?Confesar¨ªa un crimen que no ha cometido? Con este interrogatorio es probable
La ciencia tras 'Making a murderer', la nueva serie de Netflix que explota en nuestras pantallas
Making a murderer es la serie a la que sus colegas seri¨¦filos, esos que no se entiende de d¨®nde sacan? tiempo para ver todo lo que estrenan, le han dicho que tiene que engancharse ya. Esta vez, tienen raz¨®n; la nueva serie de Netflix es una bomba de relojer¨ªa, diferente de todo lo que ha visto hasta ahora. Para empezar, no es una ficci¨®n, sino una docuserie de 10 cap¨ªtulos que sigue la historia real de Steven Avery, un chatarrero de Wisconsin (EE UU) que se pas¨® 18 a?os entre rejas por cargos de violaci¨®n e intento de homicidio (ojo, que llegan los spoilers).
Una prueba de ADN demostr¨® su inocencia, as¨ª que, al salir de la c¨¢rcel, Avery se convirti¨® en el abanderado de una posible reforma en el c¨®digo penal estadounidense. Demand¨® al condado y los polic¨ªas que le metieron entre rejas y pidi¨® una compensaci¨®n de 36 millones de d¨®lares. En 2005, Steven Avery hab¨ªa recuperado su vida: iba a casarse de nuevo (su primera esposa le abandon¨® mientras cumpl¨ªa condena) y estaba a punto de convertirse en millonario. Pero, justo unas semanas antes de que se dictara la sentencia para que esto ¨²ltimo ocurriera, desapareci¨® Teresa Halbach, una joven fot¨®grafa de 25 a?os que trabajaba para una revista de coches. Fue vista por ¨²ltima vez en el desguace de coches de Avery, en donde estuvo haciendo fotograf¨ªas a uno de los veh¨ªculos en venta. Con la denuncia de su desaparici¨®n, la polic¨ªa cerc¨® la propiedad de los Avery durante d¨ªas, impidiendo a la familia acceder a ella. Cuando salieron de all¨ª, lo hicieron con las pruebas que incriminaban a Steven como asesino de Teresa Halbach. Pruebas que ¨¦l asegura que fueron manipuladas, apuntando a una conspiraci¨®n del condado, a cuyo sistema judicial le estaba sacando los colores.
Lo cierto es que, con Avery en la c¨¢rcel, su compensaci¨®n econ¨®mica pas¨® de millones a miles de d¨®lares. Aunque, justo cuando parec¨ªa que quiz¨¢s Steve estaba siendo v¨ªctima de una caza de brujas, lleg¨® un nuevo punto de giro que ni Aaron Sorkin habr¨ªa imaginado: el sobrino de Avery, un chico de 16 a?os llamado Brendan Dassey, confes¨® a la polic¨ªa que asesin¨® a Teresa Halbach junto a su t¨ªo. Avery y Dassey fueron condenados en 2007 y, a d¨ªa de hoy, siguen en la c¨¢rcel. Pero la serie de Netflix ha puesto en duda entre el p¨²blico la investigaci¨®n llevada a cabo por la polic¨ªa para condenarles. En concreto, destacan los m¨¦todos utilizados en la declaraci¨®n del sobrino durante el interrogatorio, que no cont¨® con la presencia de un abogado.
Brendan tiene un cociente intelectual en los l¨ªmites de la discapacidad, lo que quiz¨¢s podr¨ªa aumentar las probabilidades de que su declaraci¨®n fuera manipulada en cierta manera por los detectives que la recogieron. Y es que hay una t¨¦cnica para tratar de persuadir a alguien hasta que confiese algo que quiz¨¢s no hizo. Incluso un crimen.
La t¨¦cnica Reid, ?la verdad importa?
Nueve pasos son todos los que se necesitan para recopilar la informaci¨®n necesaria de un sospechoso que oculta informaci¨®n. Los defini¨® la t¨¦cnica Reid, un m¨¦todo para aplicarse en interrogatorios desarrollado a lo largo de 50 a?os por la compa?¨ªa norteamericana John E. Reid & Associates. Los pasos que ha de seguir el entrevistador son:
1. Confrontaci¨®n: Se empieza por asegurarle al sospechoso que se cuentan con las evidencias suficientes para demostrar que es culpable. En realidad, no tiene por qu¨¦ ser as¨ª, aunque el entrevistador no puede demostrar lo contrario en ning¨²n momento.
2. Desarrollo del tema: Se buscan motivos que pudieran justificar el delito para minimizar la responsabilidad del culpable. Se puede implicar a un tercero o mostrar complicidad asegurando que hay situaciones en las que es normal que se llegue a perder los nervios.
3. Interrupci¨®n de negaciones: El entrevistador se encarga de evitar que el acusado niegue su culpabilidad, mermando as¨ª sus defensas. La repetici¨®n del mecanismo puede hacer que disminuya el ¨¦nfasis en la declaraci¨®n de inocencia.
4. Superaci¨®n de objeciones: El acusado comenzar¨¢ a justificarse divagando en los motivos por los que no cometi¨® el delito. Puede utilizarse esa explicaci¨®n excesiva para justificar su culpabilidad.
5. Acaparamiento de la atenci¨®n del sujeto: Se ofrece al acusado apoyo y comprensi¨®n, a modo de establecimiento de un v¨ªnculo emocional. Una actitud de escucha, acompa?ada de palabras con las que se invita al acusado a sacar cualquier cosa que tenga dentro, por muy negativa que pueda ser.
6. Potencial quiebre del sujeto: Tras haber perdido las defensas que manten¨ªan al entrevistado en la negaci¨®n, es normal que se desmorone y caiga en el llanto. El entrevistador puede hacer una lectura de arrepentimiento de esa actitud y aprovecharla para obtener conclusiones.
