12 relatos desde la primera l¨ªnea del trabajo humanitario de 2015
Quienes trabajan ayudando a otros nos escribieron sobre sus vivencias desde todos los puntos cardinales. Con sus historias, nos trasladaron all¨ª donde estaba el foco de la noticia
Para los autores y autoras de estos textos, la solidaridad, la ayuda y la cooperaci¨®n son labores cotidianas los 365 d¨ªas del a?o. Es su profesi¨®n, trabajo o labor. Ellos suelen ser actores, protagonistas o mediadores de muchas de las informaciones de las que nos ocupamos en Planeta Futuro. Est¨¢n siempre ah¨ª, por todo el mundo, se les cite o no, hablen o no. Para hacerlos visibles y darles voz asegurada disponemos de una secci¨®n abierta a sus aportaciones, a la narraci¨®n de sus vivencias, experiencias y, tambi¨¦n, claro est¨¢, su sufrimiento (en ocasiones, inmenso). La denominamos En Primera L¨ªnea y es de las m¨¢s queridas. Quiz¨¢ porque se genera all¨ª donde se encuentra la avanzadilla del desarrollo en todas sus letras y significados; donde la materializaci¨®n de tal concepto es una realidad en proceso de construcci¨®n constante, de planificaci¨®n o simple improvisaci¨®n para salvar situaciones y vidas. As¨ª, en este 2015 que acaba, los autores y autoras de estos textos nos han trasladado con sus relatos a conflictos, desastres, situaciones personales y lugares de todo el mundo, all¨ª donde estuvo el foco de la noticia o no lo estuvo en absoluto, porque tendemos a olvidarnos. Destacamos aqu¨ª las 12 historias que m¨¢s nos han impactado...
El ¡®milagro¡¯ del Papa en Rep¨²blica Centroafricana
Mar¨ªa Jos¨¦ Agejas, responsable de comunicaci¨®n de Oxfam Interm¨®n en Rep¨²blica Centroafricana, vivi¨® uno de los momentos m¨¢s emocionantes de su vida durante la visita del Papa al pa¨ªs africano el pasado noviembre. As¨ª nos lo contaba.
"En Rep¨²blica Centroafricana, y en especial en Bangui, la capital, quedan muy pocos musulmanes. Antes de la guerra eran el 10% de la poblaci¨®n. Tras m¨¢s de dos a?os de enfrentamiento crecientemente religioso los m¨¢s han abandonado el pa¨ªs y malviven en campos de refugiados en Chad y Congo..."
Una cama vac¨ªa
Desde ese mismo pa¨ªs, Emma Pedley, enfermera de M¨¦dicos Sin Fronteras en Rep¨²blica Centroafricana, escrib¨ªa acerca de sus esfuerzos por salvar la vida de una ni?a de apenas unos meses. No lo consigui¨® y tard¨® varios meses en asimilar lo sucedido y escribirnos este sentido y emotivo relato.
"La primera vez que vi a Benedict estaba en brazos de su madre, que la acunaba mientras permanec¨ªa sentada en la terraza del hospital. Ten¨ªa diez d¨ªas de vida y pesaba solo un kilo y medio. Como la ni?a llevaba con diarrea dos d¨ªas, su madre no hab¨ªa querido darle el pecho..."
Tan distintos, tan iguales
Cada mes, Diego Fern¨¢ndez Gabald¨®n, trabajador del Programa Mundial de Alimentos, compart¨ªa y comentaba para los lectores de la secci¨®n una selecci¨®n de fotograf¨ªas realizadas en la ¨²ltima d¨¦cada durante sus viajes alrededor del mundo. En la de julio, reflexionaba a trav¨¦s de sus instant¨¢neas acerca de las semejanzas y diferencias de los ni?os del mundo.?
"Hace un tiempo me pidieron que diera una charla a unos alumnos de primaria espa?oles sobre el trabajo humanitario que llevo realizando algo m¨¢s de una d¨¦cada. El objetivo era concienciarlos sobre algunos aspectos de la pobreza y la cooperaci¨®n, pero sobre todo quise enfatizar que, a pesar de las aparentes diferencias entre culturas, existen muchas m¨¢s similitudes e intereses comunes. Es indudable que la guerra, la pobreza y las limitaciones m¨¢s b¨¢sicas dejan un impacto indeleble en la vida de cualquier persona. Los ni?os, desde luego, no viven ajenos a estas crudas realidades. Y sin embargo¡ siguen siendo ni?os y ?tambi¨¦n quieren jugar!..."
