¡°Gobiernos y farmac¨¦uticas frenan el acceso a medicamentos¡±
Malpani es director de pol¨ªtica y an¨¢lisis de la campa?a de Acceso a Medicamentos de MSF Explica las estrategias para solucionar un problema sanitario, cient¨ªfico y econ¨®mico
Una ma?ana te levantas con dolor de cabeza. Vas a la farmacia, compras un medicamento y lo tomas. Desde esta perspectiva privilegiada, en la atalaya del acceso a los f¨¢rmacos, puede costar imaginar c¨®mo, cada a?o, 760.000 ni?os en el mundo mueren de una simple diarrea que en el primer mundo se tarda pocas horas en solucionar. La polio, el sarampi¨®n, y tantas otras enfermedades infecciosas para las que existen vacunas a precio razonable del Ecuador hacia arriba, pueden ser directamente inaccesibles en los pa¨ªses pobres. Ni siquiera el primer mundo se libra ya de la mano invisible del mercado farmac¨¦utico y el acceso a nuevos medicamentos de precio prohibitivo como el de la hepatitis C.
M¨¦dicos Sin Fronteras, a trav¨¦s de su Campa?a de Acceso a los Medicamentos Esenciales en todo el mundo, mantiene abierta una v¨ªa de trabajo para incidir en este problema b¨¢sico que dificulta su actividad humanitaria. Rohit Malpani, Director de Pol¨ªtica y An¨¢lisis de la campa?a, lleva a?os dedicando su carrera profesional al estudio de la propiedad intelectual. Doctor en Jurisprudencia y exasesor de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo y de la OMS, Malpani explica c¨®mo la falta de acceso a los medicamentos en el mundo, lejos de ser irremediable, tiene una soluci¨®n y es pol¨ªtica.
- P. ?Cu¨¢ndo naci¨® la campa?a de acceso a los medicamentos de MSF?
- R. M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF) lanz¨® su campa?a de acceso tras obtener el Premio Nobel de la Paz en 1999. Entonces empez¨¢bamos a tratar a personas con VIH y SIDA y el coste del tratamiento era superior a los 10.000 d¨®lares por paciente al a?o, lo que supon¨ªa una barrera total. Nos enfrent¨¢bamos a muchas enfermedades desatendidas para las que no hab¨ªa tratamiento o era muy t¨®xico; trat¨¢bamos a muchos ni?os para quienes no pose¨ªamos las versiones pedi¨¢tricas de los f¨¢rmacos y la mayor¨ªa de las vacunas no eran aptas para las temperaturas de las zonas donde trabajamos. La campa?a se basa en la creencia de que nuestro sistema actual de investigaci¨®n y desarrollo m¨¦dico es fundamentalmente injusto y es un problema que vemos enraizado en el modo en que desarrollamos y vendemos los f¨¢rmacos en el mundo hoy en d¨ªa.
- P. ?Qu¨¦ diferencia hay entre las tres situaciones del acceso a los medicamentos: inasequibles, no disponibles, no aptos?
- R. Las tres situaciones est¨¢n estrechamente vinculadas. El sistema actual de investigaci¨®n y desarrollo se basa en que la empresa que fabrica una vacuna, un medicamento o un f¨¢rmaco obtiene el monopolio del producto, la patente, durante 20 a?os, o m¨¢s, para recuperar el coste de la investigaci¨®n. Los problemas de asequibilidad, de adecuaci¨®n y la falta de vacunas y f¨¢rmacos est¨¢n todos sujetos a esa condici¨®n. Mientras las empresas necesiten recuperar su inversi¨®n elevando los precios, se fijar¨¢n precios elevados en los pa¨ªses en los que trabajamos, como Espa?a, y como los pacientes que solemos tratar en los pa¨ªses m¨¢s pobres, como Sud¨¢n, no proporcionan un incentivo econ¨®mico para la industria farmac¨¦utica, simplemente se desestima el desarrollo de productos que cubran sus necesidades. Incluso cuando una enfermedad existe en el Occidente rico y tambi¨¦n en los pa¨ªses en los que trabaja MSF, las empresas no desarrollan sus productos en los que son relevantes para nuestros pacientes. Esto supone que la innovaci¨®n sea, si no insignificante, s¨ª inefectiva en los ¨¢mbitos en los que trabajamos.
- P. ?En qu¨¦ punto se encuentra el panorama del acceso a medicamentos en el mundo?