7. Pregunta alternativa: Se enfrenta al acusado a una pregunta con dos alternativas, del tipo: ¡°?Lo planeaste o te acorral¨® un impulso?¡±. Con cualquiera de las dos respuestas, el entrevistado asume su culpabilidad, aunque una de ellas la aminora.
8. Desarrollo de la confesi¨®n verbal: Con la defensa derribada, ha llegado el momento de dejar hablar al acusado y a?adir las ideas necesarias para que exteriorice todo lo ocurrido.
9. Declaraci¨®n escrita de la confesi¨®n: Se utiliza el registro de todo lo relatado a lo largo de la sesi¨®n para escribir la declaraci¨®n.
El m¨¦todo Reid, que se utiliza en todo el mundo, cuenta con una demostrada eficacia y son muchas las confesiones previas al interrogatorio obtenidas con su utilizaci¨®n, como en el caso de Dessey. Aunque hay pa¨ªses, sobre todo europeos, que la rechazan por la directibilidad que gu¨ªa el interrogatorio, que puede reducir la validez de la confesi¨®n. Los que la critican consideran que su objetivo no es encontrar la verdad, sino desequilibrar los mecanismos de respuesta racional del investigado hasta llegar a la contestaci¨®n que se necesita para condenarle. Las horas de encierro quiz¨¢s pueden llevar hasta un punto en el que la confesi¨®n de la acusaci¨®n se convierta en algo m¨¢s sencillo que su negaci¨®n.
Cuando el sospechoso es menor de edad
Desde la corporaci¨®n de John E. Reid mantienen que no es la t¨¦cnica la que produce falsos testimonios, sino el modo err¨®neo en el que se pueda aplicar, contaminando el interrogatorio. Pero para Jara Ac¨ªn y Rivera, psic¨®loga especialista en Legal y Forense responsable de El¨¢n Psicolog¨ªa, con sede en Zaragoza, los problemas del m¨¦todo Reid podr¨ªan encontrarse en su planteamiento: ¡°Conf¨ªo en que no es el protocolo habitual que se maneja en Espa?a con los acusados. En una entrevista cl¨ªnica lo que m¨¢s validez judicial tiene es el testimonio que se recoge de manera espontanea¡±. Jara asegura que las preguntas y actitud directiva pueden restar validez a la entrevista: ¡°No est¨¢s siendo ecu¨¢nime si induces el testimonio de la persona¡±.
Especial atenci¨®n requieren los casos en los que el sospechoso es menor, como Brendan Dessey, que cuenta adem¨¢s con una baja capacidad intelectual: ¡°Es m¨¢s f¨¢cil conseguir un testimonio falso en una persona con un d¨¦ficit cognitivo, que adolece de pensamiento abstracto y se mueven en lo concreto¡±, asegura Jara, que incide en que si a un menor de esas caracter¨ªsticas se le plantea una respuesta alterna, como en el punto 7 del m¨¦todo Reid, tomar¨¢ una de las dos: ¡°Ante una respuesta dicot¨®mica, por su tipo de elaboraci¨®n del pensamiento, es dif¨ªcil que vaya hacia atr¨¢s para razonarlo y decida que ninguna de las dos es la correcta¡±.
Tambi¨¦n el punto 5 del m¨¦todo, mostrarse cercano frente al entrevistado, es peliagudo en un menor con baja capacidad intelectual. ¡°Al tener esos d¨¦ficits cognitivos, presentan una serie de condicionantes del aprendizaje social¡±, explica Jara, que opina que estos individuos, por su tipo de razonamiento, creen que cuanto m¨¢s complacientes sean, m¨¢s posibilidades tendr¨¢n de recoger la ayuda de quien tiene al lado. En el v¨ªdeo del interrogatorio de Brendan puede apreciarse c¨®mo el acusado no parece tener conciencia real de qui¨¦nes son las personas con las que est¨¢ hablando. Se muestra sorprendido cuando le avisan de que tendr¨¢n que detenerle e incluso llega a preguntarles si terminar¨¢n antes de que tenga su siguiente clase porque tiene un trabajo que entregar en el instituto. Al inicio de este v¨ªdeo come un s¨¢ndwich con tranquilidad e incluso recoge la botella de suelo lanz¨¢ndola al aire.
¡°Puede ser que no tuviera claras las consecuencias de lo que estaba haciendo al contar un asesinato¡±, apunta Jara, aunque insiste en que, con independencia de los niveles cognitivos, el concepto de que matar est¨¢ mal es de las primeras cosas que se aprenden. Tambi¨¦n destaca la importancia de encontrar un distanciamiento emocional en un testimonio a la hora de determinar su validez: ¡°Lo l¨®gico es que haya un sufrimiento al contarlo y m¨¢s en un menor con d¨¦ficit cognitivo que se encuentra atrapado en una moralidad muy b¨¢sica. Deber¨ªa mostrar las consecuencias emocionales que puede tener con la persona con la que comparte el secreto por su confesi¨®n¡±.
Un testimonio excesivamente elaborado
Otro de los elementos que restan credibilidad al testimonio de un acusado es su elaboraci¨®n excesiva: ¡°Si se recoge un hecho muy estructurado, es decir, con un principio, un nudo y un desenlace, su fiabilidad disminuye¡±, apunta Jara, que explica que cuando est¨¢s implicado en un evento, o eres testigo del mismo, la implicaci¨®n emocional impide recordarlo de un modo organizado: ¡°La memoria rescata los eventos de una manera impulsiva e intuitiva. