Steven Spielberg, el ¨²ltimo h¨¦roe
En ¡®El puente de los esp¨ªas¡¯ firma un nuevo cl¨¢sico, tanto como ¨¦l y sus protagonistas. Personajes anacr¨®nicos, pero nunca caducados
Steven Spielberg se pas¨® su infancia mirando al cielo. No buscaba a E.T. Ni siquiera pensaba a¨²n en ¨¦l. Aunque de aquellas lluvias (de estrellas), llegaron luego aquellos aliens. Miraba hacia arriba intentando adivinar por d¨®nde caer¨ªa la bomba at¨®mica. Intentaba adelantarse a los rusos, los enemigos, divisarla y colocarse dentro de algo met¨¢lico, como la ba?era o la nevera, tal y como le ense?aban en el colegio. A Indiana Jones le funcion¨® en su ¨²ltima aventura. Pero Spielberg tambi¨¦n se vigilaba las espaldas, miraba al suelo y en los callejones, buscando el rastro de esp¨ªas sovi¨¦ticos.
En todo esto pens¨® cuando descubri¨® la historia de James Donovan que cuenta en El puente de los esp¨ªas: un abogado de seguros, elegido por el gobierno de EE UU para defender, en el sentido m¨¢s limitado de la palabra, a un supuesto esp¨ªa ruso, Rudolf Abel; a quien luego tuvo que intercambiar por el piloto americano del famoso U-2 derribado en territorio sovi¨¦tico. Spielberg pens¨® en el miedo que pasaba de peque?o en el cl¨ªmax de la Guerra Fr¨ªa, pero tambi¨¦n pens¨® en por qu¨¦ ¨¦l, un apasionado de la Historia, un fan¨¢tico de aquel periodo del siglo XX, no conoc¨ªa la proeza de James Donovan. Un hombre ordinario haciendo algo extraordinario. Un h¨¦roe an¨®nimo como todos los que pueblan su filmograf¨ªa.
"A los 16 a?os estaba completamente convencido de que el fin del mundo estaba a la vuelta de la esquina"
¡°Yo s¨®lo sab¨ªa que Francis Gary Powers hab¨ªa sido derribado por un misil ruso incluso volando a 70 mil pies y le hab¨ªan arrestado. Y lo sab¨ªa porque mi padre fue a Rusia en un intercambio extranjero. El trabajaba en GE (General Electric), los ingenieros fueron a Mosc¨² y los rusos vinieron a Arizona. En las tres semanas que estuvo all¨ª, vio los restos del U-2 porque un coronel ruso le cogi¨®, le llev¨® al frente y le grit¨®: ¡®Mira lo que tu pa¨ªs est¨¢ haci¨¦ndonos¡¯. Aquello le afect¨® mucho y me afect¨® a m¨ª despu¨¦s cuando nos cont¨® la historia. Pero no sab¨ªa nada m¨¢s, no sab¨ªa nada de Donovan, de Rudolf Abel, del intercambio de prisioneros. Y en cuanto Matt Charman ¨Cel guionista¨C me lo cont¨®, le dije: ¡®Vete de aqu¨ª y ponte a escribir ya¡±.
?Qu¨¦ le cont¨® su padre de aquella experiencia en Rusia? ?Y qu¨¦ recuerda de aquella ¨¦poca de miedo constante?
?l me dijo que los rusos eran gente buena, tambi¨¦n era porque nosotros ven¨ªamos de Rusia. Todos mis abuelos eran de Ucrania, que entonces era Rusia. Mi abuelo hablaba ruso, mi abuela hablaba ruso. Tambi¨¦n hablaban yiddish e ingl¨¦s. Crec¨ª entre rusos en mi casa, pero tambi¨¦n con un tremendo miedo a no vivir lo suficiente para sacarme el carnet de conducir a los 16 a?os porque iba a haber un intercambio termonuclear entre Rusia y EE UU. Estaba completamente convencido de que el fin del mundo estaba al otro lado de la esquina. Alguien iba a cometer un error, pulsar un bot¨®n y ser¨ªa el fin.