- R. Es una pregunta dif¨ªcil¡ Aunque el debate original sobre el acceso a medicamentos estaba demasiado dirigido al coste de los f¨¢rmacos para el SIDA y la falta de tratamiento para enfermedades desatendidas, ahora el problema es mucho m¨¢s amplio. Por un lado, el abanico de enfermedades que nos preocupan es mucho mayor y el alcance tambi¨¦n se ha ampliado porque se ha convertido en un problema global. La segunda diferencia es que ya no pensamos que la innovaci¨®n es un problema exclusivo de las enfermedades desatendidas, hoy nos preocupamos tambi¨¦n por la innovaci¨®n para pacientes de pa¨ªses ricos. Uno de los mayores desaf¨ªos pol¨ªticos y de salud mundial es la resistencia a los antibi¨®ticos. No solo hacemos un uso inconsciente de los f¨¢rmacos, o existe una falta de acceso, sino que la industria farmac¨¦utica est¨¢ abandonando el desarrollo de antibi¨®ticos porque ya no existe un mercado lucrativo.
Esto ha hecho evolucionar el debate: cada vez m¨¢s se plantea la innovaci¨®n como un problema de seguridad. Como cuando el ?bola lleg¨® a Espa?a y a EE UU o cuando la resistencia a los antibi¨®ticos se convirti¨® en un problema en Occidente. Por eso, las soluciones ahora giran en torno a qu¨¦ garantiza que los ciudadanos de los pa¨ªses ricos no sufran las consecuencias sin tener que tratar el problema de forma integral y sin tener que decidir si las enfermedades desatendidas, que solo afectan a los pa¨ªses pobres, van a seguir quedando desatendidas.
Adem¨¢s de abusar de las patentes, las farmac¨¦uticas quieren blindar ahora los datos de los ensayos cl¨ªnicos
Se han producido muchas victorias espec¨ªficas, pero, en general, no vemos que se est¨¦n aprendiendo lecciones m¨¢s amplias a nivel estructural, ni mejoras en los enfoques sobre la propiedad intelectual para garantizar que los costes disminuyan, ni nuevos modelos de innovaci¨®n. Desafortunadamente seguimos aportando las mismas soluciones de siempre, m¨¢s de lo mismo, lo que va a agravar los problemas actuales, no solo para las personas que tratamos en MSF, sino tambi¨¦n para los pa¨ªses que est¨¢n proponiendo tales ideas.
- P. Hablando de la propiedad intelectual, ?siguen siendo las patentes una de las claves?
- R. Las patentes son derechos privados de monopolio que los gobiernos de cada pa¨ªs permiten que las empresas obtengan durante 20 a?os. Actualmente se ven como la ¨²nica manera de recuperar las inversiones y, adem¨¢s de permitir la venta del medicamento al precio que se quiera, impiden introducir productos a las empresas de gen¨¦ricos, competidoras de las multinacionales. Pero los problemas actuales no son solo estos abusos: el problema ahora es la ¡°perennizaci¨®n¡±, las patentes adicionales, una pr¨¢ctica habitual en todo el mundo. Cuando una empresa obtiene una patente para un producto, cinco a?os despu¨¦s solicita otra m¨¢s alegando que el producto ahora tiene una potencia cinco veces mayor y es tambi¨¦n una invenci¨®n, aunque es obvio, y cualquier cient¨ªfico sabe, que se puede multiplicar la potencia de un producto. Con esa patente adicional, puede ampliar su monopolio otros cinco a?os y hay normativas para asegurar que las empresas puedan obtener tantas patentes como sea posible. Ha llegado el punto en que se est¨¢n implementando nuevas normativas que permiten obtener un cierto monopolio sobre los datos de ensayos cl¨ªnicos para impedir a las empresas de gen¨¦ricos registrar y vender un medicamento.
En el Acuerdo de Asociaci¨®n Transpac¨ªfico, recientemente concertado, uno de los temas m¨¢s debatidos fue c¨®mo se proteger¨ªan los datos de ensayos cl¨ªnicos para f¨¢rmacos biol¨®gicos, de forma que ning¨²n producto biosimilar o gen¨¦rico entrara en el mercado. Sin embargo, para algunos f¨¢rmacos y algunas enfermedades, las multinacionales propietarias de una patente firman acuerdos de licencia con las empresas de gen¨¦ricos con los que s¨ª les permiten vender su producto en un n¨²mero limitado de pa¨ªses. Esto supone una gran diferencia para esos pa¨ªses, pero significa que muchos otros siguen sin tener acceso y pagan precios muy elevados.
Aunque haya vacunas y podamos pagarlas no podemos usarlas en los pa¨ªses pobres porque las farmac¨¦uticas no las prueban a la temperatura ambiente de esos pa¨ªses
- P. ?Y qu¨¦ ocurre ahora con India, que se ha convertido en una f¨¢brica mundial de f¨¢rmacos y registra sus propias patentes?
