Lavar su forro polar puede alterar la fertilidad de una ballena
Las prendas sint¨¦ticas liberan en la lavadora microfibras que acaban en el mar y componen la basura pl¨¢stica m¨¢s abundante del planeta
Miden menos de un mil¨ªmetro. Se desprenden en la lavadora de forros polares y otros tejidos sint¨¦ticos y acaban en el mar, o peor a¨²n, en el est¨®mago de los peces. Son las llamadas microfibras, una gran masa de basura marina que durante d¨¦cadas ha pasado desapercibida y que ahora los cient¨ªficos empiezan a obtener evidencias de su omnipresencia e impactos. ¡°Cerca del 85% de los materiales de origen humano que encontramos en las costas son microfibras¡±, asegura Nicholas Mallos, director del programa de basura marina de Ocean Conservacy, una organizaci¨®n de protecci¨®n del mar con sede en Washington.
¡°Ya sabemos que es la forma de basura pl¨¢stica m¨¢s abundante del planeta y que puede provocar importantes da?os en el medio marino¡±, explica Mark Anthony Browne investigador de la Universidad de University of New South Wales en Australia y responsable del trabajo m¨¢s exhaustivo hasta el momento sobre el origen de las microfibras presentes en los oc¨¦anos. Sus investigaciones demuestran que las monta?as de polyester y de nylon del mar proceden de las aguas que vomitan las lavadoras. El uso cada vez m¨¢s habitual de las prendas deportivas y de monta?a, de alto contenido en fibra, ha hecho que en los ¨²ltimos 50 a?os, el volumen de microfibra que vertimos al medio ambiente haya crecido en un 450%, seg¨²n los datos que maneja Browne.
Las investigaciones del National Center for Ecological Analysis and Synthesis NCEAS de California indican que las microfibras penetran en los pulmones y el est¨®mago de los peces e invertebrados y de ah¨ª pasan al torrente sangu¨ªneo afectando por ejemplo al sistema inmunol¨®gico. Un problema a?adido, explican los cient¨ªficos es que las fibras viajan a menudo impregnadas de productos qu¨ªmicos que tambi¨¦n da?an a las especies sobre las que se asientan.
Salud Deudero, ec¨®loga marina del Instituto Espa?ol de Oceanograf¨ªa en Baleares asegura que la contaminaci¨®n por micropl¨¢sticos es ubicua. ¡°Cuando analizamos la ingesta de los peces nos damos cuenta de que hay grandes proporciones de micropl¨¢sticos¡±. Explica que estas sustancias pueden causar alteraciones en el sistema endocrino de los peces porque descontrolan las hormonas sexuales. ¡°Esto puede alterar la fertilidad de los peces e incluso provocar cambios de sexo¡±. A?ade Deudero que los filamentos flotan a menudo en los primeros metros de agua y tienen mayor impacto en especies como ballenas o atunes que se alimentan en la superficie.
Browne muestre¨® junto a su equipo 18 playas de los cinco continentes y se llevaron la arena del laboratorio a Plymouth, al sur de Inglaterra, donde utilizaron t¨¦cnicas forenses para analizarla. Pensaron que se encontrar¨ªan montones de pl¨¢sticos rotos procedentes de bolsas y botellas. Su sorpresa fue may¨²scula cuando vieron que la arena estaba plaga de microfibras. Comprobaron adem¨¢s, que en las playas de costas m¨¢s densamente pobladas la proporci¨®n de nanopl¨¢sticos era mucho mayor. En Reino Unido, tomaron muestras en aguas pr¨®ximas a desag¨¹es y otras libres de vertidos. Encontraron un 250% m¨¢s de micropl¨¢sticos en los lugares en los que vierten las depuradoras. La mayor¨ªa de las fibras que aparecieron eran polyester (56%) y acr¨ªlico (23%). Mire ahora la etiqueta de alguna de sus prendas, es muy probable que aparezca una proporci¨®n similar a la que se encuentra en el mar.
Despu¨¦s realizaron el camino inverso que hace el agua antes de llegar a las depuradoras. Cogieron camisas, mantas y forros polares, todos con polyester y los metieron en lavadoras. En cada lavado, observaron c¨®mo se desprend¨ªan m¨¢s de 1.900 fibras, la mayor parte de ellas procedentes de forros polares. Hasta aqu¨ª las evidencias. Porque Browne reconoce que falta mucha informaci¨®n, que a¨²n no comprenden qu¨¦ hace que un tipo de ropa libere m¨¢s microfibras que otro.
Mallo, del Ocean Conservacy cree que la investigaci¨®n deber¨ªa centrarse en fabricar lavadoras que reduzcan la liberaci¨®n de microfibras limitando la fuerte agitaci¨®n e instalando filtros m¨¢s eficaces. Mejorar el filtrado en las depuradoras es otra de las v¨ªas posibles. Browne cree sin embargo que la clave est¨¢ en el origen de la contaminaci¨®n, que hay que descifrar qu¨¦ tejidos desprenden m¨¢s microfibras y dejar de fabricarlos. Y pide a las empresas textiles que se adapten a las evidencias, como ha hecho el sector de los detergentes y los cosm¨¦ticos.
Preocupaci¨®n en las empresas
A la industria los nuevos hallazgos le ha pillado con el pie cambiado. Las empresas que gastan ingentes sumas de dinero cultivando una imagen de amantes de la naturaleza, se encuentran ahora en el punto de mira de los ambientalistas, que les explican que sus prendas siembran de basura los oc¨¦anos. En la Outdoor Industry Association, que re¨²ne a 1.300 empresas de actividades al aire libre del mundo reconocen que existe una preocupaci¨®n emergente en el sector. ¡°Tenemos claro que tenemos que hay que hacer algo¡±, indica Beth Jensen, directora de responsabilidad corporativa de la organizaci¨®n. Pero m¨¢s all¨¢ de alguna investigaci¨®n puntual, las empresas no piensan de momento tomar medidas dr¨¢sticas. ¡°Es un tema nuevo. Antes de destinar recursos a aportar posibles soluciones, las empresas quieren asegurarse de que lo hacen de manera eficiente. Todav¨ªa hay muchos interrogantes¡±, a?ade Jensen. Mientras, han creado un grupo de trabajo con 250 empresas, para recopilar los datos cient¨ªficos que van emergiendo. Una de las hip¨®tesis con la que ya trabajan es que los forros polares baratos son m¨¢s susceptibles de escupir basura a la lavadora que los de mejor calidad.
Browne cree que las empresas miran hacia otro lado y compara el caso de las microfibras con el del asbestos que se estudi¨® y acab¨® por prohibirse. ¡°Los Gobiernos deber¨ªan obligar a las empresas a investigar qu¨¦ est¨¢ pasando con los sint¨¦ticos. Durante a?os nos hemos preocupado por el impacto de los detergentes y de los cosm¨¦ticos, pero las microfibras son mucho m¨¢s abundantes¡±, sostiene el cient¨ªfico.
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