Ya llegan de nuevo las balas
Ana de la Osada, responsable del equipo m¨¦dico de MSF en Malakai (Sud¨¢n del Sur) recordaba con esta historia el regreso de la violencia, que en realidad nunca se fue del todo, al pa¨ªs m¨¢s joven del mundo, enfrentado a su enemigo del norte durante m¨¢s de 20 a?os.?
"En las ¨²ltimas tres semanas, la tensi¨®n entre los dinkas y los shilluks, dos de las principales tribus del estado de Alto Nilo, hab¨ªa aumentado much¨ªsimo, as¨ª que no puedo decir que todo esto nos pillara por sorpresa..."
Phumeza Tisile vuelve a o¨ªr?
Pablo Trillo, trabajador de M¨¦dicos sin Fronteras (actualmente miembro de Salud Por Derecho), escrib¨ªa sobre Phumeza Tisile, a quien conoci¨® en 2014, en Ginebra, durante la pen¨²ltima Asamblea Mundial de la Salud. Unos meses despu¨¦s, en junio de 2015, el autor se enter¨® de que la joven sudafricana de 24 a?os hab¨ªa recuperado la audici¨®n que hab¨ªa perdido debido al tratamiento contra la tuberculosis m¨¢s resistente. Y no dud¨® en compartir sus emociones al conocer la noticia.
"Recuerdo a una Phumeza calmada, con unos ojos de brea que miraban con asombro desenga?ado el mundo, envuelta en una cascada de trenzas precisas, la piel tersa y oscura; el caminar lento. Hac¨ªa no demasiado tiempo que hab¨ªa superado la enfermedad que estuvo cerca de arrancarle la vida. Una tuberculosis extremadamente resistente a los medicamentos que le hab¨ªa mantenido durante m¨¢s de tres a?os recibiendo un tratamiento agresivo y muy doloroso que le devolvi¨® la vida pero le rob¨® el o¨ªdo..."
Un para¨ªso en el que se muere de parto
Francisco Javier Sancho M¨¢s, de MSF, describ¨ªa la belleza del paisaje al atravesar en todoterreno las monta?as de Sidama, en Etiop¨ªa. Un lugar tan hermoso como mortal para los reci¨¦n nacidos y las j¨®venes madres que, por desconocimiento e inaccesibilidad, dan a luz en casa sin atenci¨®n m¨¦dica, lo que entra?a graves riesgos para la vida de ambos.?
"¡°?Astonishing!¡±, exclama el conductor del veh¨ªculo de M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF) de camino a las monta?as de Sidama. ¡®Astonishing¡¯ es una palabra que no tiene una buena traducci¨®n en espa?ol, o por lo menos no tan buena como para expresar el verdadero significado de la palabra inglesa pronunciada con los ojos y la boca bien abiertos cuando uno contempla algo extraordinario..."
A ustedes, desde Ayotzinapa
Una conmovedora carta fue lo que escribi¨® Natalia Huerta, una psic¨®loga que trabaj¨® en el apoyo a los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala, en el Estado mexicano de Guerrero.
Les escribo a ustedes de quienes solo tenemos un relato cruel y s¨¢dico, a ustedes que siguen siendo esperados, a ustedes que sin saberlo han movido masas en su nombre, a ustedes cuyos rostros son publicados en los diarios de todo el mundo, a ustedes de quienes no sabemos nada desde hace tres meses, a ustedes que arden de c¨®lera por las injusticias que vive M¨¦xico. A ti, Pepa, que prometiste llamarme despu¨¦s del viaje y ya nunca pudiste hacerlo, a los que me leen, a los que no conozco, a los tibios que viven inmunes e indiferentes el dolor del pa¨ªs, a los que claman justicia..."
El d¨ªa en que cambi¨¦ la neurocirug¨ªa por la salud global
El autor, Luis Gerardo Castillo del Instituto de Salud Global (ISGlobal), relata el proceso que vivi¨® tratando a los m¨¢s vulnerables en Chiapas, lo que le hizo cambiar su especialidad por un concepto de medicina enfocado al conjunto de la poblaci¨®n.