- R. El caso de India es especialmente notable en este debate. En 1970, mucho antes de constituirse la Organizaci¨®n Mundial del Comercio, como cada gobierno pod¨ªa establecer sus propias reglas, India dijo que no iba a permitir patentes de medicamentos. Esta decisi¨®n permiti¨® el desarrollo de un sector privado enorme de empresas de productos gen¨¦ricos. Hoy en d¨ªa, India es ¡°la farmacia del mundo en v¨ªas de desarrollo¡± y hay entre 6.000 y 7.000 empresas de gen¨¦ricos que fabrican y venden casi dos tercios de los gen¨¦ricos que se emplean en el mundo, en particular, la gran mayor¨ªa de los que se emplean en los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo. M¨¢s del 90% de los f¨¢rmacos para el VIH y SIDA se producen hoy en d¨ªa en India.
En 1995, India firm¨® el tratado de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio, que inclu¨ªa normas globales sobre la propiedad intelectual y le exig¨ªa aplicarlas, pero pidi¨® una exenci¨®n de 10 a?os para introducir paulatinamente estas normas. Justo durante esos 10 a?os estall¨® el SIDA y las empresas indias de gen¨¦ricos, a instancia de grupos civiles, pacientes y Gobierno, empezaron a desarrollar medicamentos de bajo coste para el VIH. El precio baj¨® de 10.000 a 300 d¨®lares y hoy en d¨ªa hasta menos de 80 d¨®lares. Gracias a esa simple decisi¨®n de negociaci¨®n en 1995, hoy tenemos acceso inmediato a gen¨¦ricos de bajo coste y se han extendido los tratamientos para el SIDA en todo el mundo, donde hoy se trata a m¨¢s de 14.000.000 de personas.
Sin embargo, desde 2005, cuando termin¨® el plazo, India patenta los medicamentos. En los primeros cinco a?os concedieron unas 2.000 patentes y existe hoy la preocupaci¨®n de perder el acceso a bajo coste a estos medicamentos. Adem¨¢s, el Gobierno indio est¨¢ sufriendo ahora una enorme presi¨®n por parte del gobierno de los EE. UU. y de la industria farmac¨¦utica de la Uni¨®n Europea, de Jap¨®n, de Corea del Sur, que le exigen que implemente a¨²n m¨¢s normativas de protecci¨®n intelectual, para equipararse y tener los mismos est¨¢ndares que ellos. Lo que India ha hecho muy bien desde 2005 es que han evitado introducir todas estas normativas de propiedad intelectual, e incluso han introducido varias salvaguardas para permitir la producci¨®n de gen¨¦ricos lo m¨¢s r¨¢pido y diligentemente posible. A nosotros, en MSF, nos preocupa actualmente que el Gobierno indio sucumba a toda esta presi¨®n, lo cual tendr¨ªa un impacto terrible en MSF, puesto que compramos la mayor¨ªa de medicamentos de India y los empleamos en nuestras operaciones en m¨¢s de 60 pa¨ªses de todo el mundo.
India es la farmacia mundial de medicamentos gen¨¦ricos y Europa y EE. UU. est¨¢n tratando de limitarlo
- P. ?En qu¨¦ consiste el trabajo de MSF en cuanto al acceso a los medicamentos?
- R. Somos una organizaci¨®n humanitaria que y hacemos llegar medicamentos a aquellos que m¨¢s lo necesitan pero tambi¨¦n trabajamos con los problemas estructurales que impiden el acceso. En la forma en que pensamos en la innovaci¨®n y el acceso a los medicamentos, nos consideramos principalmente un problema pol¨ªtico. Las decisiones pol¨ªticas que toman los gobiernos conducen a la falta de innovaci¨®n destinada a personas pobres, la falta de acceso a los medicamentos en todo el mundo, e incluso posiblemente los problemas relacionados con la falta de financiaci¨®n y de distribuci¨®n. Por lo tanto, las personas no tienen acceso a los medicamentos principalmente por las decisiones que toman los l¨ªderes pol¨ªticos y las empresas, o que no toman para evitar que ello ocurra. Queremos que las personas entiendan que hasta que reconozcamos que se trata de decisiones y no de una realidad, de un resultado esperado, y hasta que tomemos otras decisiones como personas y como gobiernos, ¨¦ste seguir¨¢ siendo un problema grave en los pa¨ªses en los que trabajamos.
- P. ?Qu¨¦ es lo m¨¢s urgente de vuestro trabajo?
