Tiene 3 minutos para salvar la vida de su compa?ero de mesa
As¨ª se act¨²a ante una parada cardiorrespiratoria sin gui¨®n ni formaci¨®n en primeros auxilios
Si dejamos hablar a las cifras, el panorama es desalentador. La Revista Espa?ola de Cardiolog¨ªa que unas 30.000 al a?o pierden la vida en nuestro pa¨ªs por una parada cardiorrespiratoria (PRC). Y la realidad no es del todo inevitable: podemos reducir la cantidad formando parte de la llamada "cadena de supervivencia".
En una parada card¨ªaca el coraz¨®n no bombea sangre y el paciente deja de respirar. Puede darse por causas respiratorias o, como es m¨¢s habitual, coronarias, como el infarto de miocardio, que supone un 80% de los casos. Seg¨²n la Fundaci¨®n Espa?ola del Coraz¨®n (FEC), presentan mayor riesgo de sufrir un accidente cardiovascular las personas con hipertensi¨®n, colesterol alto, obesidad, diabetes, vida sedentaria, h¨¢bitos nocivos o una edad avanzada.
En 2015, el Consejo Europeo de Resucitaci¨®n Cardiopulmonar (ERP) renov¨® las recomendaciones sobre el soporte vital y la resucitaci¨®n cardiopulmonar. El documento asegura que ¡°la respuesta de la sociedad salva vidas¡±, y da las claves para que cualquier testigo presencial pueda actuar frente a una PCR, sea o no profesional de la medicina.
La atenci¨®n precoz al que sufre un infarto (dentro de los 3 o 4 primeros minutos) aumenta la posibilidad de supervivencia del paciente en un 50%, seg¨²n las recomendaciones del?Consejo Europeo de Resucitaci¨®n Cardiopulmonar
Es m¨¢s f¨¢cil de lo que parece. Solo debemos conocer los cuatro eslabones que componen la cadena de supervivencia. La doctora Marta Mart¨ªnez del Valle, secretaria de informaci¨®n de la Sociedad Espa?ola de M¨¦dicos Generales y de Familia (SEMG), organismo miembro del Consejo Espa?ol de Resucitaci¨®n Cardiopulmonar (CERCP), se lamenta de que en nuestro pa¨ªs no se destinen los esfuerzos suficientes a educar a la poblaci¨®n y asegura que la supervivencia de un paciente atendido precozmente aumenta en un 40%. ¡°En pa¨ªses como Inglaterra las campa?as son frecuentes, utilizan personajes medi¨¢ticos para crear m¨¢s impacto y son muy efectivas¡±.
Mejor preocuparse de m¨¢s
El primer eslab¨®n de la cadena es el reconocimiento y petici¨®n de asistencia. La persona que sufre un infarto suele presentar un fuerte dolor en el centro del pecho, sensaci¨®n de ahogo y posible dolor en alguno de los brazos o la garganta. Seg¨²n la doctora, si identificamos algunos de estos s¨ªntomas, el paciente no respira con normalidad o no nos responde, debemos llamar inmediatamente a los servicios de emergencias, 112. ¡°Siempre es mejor equivocarse por exceso de celo que por defecto¡±, a?ade: "La atenci¨®n dentro de los 3 o 4 primeros minutos puede aumentar las posibilidades de supervivencia en m¨¢s del 50%".
¡°Hay veces que al 112 han llamado ni?os muy peque?os, incluso de 3 a?os¡±, contin¨²a. Existe incluso una campa?a para ayudar a que los menores recuerden el n¨²mero de emergencias con una curiosa regla mnemot¨¦cnica, contando las partes que componen una cara: una boca, una nariz y dos ojos (1-1-2).
La doctora recuerda que esto son iniciativas particulares que dependen ¨²nicamente de la buena voluntad. ¡°Lo que se pretende desde el CERCP que haya una estrategia generalizada en los colegios para as¨ª tener cubierta toda la poblaci¨®n en unos a?os, pero por ahora no se ha puesto nada en marcha¡±.
Solo con las manos
La complicada maniobra de salvamento a la que nos tiene acostumbrado el cine puede frenarnos a la hora de actuar frente a un paciente en PCR, pero la realidad es mucho m¨¢s sencilla.