?Deb¨ªa tener un gran conflicto interior: temer a los rusos, pero vivir con ellos?
Pues no lo sent¨ªa as¨ª. Cuando yo era ni?o, era un ni?o americano y los americanos eran los buenos, y la URSS los malos. Eso era, desde luego, lo que nuestro presidente nos dec¨ªa, lo que nuestros profesores nos contaban. S¨®lo mis padres corr¨ªan un poco menos a condenarlos porque se sent¨ªan muy cercanos a la madre Rusia por sus padres. Eran mucho m¨¢s tolerantes que el resto. Mis padres, de hecho, estaban m¨¢s enfadados con los Rosenberg por darles a los rusos los secretos de la bomba at¨®mica que con Kruschev. Mi padre pensaba que Kruschev era tonto. Un animador, un gran payaso. Mi padre era pragm¨¢tico sobre todas estas cosas y ten¨ªa un gran sentido del humor sobre los asuntos internacionales.
Las obsesiones de Spielberg
La Historia
"Siempre dije que si alguna vez lograba el ¨¦xito que me permitiera decidir qu¨¦ hacer, quer¨ªa contar historias significativas sobre gente que hizo grandes cosas". Ah¨ª est¨¢n Amistad, La lista de Schindler, Salvar al soldado Ryan, Munich, Lincoln¡ y El puente de los esp¨ªas.
Tom Hanks
Eran buenos amigos antes incluso de trabajar juntos por primera vez en Salvar al soldado Ryan. Despu¨¦s han hecho juntos, Atr¨¢pame si puedes, La terminal y producido Band of Brothers y Pacific. Les une la curiosidad por la historia y sus valores morales. "Mucha gente dice que Tom es un hombre cualquiera. Pero no lo creo. No puedes ser extraordinario como lo es ¨¦l, siendo a la vez cualquiera. Interpreta personajes completamente diferentes. Y en El puente de los esp¨ªas nunca le hab¨ªa visto desprender tal confianza y carisma, una certeza moral de que estaba haciendo algo importante".
Los h¨¦roes
Su filmograf¨ªa es un tratado sobre el concepto de h¨¦roe. Los de hoy, dice, ¡°son hombres para todo¡±. ¡°No hay un ¨²nico arquetipo que sirva para un ¨²nico objetivo. Y cuanto m¨¢s estrafalario es el h¨¦roe, m¨¢s los admiramos y queremos ser un poco como ellos¡±. Como Indy o como Tint¨ªn. En la realidad, Spielberg tiene varios h¨¦roes modernos: ¡°Barack Obama ser¨ªa uno. Y el Papa Francisco tambi¨¦n, porque ha sido el m¨¢s abierto de los que yo he vivido¡±.
EE UU
Spielberg es un patriota reconocido. De los buenos. En El puente de los esp¨ªas defiende un juicio justo para el ruso Rudolf Abel "porque es lo que dice la Constituci¨®n". Y ya que hablamos de esp¨ªas, ?qu¨¦ cree de Snowden? "No ten¨ªa una buena opini¨®n sobre ¨¦l hasta que vi el documental Citizen Four y tuve que tener, a rega?adientes, un poco de respeto por al menos lo que estaba intentando hacer. No creo que lo hiciera de la manera correcta, ni que abandonar el pa¨ªs fuera la decisi¨®n adecuada, pero no lo hizo por las razones que yo pens¨¦".
La m¨²sica de John Williams
El puente de los esp¨ªas es solo la tercera pel¨ªcula en la que Spielberg no trabaja con John Williams. El compositor tuvo que ser operado de urgencia, y el director en un primer momento decidi¨® no incluir nada de m¨²sica. Pero al final confi¨® en Thomas Newman (Skyfall). Y trabaj¨® con Williams de nuevo en la siguiente, The BFG.