- R. A nivel m¨¦dico, prestamos m¨¢s atenci¨®n en la actualidad al acceso a las vacunas en los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo. Adem¨¢s de sus altos precios, tambi¨¦n nos preocupa que la mayor¨ªa de vacunas no son termoestables, es muy dif¨ªcil conservarlas entre dos y ocho grados en situaciones de emergencia, y nos centramos en que las empresas hagan pruebas a temperaturas mucho m¨¢s altas, a 40 grados, para que MSF pueda utilizarlas fuera de la cadena de fr¨ªo y distribuirlas a lugares remotos. Tambi¨¦n estamos empezando tratar la hepatitis C y trabajamos con empresas y gobiernos para garantizar que estos f¨¢rmacos se registran, que son asequibles y que hay gen¨¦ricos de bajo coste en el mercado. La resistencia a los medicamentos, como est¨¢ ocurriendo con el SIDA o con la tuberculosis supone otro gran reto.
Y respecto al brote de ¨¦bola, nos hemos centrado mucho en garantizar que una vacuna realmente efectiva, en cuyo desarrollo MSF ha colaborado, obtiene licencia, es asequible, y est¨¢ disponible de forma urgente e inmediata para los pacientes que la necesitan.
Tambi¨¦n estamos muy involucrados en la cuesti¨®n del Acuerdo de la Asociaci¨®n Transpac¨ªfico, cuyas disposiciones de propiedad intelectual propician el peor acuerdo comercial de la historia en t¨¦rminos de acceso a los medicamentos, y conducir¨¢n a precios significativamente m¨¢s altos en los pa¨ªses que firmen el acuerdo y en otros a los que se exigir¨¢ que adopten sus est¨¢ndares. Tambi¨¦n nos preocupan mucho los altos niveles de protecci¨®n de propiedad intelectual que se est¨¢n imponiendo en India en estos momentos y que se mantengan algunas de las estructuras internacionales existentes sobre el terreno, cuyo fin era mejorar el acceso a la atenci¨®n sanitaria, como el Fondo global para el SIDA, la tuberculosis y la malaria.
Tras los casos de ¨¦bola en Espa?a o EE. UU., la innovaci¨®n farmac¨¦utica se ha convertido en una cuesti¨®n de seguridad
- P. El panorama ideal es que los pa¨ªses tengan acceso a los medicamentos sin MSF, ?no?
- R. S¨ª, estoy de acuerdo. Hay tres formas de ver esto. Una es que s¨ª, MSF es principalmente una organizaci¨®n humanitaria de emergencias y por definici¨®n no est¨¢ pensada para ser permanente. Pero lo que vemos hoy es que realmente no es as¨ª. MSF est¨¢ asistiendo a los refugiados en el Mediterr¨¢neo para tratar de garantizar que salvan sus vidas y vemos que hay un amplio abanico de pa¨ªses que sufren un proceso de ¡°desdesarrollo¡± que exige una respuesta contundente. Incluso en estos casos de emergencias humanitarias los desaf¨ªos nunca han sido mayores que ahora. La segunda forma de pensar en ello es que la organizaci¨®n est¨¢ cada vez m¨¢s involucrada en tratamientos y asistencia sanitaria a largo plazo, ya sea en el caso de la tuberculosis resistente a los f¨¢rmacos, con un tratamiento de dos a?os, o con el VIH y el SIDA, que es un tratamiento de por vida. Por eso la organizaci¨®n no puede proporcionar tratamiento a cientos de miles de personas con VIH y despu¨¦s simplemente decir ¡°esperemos que esto contin¨²e¡±. Los gobiernos deben asumir una gran responsabilidad, y nos preocupa que cuando los gobiernos donadores retiran su financiaci¨®n, otros gobiernos deber¨ªan tomar las riendas y no lo hacen.
La tercera forma de verlo, que todav¨ªa es algo nuevo para MSF, quiz¨¢s sea m¨¢s espec¨ªfico de la campa?a de acceso, consiste en la responsabilidad pol¨ªtica y cada vez m¨¢s, en la promoci¨®n y defensa. Y no es algo natural a la organizaci¨®n, pero ha crecido bastante porque no estamos resolviendo todos los problemas sobre el terreno y la cuesti¨®n es en qu¨¦ medida los actores est¨¢n respondiendo y si buscan abordar la ra¨ªz de los problemas. La campa?a de acceso a los medicamentos es parte de esa respuesta y creo que en la forma en la que durante el brote del ¨¦bola hemos estado buscando respuestas que garanticen que nuestra respuesta es integral y justa con los pacientes que lo necesitan.
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