El segundo paso de la cadena es la reanimaci¨®n o resucitaci¨®n, que habr¨¢ que realizar si la persona pierde la conciencia, consiste, seg¨²n la FEC, en ¡°aplicar compresiones con ambas manos en el centro del estern¨®n del paciente con los brazos extendidos en ¨¢ngulo recto respecto a su cuerpo¡±.
Para presionar adecuadamente habr¨¢ que colocar las manos por debajo de la l¨ªnea que forman los pezones, a una frecuencia de 100 por minuto a unos 5 cent¨ªmetros de profundidad, como prosigue la entidad.
Diferentes estudios coinciden en que no es necesario combinar las compresiones con ventilaciones (boca a boca). Investigadores del Departamento de Servicios de Salud de Arizona (EE UU) afirman que para los no expertos conduce a mejores resultados "usar ¨²nicamente las manos¡±, ya que una maniobra mixta lenta e ineficiente puede hacernos perder la oportunidad de resucitar al paciente.
La Asociaci¨®n Americana del Coraz¨®n (AHA, por sus siglas en ingl¨¦s) solo aconseja el boca a boca si el paciente es un ni?o o un beb¨¦, si ha sido encontrado inconsciente y no respira con normalidad o si ha sufrido un ahogamiento, sobredosis de drogas o un colapso debido a un problema respiratorio.
Ignacio Fern¨¢ndez Lozano, cardi¨®logo y secretario general de la Sociedad Espa?ola de Cardiolog¨ªa, es tajante: ¡°Solo debe hacer el boca a boca quien tenga formaci¨®n. Sin embargo, el masaje hay que hacerlo siempre¡±. ¡°No hemos de tener miedo a realizarlo. Hay que entender que ante una muerte s¨²bita cualquier da?o que podamos ocasionar no ser¨¢ nada si logramos resucitarle¡±, apunta Mart¨ªnez.
Para ayudarnos a saber cu¨¢l es la frecuencia adecuada para aplicar las compresiones, existen varias campa?as (todas extranjeras) que aseguran que el ritmo de la conocid¨ªsima canci¨®n de los Bee Gees Staying Alive? es el perfecto. Teniendo en cuenta el t¨ªtulo de la canci¨®n, Sobreviviendo, parecer¨ªa que el grupo cre¨® el super¨¦xito pensando en este fin.
Un v¨ªdeo de una de estas campa?as, concretamente de la televisi¨®n inglesa, utiliza la imagen del exfutbolista y actor Vinnie Jones, que explica c¨®mo salvar la vida de alguien al ritmo de disco y ¡°solo con tus manos¡±. Es divertido e informativo.
Mart¨ªnez insiste en que no hay que para de realizar compresiones hasta que comprobemos que la persona recupera el pulso normal o aparezcan los servicios de emergencia.
Resucitaci¨®n asistida
Si nos encontramos en lugares p¨²blicos como aeropuertos, estaciones de tren, polideportivos o incluso algunas grandes empresas, es posible que hayamos visto una se?al verde como la situada bajo estas l¨ªneas.
Es la imagen adoptada internacionalmente que indica la cercan¨ªa de un desfibrilador externo autom¨¢tico (DEA), un aparato que sirve para reiniciar la actividad del coraz¨®n del paciente aplicando descargas el¨¦ctricas y que tiene forma de malet¨ªn con dos aplicadores para el pecho.
En este caso, Mart¨ªnez del Valle recomienda ir directamente al tercer paso y sustituir el masaje cardiopulmonar por la desfibrilaci¨®n autom¨¢tica. La doctora insiste en que no debemos asustarnos a la hora de utilizar este aparato porque ¨¦l mismo da las instrucciones en voz alta y no se requiere ning¨²n conocimiento previo. Adem¨¢s, el DEA identifica por s¨ª mismo si el paciente recupera su actividad card¨ªaca normal y detiene la emisi¨®n de descarga.
La fase de atenci¨®n final le corresponde a los profesionales, unos cuidados de post resucitaci¨®n que solo ser¨¢n ¨²tiles de haber tenido ¨¦xito en los previos. Si ha llegado al ¨²ltimo eslab¨®n, enhorabuena: acaba de salvar una vida.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.