?Controla la Fundaci¨®n Gates la agenda del desarrollo?
H¨¦roes (o no tanto...). Foto: Wikipedia.
[NOTA: El autor de este textocolabora directa e indirectamente con programas financiados por la Fundaci¨®n Gates y Open Society, mencionadas en este art¨ªculo.]
?Se han convertido las pol¨ªticas del desarrollo en un predio de las grandes corporaciones? Esta es la pregunta que se hac¨ªa hace pocas semanas un consorcio de tres organizaciones religiosas alemanas a trav¨¦s de un informe que analiza el papel de las principales fundaciones filantr¨®picas en ¨¢mbitos tan sensibles para la lucha contra la pobreza global como las pol¨ªticas de salud y alimentaci¨®n. El informe ¨Cdel que se hace eco eldiario.es a trav¨¦s de su acuerdo con The Guardian- se centra en las actividades de dos de las grandes (las fundaciones Bill y Melinda Gates y Rockefeller) y alimenta un temor extendido entre muchos profesionales y analistas de este sector: la capacidad estrat¨¦gica y econ¨®mica de estos actores (solo la Gates gestiona la friolera de 43.000 millones de d¨®lares en patrimonio) determina la orientaci¨®n de las pol¨ªticas de desarrollo y la influencia de las empresas transnacionales dentro de estas.
Los datos y argumentos del informe describen una estrategia pol¨ªtica de donaciones a entidades p¨²blicas, privadas y mixtas que ha permitido a ambas fundaciones situarse de manera eficaz en el debate. En 2012 y 2013, la cantidad total destinada por la Fundaci¨®n Gates al sector de la salud era equivalente a la mitad de todo el presupuesto operativo de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud para esos dos a?os. Solo el Gobierno de EEUU super¨® al magnate inform¨¢tico como donante a la lucha contra enfermedades como la malaria, el SIDA y la tuberculosis, as¨ª como la producci¨®n y distribuci¨®n de vacunas. De acuerdo con los autores del informe, la estrategia de la fundaci¨®n se basa en el descubrimiento, desarrollo y distribuci¨®n de soluciones biom¨¦dicas, lo que a menudo supone desatender el fortalecimiento de pol¨ªticas e instituciones p¨²blicas y poner el peso de las acciones en manos de grandes consorcios farmac¨¦uticos.
Los esfuerzos de inmunizaci¨®n constituyen un buen ejemplo de las virtudes y pecados de este modelo. Aunque el apoyo a la Iniciativa Global para las Vacunas y la Inmunizaci¨®n (GAVI, por sus siglas en ingl¨¦s) ha contribuido de manera tangible a facilitar el acceso de millones de pacientes pobres a vacunas que eran demasiado caras o, sencillamente, no estaban disponibles, sus detractores afirman que se ha hecho a costa de poner los recursos al servicio de compa?¨ªas farmac¨¦uticas como Pfizer y GSK, cuyos precios siguen siendo m¨¢s altos de lo que se pueden permitir muchas comunidades y servicios de salud. La cr¨ªtica ¨Crealizada por MSF, que tambi¨¦n se?al¨® la opacidad que acompa?a las negociaciones entre GAVI y las compa?¨ªas- dio lugar a una amarga respuesta de Bill Gates, que record¨® a la ONG el tiempo en que las empresas ¡°eleg¨ªan no hacer nunca medicamentos para los pobres¡± y evitaban as¨ª cualquier pol¨¦mica.
En el caso de la Fundaci¨®n Rockefeller y su apoyo al desarrollo agrario de los pobres, las cr¨ªticas no eran muy diferentes. La fe en la tecnolog¨ªa por encima de la pol¨ªtica y las instituciones desliza la estrategia de los grandes fil¨¢ntropos en manos de las mismas corporaciones globales que ¨Cen opini¨®n de sus cr¨ªticos- generaron el problema en primer lugar. M¨¢s a¨²n, la agricultura y la salud constituyen para los autores ejemplos de sectores en los que la actividad de Gates y Rockefeller ha impuesto modelos corporativos de evaluaci¨®n de impacto; ha desequilibrado la agenda pol¨ªtica en beneficio de sus prioridades; ha debilitado la gobernanza global; y ha hecho todo esto ampar¨¢ndose en la falta de transparencia y de rendici¨®n de cuentas.