Los esp¨ªas
Despu¨¦s de E.T., Spielberg intent¨® dirigir un 007 por su pasi¨®n por los esp¨ªas. "Soy un gran fan de Dr. No, Desde Rusia con amor, de El esp¨ªa que surgi¨® del fr¨ªo, de Le Carr¨¦", dice. Y El puente de los esp¨ªas es su particular homenaje al g¨¦nero. ?Por qu¨¦ no dirigi¨® Bond? Porque un tal George Lucas se present¨® con la idea de un arque¨®logo con fedora y l¨¢tigo que ya tiene quinta pel¨ªcula confirmada.
Debido al trabajo de su padre, los Spielberg se mudaban constantemente de ciudad. Ser siempre el nuevo de la clase, le produc¨ªa tal ansiedad, que el joven Steven creci¨® apegado a sus padres y sus tres hermanas. Por eso el divorcio de sus padres fue un gran trauma para ¨¦l, que ha intentado curar en sus pel¨ªculas, desde E.T. a Indiana Jones y la ¨²ltima cruzada. O incluso en esta El puente de los esp¨ªas, donde su padre est¨¢ de nuevo presente. ¡°Ten¨ªa el valor de Donovan. ?l se ofreci¨® voluntario para ir a Rusia en mitad de la Guerra Fr¨ªa. Ven¨ªa de lo que llamaban ¡®la gran generaci¨®n¡¯. Luch¨® en la II Guerra Mundial, ¨¦l y millones m¨¢s salvaron la democracia occidental del fascismo y el totalitarismo. As¨ª que ¨¦l siempre fue un h¨¦roe para m¨ª¡±, dice el director.
?Por eso es importante para usted hablar siempre de estos hombres de principios, como James Donovan en El puente de los esp¨ªas?
Creo que hay un poco de mi padre en cada uno de mis personajes. Y tambi¨¦n algo de mi madre. Creo que no puedes escapar de la gente que te cre¨®, ya seas un pintor o un arquitecto, un m¨²sico o un cineasta, o un profesor, llevas todo lo que te dieron contigo.
Pero ya no existen h¨¦roes como su padre en el imaginario pop actual rehecho a partir de Tony Sopranos y Walter Whites. En el que todo se ve gris. Y solo existen antih¨¦roes. Hasta los superh¨¦roes, por los que Spielberg no guarda un gran aprecio (s¨®lo salva Iron Man y los Batman de Nolan), tienen una cara oscura. Pero al director de Indiana Jones o La lista de Schindler le dan igual las modas actuales.
?C¨®mo encaja Donovan en nuestros d¨ªas?
No s¨¦ si va a encajar en la mentalidad de la audiencia de hoy tan obsesionada con los antih¨¦roes. Pero para m¨ª Donovan es alguien que tuvo el valor de dejar a su familiar para ir a un lugar desconocido detr¨¢s del Tel¨®n de acero. Es un h¨¦roe a la antigua con valores anticuados que para m¨ª nunca caducan, por eso hago pel¨ªculas sobre ellos. Me gustan los hombres con principios desde el comienzo o los hombres que encuentran esos principios al final, como Oskar Schindler.
O como es el mismo Spielberg, el ¨²ltimo h¨¦roe del cine moderno. Cuyo final presagia ca¨®tico, mientras ¨¦l y sus cuatro amigos (Lucas, Scorsese, Coppola, Eastwood) seguir¨¢n amarrados a sus principios. Spielberg sabe que habr¨ªa encajado mejor en el Hollywood de hace 70 a?os; pero los millones que le han apodado de ¡®El rey Midas¡¯ le dan la libertad de contar historias cl¨¢sicas que resuenan en el mundo actual con h¨¦roes atemporales. ¡°Cada pel¨ªcula que hago que tiene lugar en el pasado debe ser relevante hoy porque yo vivo hoy. Aunque tenga lugar hace 200 a?os, me emociona porque la relaciono con algo presente¡±, dice, s¨®lo un d¨ªa despu¨¦s de que Putin y Obama cortaran la tensi¨®n con cuchillos, como se ve en El puente de los esp¨ªas. ¡°?No fue inc¨®modo? No pod¨ªan ni mirarse¡±.
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