?Viola tu m¨®vil los derechos humanos?

La relaci¨®n entre tel¨¦fonos m¨®viles e infancia es un tema de debate recurrente, sobre todo, en cuanto al uso que hacen los peque?os de las nuevas tecnolog¨ªas y el acceso a las redes sociales. Uno m¨¢s de los problemas del mundo desarrollado. Pero hay un lado oscuro en esa relaci¨®n entre los dispositivos y los ni?os: cuando son ellos los que trabajan 12 horas al d¨ªa por uno o dos d¨®lares, en el mejor de los casos, en condiciones infrahumanas para extraer el cobalto necesario para fabricar las bater¨ªas. Ocurre en la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo (RCD) y lo han documentado Amnist¨ªa Internacional y Afrewatch en un amplio informe publicado este martes.

Y s¨ª, ese mineral arrancado de la tierra por los min¨²sculos dedos de un cr¨ªo posiblemente malnutrido y envuelto en harapos en una mina ilegal puede haber acabado en el bolsillo de cualquier occidental medio. ¡°Hay grandes marcas de aparatos electr¨®nicos como Apple, Samsung y Sony que no hacen comprobaciones b¨¢sicas para asegurarse de que en sus productos no se utilice cobalto extra¨ªdo con mano de obra infantil¡±, denuncian las organizaciones en su investigaci¨®n Por esto morimos: violaciones de los derechos humanos en la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo para alimentar el comercio mundial de cobalto. Un jugoso negocio del que poco se beneficia el pa¨ªs, uno de los m¨¢s pobres del mundo, que ocupa el puesto 176? de 188 en el ?ndice de Desarrollo Humano y en el que apenas un 28% de sus habitantes tienen un m¨®vil y s¨®lo 1,7% dispone de acceso a Internet, seg¨²n datos de Unicef.

Paul, hu¨¦rfano de 14 a?os, comenz¨® a trabajar en la miner¨ªa a los 12. El suyo es uno de los testimonios recogidos por Amnist¨ªa en sus pesquisas. ¡°Pasaba 24 horas all¨ª abajo, en los t¨²neles. Llegaba por la ma?ana y me marchaba a la ma?ana siguiente [...] Ten¨ªa que hacer mis necesidades all¨ª abajo [...] Mi madre adoptiva quer¨ªa que fuera al colegio, pero mi padre adoptivo estaba en contra y me explotaba haci¨¦ndome trabajar en la mina¡±.

La denuncia de la precaria situaci¨®n en la que trabajan los mineros, y el drama del trabajo infantil en las explotaciones de RDC, no es nueva. Ya hace 15 a?os, el Consejo de Seguridad de la ONU alert¨® de la turbia relaci¨®n entre la extracci¨®n ilegal en el pa¨ªs, el conflicto y las violaciones de derechos humanos. Pero Amnist¨ªa Internacional y Afrewatch han dado un paso m¨¢s all¨¢ que el de la mera constataci¨®n de un secreto ya conocido.

Los riesgos para la salud y la seguridad hacen de la miner¨ªa una de las peores formas de trabajo infantil

¡°Los investigadores han seguido la trazabilidad del cobalto. C¨®mo las minas ilegales, donde se produce el 20% del total, lo venden a empresas autorizadas, y estas a otras m¨¢s grandes¡±, subraya Gerardo R¨ªos, responsable del trabajo sobre empresas de Amnist¨ªa Internacional en Espa?a. Tal como detalla el documento, se pregunt¨® a 87 mineros de cobalto, 17 de ellos ni?os, en cinco minas en el sur de RCD entre abril y mayo de 2015. Los autores tambi¨¦n entrevistaron a 18 comerciantes y siguieron los veh¨ªculos de otros tantos para averiguar que lo llevan a mercados legales donde las grandes empresas lo compran. La m¨¢s importante de ellas es la Congo Dongfang Mining (CDM), filial en propiedad exclusiva del gigante chino del comercio de minerales Zhejiang Huayou Cobalt Ltd (Huayou Cobalt). Y voil¨¢, entre sus clientes, tres fabricantes de componentes de la bater¨ªa de iones de litio ¡ªNingbo Shanshan y Tianjin BAMO de China, y L & F Materiales de Corea del Sur¡ª que proveen, seg¨²n sus propias memorias empresariales, a 16 marcas de consumo internacionales, asegura el informe.

La lista ¡°de la verg¨¹enza¡±, cita R¨ªos el t¨¦rmino usado en el informe, la componen: Microsoft, Apple, Huawei, Lenovo, Daimler, Volkswagen, HP Inc, Samsung electronics, Samsung SDI, Sony, Tianjin Lishen Battery Joint-Stock Co, Vodafone Group, Tianjin Bamo Science and Technology, Coslight, Inventec (propietario del fabricante de m¨®viles OKWAP), y LG.

Ante la evidencia hallada de que estas 16 compa?¨ªas podr¨ªan estar ensamblando en sus aparatos o coches el¨¦ctricos bater¨ªas fabricadas con cobalto extra¨ªdo por ni?os y adultos explotados, Amnist¨ªa Internacional se puso en contacto con las marcas. Todos negaron tener conocimiento de su relaci¨®n (aunque indirecta) con la china Huayou Cobalt y reconocieron no saber de d¨®nde proced¨ªa esta materia prima, ni se lo hab¨ªan cuestionado antes del contacto de la ONG. "Muchas de estas multinacionales dicen que tienen una pol¨ªtica de tolerancia cero con el trabajo infantil. Pero esta promesa no vale ni el papel en que est¨¢ escrita, cuando ni siquiera investigan a sus proveedores. Sus afirmaciones simplemente no son cre¨ªbles", censura el investigador Mark Dummett en el documento.

En resumen: ¡°Una empresa admiti¨® la relaci¨®n, mientras que otras cuatro no supieron decir con seguridad si compraban cobalto de la RDC o Huayou Cobalt. Seis afirmaron que estaban investigando el asunto. Cinco negaron abastecerse de cobalto a trav¨¦s de Huayou Cobalt, pese a que figuran como clientes en los documentos comerciales de los fabricantes de bater¨ªas. Y dos negaron abastecerse de cobalto de la RDC¡±. Para R¨ªos, ¡°las respuestas son evasivas¡­ La mayor¨ªa dice que van a intentar comprobarlo¡±. El responsable del trabajo sobre empresas de AI en Espa?a anuncia que volver¨¢n a contactar con las compa?¨ªas en el futuro para interesarse por sus indagaciones (y medidas) sobre el origen de su cobalto. ¡°Haremos seguimiento. Este informe es parte de una serie de investigaciones sobre las cadenas de suministro de minerales de pa¨ªses en conflicto¡±, detalla.

¡°Los riesgos para la salud y la seguridad convierten la miner¨ªa en una de las peores formas de trabajo infantil. Unas empresas cuyas ganancias globales ascienden a 125.000 millones de d¨®lares no pueden afirmar con credibilidad que les resulta imposible comprobar de d¨®nde proceden los minerales esenciales para sus productos¡±, manifiesta su colega Mark Dummett.

La responsabilidad de cambiar las cosas no solo recae en las citadas empresas, sino tambi¨¦n en los gobiernos, en este caso el congole?o, subraya R¨ªos. Asimismo, a?ade, tienen que estar comprometidos diferentes organismos internacionales, desde la OCDE hasta la Organizaci¨®n Mundial de Comercio y el FMI, para que violaciones de los derechos humanos como las expuestas no se repitan.

Unicef estima que 40.000 ni?os trabajaban en 2014 en minas artesanales en RDC, muchas de ellas de cobalto

¡°RDC es el mayor productor de cobalto del mundo y tiene las mayores reservas, el 50%. El siguiente es Australia con un 20%¡±, anota R¨ªos. Por eso, el investigador destaca una de las recomendaciones que Amnist¨ªa dirige al Gobierno del pa¨ªs. ¡°Se deben ampliar las zonas para la miner¨ªa artesanal¡±, pide. De este modo, explica, las que ya operan en territorios vedados, dejar¨ªan de ser ilegales y se ver¨ªan obligadas a respetar los derechos de sus trabajadores y no emplear a ni?os en sus explotaciones, pr¨¢ctica prohibida por ley.

En definitiva, la ONG reclama m¨¢s control de autoridades, productores y compradores. A nivel internacional y local. En absoluto, apostilla R¨ªos, llaman a un boicot a la compra de cobalto congole?o. ¡°Ser¨ªa arruinar el pa¨ªs¡±, abunda. ¡°Se trata de ayudar a la gente¡±. Unicef estima que 40.000 ni?os trabajaban en 2014 en minas artesanales en RDC, muchas de ellas de cobalto. ¡°Lo l¨®gico es que estuvieran en la escuela¡±, reclama el investigador espa?ol. ¡°Las empresas que se est¨¢n beneficiando, tienen que contribuir, pagar cantidades justas...¡±, sugiere. As¨ª los padres de estos ni?os, que trabajan para paliar como pueden su situaci¨®n de extrema pobreza, no mandar¨ªan a sus hijos a la mina a cargar con bolsas llenas de piedras y expuestos a sufrir da?os pulmonares permanentes, ahogados en la fiebre de otros por su cobalto.