"Inici¨¦ mis estudios de medicina a los 16 a?os. Por alguna raz¨®n, siempre fui de los menores de mi generaci¨®n durante mi recorrido acad¨¦mico. Cierto es que, aunque a veces me sent¨ªa envuelto en un ambiente de constantes retos, la tendencia de mis compa?eros era siempre a seguir caminos preconcebidos, sin analizar los anhelos individuales o el poder de traducir ideas a movimientos revolucionarios que tuvieran la capacidad de innovar en el entorno local..."
Un relato, un c¨®mic, un v¨ªdeo y una obra de arte por la cooperaci¨®n
En nuestro especial La cooperaci¨®n espa?ola desde el terreno, Zinnia Quir¨®s, coordinadora de la unidad M¨¢s y Mejor Ayuda y la campa?a S¨ª Me Importa de Oxfam Interm¨®n, escrib¨ªa este relato de su viaje a Rep¨²blica Dominicana junto a una investigadora, un artista de c¨®mic, otro audiovisual; una artista pl¨¢stica y una galerista de arte contempor¨¢neo. Todos ellos, llamados a poner en valor a trav¨¦s de sus creaciones el trabajo de la cooperaci¨®n.
"De Rep¨²blica Dominicana puede decirse que, como certeramente aclama el propio pa¨ªs en su eslogan, lo tiene todo: gente cautivadora, una naturaleza exuberante, playas paradis¨ªacas¡ pero tambi¨¦n barriadas en la periferia de Santo Domingo, como La Ci¨¦naga, Los Guandules o Guachupita, donde malviven miles de personas sin agua potable ni alcantarillado, y entre continuos cortes de luz..."
Por no poder comer
Etiop¨ªa est¨¢ sufriendo una de las peores sequ¨ªas de las ¨²ltimas d¨¦cadas. La desnutrici¨®n que est¨¢ provocando es una causa de muerte silenciosa e invisible. El m¨¦dicos Xavier de las Cuevas advierte de este drama en un art¨ªculo en el que reproduce las reflexiones que intercambi¨® con el doctor del Hospital de Gambo I?aki Alegr¨ªa, quien por unos d¨ªas tuvo que volver a Barcelona desde el pa¨ªs africano. "Al finalizar la charla, coincidimos en que la situaci¨®n de hambruna que sufre Etiopia hacia necesaria la m¨¢xima difusi¨®n y sensibilizaci¨®n..."
?Refugiados o migrantes? Seres humanos
Omar Mahmoud, trabajador de UNICEF Ginebra, comparti¨® tiempo y espacio con los refugiados que llegaban a Belgrado. Su labor era hacer de int¨¦rprete ¨¢rabe-ingl¨¦s en esta gran crisis que ha concentrado la atencion pol¨ªtica y medi¨¢tica hasta que, simplemente, dej¨® de hacerlo. Por eso, Mahmoud tambi¨¦n quer¨ªa volver con historias personales e im¨¢genes que ayudaran a aclarar qui¨¦nes son, por qu¨¦ huyen, ad¨®nde van...
"La semana empez¨® con tranquilidad. Llegamos de noche a la estaci¨®n de autob¨²s, que est¨¢ junto a un parque p¨²blico. En el parque hab¨ªa peque?as tiendas de campa?a. Al principio no me di cuenta de lo que eran. Parec¨ªan las peque?as tiendas de pl¨¢stico que los ni?os usan en los picnics. Pero no. M¨¢s tarde me enter¨¦ de que eran tiendas de refugiados..."
El d¨ªa que una mujer salt¨® a un campo de f¨²tbol en Senegal
La autora, Mar¨ªa Arrab¨¦, es fisioterapeuta. Y en estas l¨ªneas relata su trabajo como voluntaria de una peque?a ONG en una aldea remota de Senegal. Entre otras tareas, ella era la encargada de velar por la salud muscular del equipo de f¨²tbol.
"Mi nombre es Mar¨ªa Arrab¨¦, vivo en Madrid, tengo 28 a?os, soy fisioterapeuta y creo que los destinos no est¨¢n marcados, y que los rumbos vitales se pueden cambiar. Os contar¨¦ c¨®mo lo hice yo. Uno de mis sue?os era ir de voluntaria a ?frica. Ya hab¨ªa participado en proyectos de diferentes organizaciones en Espa?a y Sudam¨¦rica, pero por fin este a?o me decid¨ª a marcharme a Senegal..."
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.