La literatura infantil africana tambi¨¦n quiere contar sus propias historias
Deborah Ahenkorah, voraz lectora desde sus tiempos infantiles en Ghana, y ya estudiante en una universidad de los Estados Unidos, decidi¨® fundar all¨ª su propia organizaci¨®n para enviar miles de libros a m¨¢s de 30 pa¨ªses africanos. Quer¨ªa que otros ni?os a los que les gustaba la lectura tanto como a ella, pudieran tener acceso a todos los libros que quisieran. Un d¨ªa que estaba colaborando para un env¨ªo de cerca de 8.000 libros, se encontr¨® con uno entre las manos que le reclam¨® con fuerza la atenci¨®n. Al abrirlo descubri¨® que en ¨¦l aparec¨ªan im¨¢genes de una ni?a africana. El libro la detuvo en seco. Se dio cuenta de que de los miles y miles de libros que su organizaci¨®n hab¨ªa enviado hasta entonces hacia el continente africano, ¨¦ste era el primero que representaba a la gente a la cual se enviaban los libros. Deborah comprendi¨® de golpe que desde ni?a hab¨ªa le¨ªdo libros occidentales y, despu¨¦s de una d¨¦cada larga, el problema segu¨ªa siendo el mismo: los ni?os africanos segu¨ªan sin tener acceso a libros que narraran sus historias o coincidieran con sus realidades. As¨ª fue como en 2008 se le ocurri¨® crear The Golden Baobab Prize.
El premio que ya va por su 7? edici¨®n ha logrado poner a la literatura infantil del continente bajo un potente foco y hacer emerger a buen n¨²mero de escritores, gracias a la calidad de los trabajos y a la tarea de difusi¨®n de los mismos. The Mechanic's Son de Lauri Kubuitsile fue el primero y Talulah the Time Traveller de Mary Okon Ononokpono ha sido la ¨²ltima historia ganadora. En una entrevista, esta ¨²ltima expon¨ªa los motivos que la llevaron a escribir el cuento premiado "Los libros africanos que pude leer (en mi infancia) tend¨ªan o a ser un refrito de viejas f¨¢bulas en las que todo estaba bien, o a narrar experiencias del continente que eran ajenas a la m¨ªa. En cuanto a los libros escritos por autores negros de la di¨¢spora, tend¨ªan a tener un enfoque centrado en sus experiencia en el Caribe o en Am¨¦rica sin que yo como inmigrante africana (residente en Gran Breta?a) pudiera identificarme con facilidad. Quiero corregir esto para mi hija. Creo que es muy importante que los ni?os vean sus propias experiencias individuales narradas dentro de la cultura popular".
Entre los nuevos talentos se encontraba Gyimah Gariba quien est¨¢ trabajando actualmente en un proyecto de animaci¨®n en 3D basado en un cuento popular Ashanti, Zineb Benjelloun quien, a trav¨¦s de su obra, busca explorar y reafirmar la identidad cultural marroqu¨ª o Jillian Slabbert quien recoge y guarda fotograf¨ªas para realizar despu¨¦s coloridos y originales collages.
Deborah Ahenkorah (reciente ganadora del Premio Grinnell 2015 que reconoce a j¨®venes innovadores) es consciente de las dificultades que presenta la edici¨®n y publicaci¨®n de libros convencionales en el continente africano, donde encontrar buen papel o una m¨¢quina de impresi¨®n eficiente no es f¨¢cil, a lo que se unen los problemas de distribuci¨®n, almacenamiento y cobro. Ante ello tambi¨¦n lo digital se presenta como una alternativa (a¨²n lejana pero que ya est¨¢ dando sus pasos de manera constante). Ella misma menciona Worldreader, una organizaci¨®n no gubernamental nacida en Estados Unidos que env¨ªa lectores de libros electr¨®nicos (Kindles) a ni?os y escuelas del ?frica subsahariana para fomentar la lectura. Pero la "alternativa" m¨¢s clara surge a trav¨¦s del m¨®vil, cuyo uso se ha disparado. Mxit es una de las redes sociales m¨¢s populares mediante el aparato telef¨®nico a trav¨¦s de la que se comparten historias cortas o contenidos did¨¢cticos.
