Las orcas ¡®gaditanas¡¯ solo sobreviven gracias a la picaresca

Orcas y pescadores conviven con dificultades en el Estrecho de Gibraltar. Todos se re¨²nen en los meses m¨¢s c¨¢lidos del a?o a esperar el paso de los atunes rojos, unas sabrosas piezas que cruzan por all¨ª dos veces al a?o. El at¨²n cada vez es m¨¢s escaso por culpa de la sobrepesca, por lo que las orcas son m¨¢s vulnerables y los pescadores cada vez est¨¢n m¨¢s inc¨®modos con la competencia de las ballenas asesinas.

Los pescadores atacan a las orcas porque les roban los atunes; el Ministerio planea aumentar su cuota para que las orcas puedan sobrevivir robando

Sin embargo, mal que les pese, los pescadores han resultado fundamentales para la conservaci¨®n de estas orcas, ¨²nicas en la Espa?a peninsular, una poblaci¨®n de 50 ejemplares en riesgo de desaparecer. Desde 1995, se viene usando una t¨¦cnica m¨¢s sostenible de pesca de at¨²n, el palangre, que ha servido para faenar con m¨¢s tacto las aguas del Estrecho. Y que ha destapado la picard¨ªa de las orcas.

Tras desovar en el Mediterr¨¢neo, los atunes regresan al Atl¨¢ntico a gran profundidad, lejos del alcance de las orcas. Los pescadores tiran una piedra al mar con un sedal atado que, al llegar al fondo, se suelta y comienza a subir r¨¢pidamente hasta que los atunes muerden el anzuelo. En el ascenso hacia el barco, las orcas se hacen con la pieza. A veces entera, a veces solo pegan un bocado al at¨²n.

Esta situaci¨®n ha generado reacciones violentas por parte de los pescadores contra las orcas que les roban la faena, llegando a matarlas con arpones y disparos. Sin embargo, su perjuicio es fundamental para la conservaci¨®n de esa poblaci¨®n de orcas. "Sin ellos estar¨ªan muy mal", asegura la bi¨®loga Ruth Esteban, que acaba de publicar dos estudios sobre esta poblaci¨®n de orcas (ver abajo).

En este momento, hay 50 orcas, divididas en varias familias que, b¨¢sicamente, tienen dos formas de subsistir. Por un lado, las que "interactuan" con los barcos de pesca y, por otro, las que siguen atrapando atunes de la forma tradicional: perseguirlos a toda velocidad durante una media hora hasta que caen rendidos en sus fauces. Seg¨²n los datos que ha publicado Esteban, las piezas birladas a los pescadores gaditanos han sido fundamentales para evitar que esta poblaci¨®n se deslice definitivamente hacia la desaparici¨®n.

Esta comida f¨¢cil es fundamental. Es como la suelta de conejos para el lince ib¨¦rico", explica Esteban

La escasez de atunes provoca que las orcas no sean capaces de sacar adelante a sus cr¨ªas: entre 2005 y 2011 no sobrevivi¨® ni una. Desde entonces, Esteban confirma que han sobrevivido casi todas las cr¨ªas del grupo que levanta las piezas a los pescadores, hasta elevar los componentes de su grupo a 36. Los 14 restantes, los que no roban, no han criado en una d¨¦cada. La situaci¨®n de la poblaci¨®n en su conjunto ser¨ªa insostenible si no fuera por los sufridos marineros.

Por eso, Esteban y los dem¨¢s autores de su estudio proponen a Espa?a que aumente la cuota que se asigna a estos pescadores de palangre para ayudar a las orcas. "Esta comida f¨¢cil es fundamental. Es como la suelta de conejos para el lince ib¨¦rico", explica esta investigadora del Centro de Conservaci¨®n, Informaci¨®n e Investigaci¨®n de Cet¨¢ceos (Circe). El Gobierno ha hecho suya esta reivindicaci¨®n.

En 2011, el Ministerio de Medio Ambiente?incluy¨® en el Cat¨¢logo Espa?ol de Especies Amenazadas a esta peque?a poblaci¨®n de orcas como "vulnerable", lo que obliga a establecer un plan de conservaci¨®n. Aunque los investigadores de Circe apuestan por agravar su estatus a "en peligro", han recibido el respaldo ministerial en la mayor¨ªa de sus peticiones, seg¨²n el borrador del plan de conservaci¨®n que acaban de terminar.

El Ministerio plantea promover en el seno de la Comisi¨®n Internacional para la Conservaci¨®n del At¨²n Atl¨¢ntico (ICCAT) la asignaci¨®n de una cuota de pesca del at¨²n rojo para la flota tradicional, "dirigida espec¨ªficamente a satisfacer las necesidades" de las orcas durante los meses de verano, "al menos hasta que las tasas de nacimiento tanto de las orcas que interaccionan con la pesquer¨ªa como de las que no lo hacen est¨¦n equilibradas y sean viables". Adem¨¢s, tambi¨¦n se reclama la reducci¨®n de otras amenazas, como la actividad recreativa, la actividad de exploraci¨®n mediante s¨ªsmica marina o las maniobras militares en esa zona.