨ªan previstas, han hecho consultas en las wilayas y han apoyado la vigilancia epidemiol¨®gica en menores de cinco a?os y con las y los agentes comunitarios de salud.
Esta emergencia nos ha obligado a trabajar tambi¨¦n el viernes, ¨²nico d¨ªa libre que tenemos a la semana. Tanto Said como Haddy, conductores, han estado plenamente disponibles para llevar a los equipos a donde fuese necesario, incluyendo Dajla, la wilaya m¨¢s lejana, y la que m¨¢s ha sufrido las inundaciones. Se estima que all¨ª todas las familias han perdido sus hogares, y es adonde m¨¢s se ha dirigido el reparto de tiendas de campa?a, alimentos y agua los primeros d¨ªas.
Este es un factor determinante del sistema de salud saharaui: sus profesionales son todos voluntarios
Mientras salgo de una reuni¨®n con la Direcci¨®n de Prevenci¨®n para revisar la marcha del programa de salud infantil, llamo a Marta para ver c¨®mo le va hoy. Es la persona de nuestro equipo que lleva m¨¢s tiempo en los campamentos, ya m¨¢s de un a?o y medio. Trabaja en el hospital nacional, centro sanitario de referencia en los campamentos al que tambi¨¦n apoyamos. Marta es clave para que todo funcione en el hospital: desde que el carro de paradas tenga la medicaci¨®n preparada, hasta que los quir¨®fanos est¨¦n funcionales y limpios, que el personal de enfermer¨ªa tome las constantes, o que el personal m¨¦dico rellene bien las historias cl¨ªnicas y se implique en las formaciones, supone un reto y un desaf¨ªo continuo.
Por la tarde debo continuar el briefing de Chus, que ha venido desde la sede auton¨®mica de M¨¦dicos del Mundo de Arag¨®n y se quedar¨¢ varios meses en Campamentos. Hay mil temas que explicarle, ya que conforme se vaya haciendo con sus funciones, tendr¨¢ un papel imprescindible de apoyo a la unidad de recursos humanos, el departamento de contabilidad o la direcci¨®n de cooperaci¨®n. El apoyo a un sistema p¨²blico de salud sin fondos propios en un campamento de refugiados, necesariamente, no puede ser f¨¢cil. En ello estamos. Para lograrlo, contamos con el resto de miembros del equipo.
La poblaci¨®n saharaui es v¨ªctima del olvido pol¨ªtico de la comunidad internacional desde el d¨ªa que fue expulsada de su tierra. La soluci¨®n, igualmente, debe ser pol¨ªtica. Lo que organizaciones como M¨¦dicos del Mundo podemos hacer es trabajar d¨ªa a d¨ªa para que puedan tener los mejores servicios de salud posibles, aunque sabemos que la financiaci¨®n para ayuda humanitaria desciende. Los cambios y las mejoras llegar¨¢n, si el esfuerzo contin¨²a.
Bruno Abarca es coordinador pa¨ªs de M¨¦dicos del Mundo en los Campamentos de Poblaci¨®n Refugiada Saharaui.
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