Pero mucho antes (e incluso todav¨ªa) los cuentos en el continente se narraban de forma oral. Los relatos pasaban de boca en boca y se compart¨ªan de generaci¨®n en generaci¨®n. Varias han sido las iniciativas que en este sentido han perseguido la recuperaci¨®n de dicha tradici¨®n desde el mismo continente, casi siempre enfocadas al p¨²blico lector adulto. Sin embargo tambi¨¦n existen aquellas que lo hacen para un p¨²blico infantil-juvenil.
La asociaci¨®n Ahuim que trabaja en un proyecto en el ¨¢mbito educativo-sanitario en Mozambique es una de ellas. Recopil¨® durante 6 meses las historias de la literatura oral de sus respectivas etnias y en su propia lengua, al comprobar que apenas hab¨ªa libros infantiles que cubrieran este rico mundo. En edici¨®n biling¨¹e castellano-portugu¨¦s (gracias al trabajo de Lara Ripoll y de Azimo Sadaca), Cuentos de los ni?os del ma?ana (2013) recoge 20 cuentos y f¨¢bulas tradicionales mozambique?as, que han sido aportadas e ilustradas por los propios ni?os de Pemba. Se ofrecen historias africanas in¨¦ditas del vasto patrimonio de la cultura Macua ¡ªla mayoritaria en Cabo Delgado¡ª, o de la cultura Mwani, entre otras.
Durante dos a?os varias personas se han dedicado a recopilar cuentos de la zona (Baja Casamance, Oussouye, Djimbering y Enampore) contados en diola (¡°aunque hay muchos diolas: banjal, kasa, quatay, fu?i¡ ¡°) que se tradujeron al castellano, en su mayor¨ªa a trav¨¦s del franc¨¦s. Los ni?os y ni?as que hab¨ªan acudido a los talleres que hab¨ªan organizado durante los veranos de 2014-2015 fueron los principales narradores. Adem¨¢s, las originales composiciones gr¨¢ficas (mu?ecos articulados) se han realizado a partir de los dibujos que hicieron los ni?os para ilustrar sus cuentos en un taller bajo la direcci¨®n de Daniel Tornero.
A trav¨¦s de 32 cuentos englobados bajo "cuentos maravillosos", "cuentos novelescos" y "cuentos de animales", nos hablan de "seres que pueblan su imaginaci¨®n: de los dragones que traen lluvia, de serpientes pitones que se convierten en seres humanos, de baobabs que se tragan a la gente, de genios y genias que habitan los bosques". En un volumen de gran calidad, visualmente muy atractivo y que sorprender¨¢ a todo el que lo lea con unas historias que har¨¢n que nos reformulemos en ocasiones las situaciones de las que parten sus personajes y a las que llegan.
Afirman en su "Hoja de ruta" que no han pretendido conseguir un ensayo antropol¨®gico, ni filol¨®gico, porque este libro maravilloso con ilustraciones llenas de colorido e imaginaci¨®n, es fruto de un sue?o, el de llenar de libros las estanter¨ªas de la Biblioteca de Ossouye. De momento tienen la intenci¨®n de traducirlo al franc¨¦s y presentarlo en febrero en la propia Biblioteca. De retornarlo a la Baja Casamance, el lugar del que parti¨®.
(*) El 10% de las ventas del libro se destinar¨¢ a un proyecto de educaci¨®n en la Baja Casamance. Se puede adquirir a trav¨¦s de la Editorial Libros de las Malas Compa?¨ªas y en diversos puntos de venta (para m¨¢s informaci¨®n: info@librosdelasmalascompanias.com)
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