El pol¨¦mico retorno de LCD Soundsystem
La banda de James Murphy empieza 2016 anunciando nuevo disco y gira cuando a¨²n ni se han cumplido cinco a?os desde su disoluci¨®n.
El 2 de abril de 2011 LCD Soundsystem se desped¨ªan de sus fans en el Madison Square Garden en un maratoniano concierto de tres horas y media de duraci¨®n. La banda, capitaneada por James Murphy, bajaba oficialmente el tel¨®n en uno de los momentos m¨¢s dulces de su carrera. Por entonces, a rega?adientes, sus seguidores se hicieron a la idea de que para volver a verles sobre un escenario tendr¨ªan que pasar muchos a?os. Pero, finalmente, el luto no ha sido para tanto: los neoyorquinos no s¨®lo se embarcar¨¢n en una nueva gira mundial este 2016 (con parada en el festival Coachella, donde ejercer¨¢n de cabezas de cartel de la primera jornada), sino que adem¨¢s volver¨¢n con un nuevo ¨¢lbum bajo el brazo.
El pasado 8 de octubre medios digitales como Consequence of Sound se hac¨ªan eco de una posible reuni¨®n del grupo, negada horas despu¨¦s a trav¨¦s de Twitter por Kris Petersen, uno de los responsables de su sello, DFA Records. Aunque las alarmas volvieron a dispararse hace apenas unos d¨ªas cuando, sin previo aviso, Murphy compart¨ªa esta Nochebuena en las redes un nuevo tema titulado Christmas Will Break Your Heart que ya alertaba de que algo se estaba cociendo en el seno del grupo. LCD Soundsystem volv¨ªan, s¨ª, ?pero acaso alguna vez se fueron?
En estos casi cinco a?os de relativo silencio, Murphy ha tenido tiempo de crear su propia marca de caf¨¦ (House of Good), producir a colegas como Arcade Fire o Yeah Yeah Yeahs, inaugurar una vinoteca en ese nido de hipsters que es Williamsburg y pasear una discoteca itinerante junto a los belgas 2manydjs (ese Despacio que pudo disfrutarse durante tres d¨ªas en 2014 en el marco del S¨®nar). Pero m¨¢s all¨¢ de esos divertimentos que le han mantenido entretenido, lo que ahora realmente sorprende es porque en su momento, en cambio de anunciar a bombo y platillo la disoluci¨®n de la banda, nuestro protagonista no fue algo m¨¢s precavido y se cur¨® en salud diciendo que iban a tomarse un descanso indefinido. Porque siendo sinceros, eso es realmente lo que ha ocurrido.
En el documental Shut Up and Play the Hits, que registraba los d¨ªas previos a su concierto de despedida, el propio Murphy ya le contaba al ensayista Chuck Klosterman que posiblemente el mayor de los fracasos era parar, detener la productividad de una banda que hasta entonces luc¨ªa una trayectoria intachable. Iba bien encaminado. Lejos de dejar pasar unos cuantos a?os m¨¢s y acrecentar su estatus de banda de culto, lo cierto es que LCD Soundsystem no nos han dado apenas tiempo para echarles de menos. Este relativo par¨¦ntesis les ha beneficiado, por supuesto, ya que probablemente con la excusa de su ¡°retorno¡± su cach¨¦ se haya visto disparado como nunca hubiesen imaginado. Sin embargo, resulta l¨®gico que muchos de los fans que en 2011 lucharon con u?as y dientes por hacerse con una de las codiciadas entradas de su ¨²ltimo bolo ahora se sientan algo defraudados e, incluso, estafados, ante este regreso.
El propio Murphy, en un extenso comunicado, hace dos d¨ªas se percataba de esto ¨²ltimo. ¡°En mi ingenuidad no me di cuenta de algo: hay gente que no nos odia en absoluto, de hecho muy vinculada al grupo, que se siente traicionada por el hecho de que volvamos a tocar y a grabar. Gente que viaj¨® (o lo intent¨®) al concierto del Madison Square Garden, para quienes fue un momento importante, que creen que ahora se ha desvirtuado. No me lo hab¨ªa planteado. Lo s¨¦, es rid¨ªculo por mi parte. Vi algunos comentarios online hace algunos d¨ªas de gente que se sent¨ªa as¨ª y me pill¨® por sorpresa. Me entristeci¨® much¨ªsimo. (¡) Si te importaba mucho nuestro grupo, si te volcaste en ese momento (o en cualquier cosa de nosotros) y ahora te sientes traicionado, lo entiendo perfectamente. Est¨¢s en tu derecho de definir qu¨¦ amas de un grupo, y est¨¢s en tu derecho tambi¨¦n de condenar sus acciones y palabras como creas porque eres t¨², francamente, quien ha hecho la mayor parte del trabajo para mantener esa relaci¨®n, y no el grupo. Estaba tan preparado para las protestas c¨ªnicas de turno que no supe ver las quejas sentidas¡±, expon¨ªa al respecto, haciendo alarde de una honestidad aplastante y, de paso, esquivando de la mejor manera posible los comentarios de ese reducto de seguidores que podr¨ªan tildarle de bocachancla. Murphy jam¨¢s ha alardeado de ser una estrella del rock ni nada que se le parezca, y muestra de ello son estas disculpas.
Sea como fuere, pol¨¦micas aparte, lo que ante todo hay que celebrar es la vuelta de una banda capital para el dance punk que, gracias a tres ¨¢lbumes de estudio y unos directos en¨¦rgicamente explosivos, se ha fraguado su propia leyenda. En apenas unos meses sabremos si con su nuevo disco mantienen la talla, pero ciertamente no se nos ocurre mejor regalo de Reyes para encarar este a?o reci¨¦n inaugurado. A¨²n est¨¢ por ver qu¨¦ festival patrio dar¨¢ el campanazo confirm¨¢ndoles. Aunque eso s¨ª, 2016 es desde ya su a?o. El a?o del retorno de una banda que, en realidad, nunca se fue.
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