DONACIONES INTERNACIONALES DE LAS 10 FUNDACIONES NORTEAMERICANAS M?S RELEVANTES (2012, millones de d¨®lares)
1
Bill & Melinda Gates Foundation
2.600
2
Ford Foundation
217
3
The William and Flora Hewlett Foundation
202
4
Susann Thompson Buffett Foundation
199
5
Walton Family Foundation
167
6
Open Society Institute
117
7
David and Lucile Packard Foundation
115
8
Gordon and Betty Moore Foundation
98
9
Foundation to Promote Open Society
92
10
John D. and Catherine T. MacArthur Foundation
84
Fuente: The Foundation Center (2014), cit. en Martens y Seitz (2015).
?Responde esta descripci¨®n a la realidad? Resulta innegable que los grandes fil¨¢ntropos ¨Cla Fundaci¨®n Gates, muy particularmente- juegan hoy un papel en las pol¨ªticas de desarrollo desconocido hace solo un par de d¨¦cadas. Y que su aspiraci¨®n es influir la agenda de acuerdo a sus propios objetivos y al margen de maniobra que les permiten sus recursos. Esta misma secci¨®n de Planeta Futuro ¨Cigual que su primo-hermano The Guardian Development- constituye un esfuerzo declarado por garantizar que dos medios de referencia en Europa hablen a diario de los asuntos del desarrollo (los que interesan a la fundaci¨®n y otros muchos). Y es cierto tambi¨¦n que trabajan a menudo de la mano de compa?¨ªas que en el pasado (y a¨²n hoy)han sido m¨¢s parte del problema que de la soluci¨®n.
Lo que no tengo tan claro es que el resultado neto de todo este esfuerzo sea negativo, como sugiere el informe. En primer lugar, nada en la estrategia de Gates y otras fundaciones impide que terceros actores hagan esfuerzos similares en la direcci¨®n complementaria, o incluso contraria. Mientras el total de los programas financiados por esta fundaci¨®n rondan los 4.000 millones de d¨®lares anuales, solo la ayuda oficial al desarrollo de los pa¨ªses ricos supera los 130.000 e incorpora toda la artiller¨ªa pol¨ªtica que ofrece un Estado. Estootorga a cualquier donante mediocre una capacidad estrat¨¦gica similar, si es que est¨¢ dispuesto a desplegarla. Incluso resulta posible contradecir a la Fundaci¨®n con su propio dinero; al fin y al cabo, en Planeta Futuro se publican cada d¨ªa piezas que niegande manera m¨¢s o menos directa el enfoque tecno-optimista de Bill y compa?¨ªa.
En segundo lugar, conviene recordar que no todos los fil¨¢ntropos piensan del mismo modo. Por seguir en el ¨¢mbito de la salud, la Fundaci¨®n Open Society del magnate George Soros se dedica a diseccionar y cuestionar la pol¨ªtica de las grandes compa?¨ªas en materia de innovaci¨®n farmac¨¦utica y acceso a medicamentos esenciales, un campo en el que las corporaciones se juegan mucho m¨¢s que en el de la filantrop¨ªa. No es la ¨²nica. Otras grandes fundaciones americanas ¨CFord y Knight, por citar solo dos- sostienen el trabajo de algunos de los grupos m¨¢s independientes de la sociedad civil y el periodismo en regiones como Am¨¦rica Latina.
La virtud, como casi siempre, est¨¢ en el punto medio: aprovechar los enormes beneficios y presupuestos que Gates, Rockefeller y otros aportan a las pol¨ªticas de desarrollo, y complementarlos (o corregirlos, como en el caso de algunosmatrimonios corporativos) con otras herramientas y mejores ideas. Ojal¨¢ todos los problemas que tenga a partir de ahora la salud o la agricultura familiar de los pa¨ªses pobres sean un exceso de atenci¨®n.
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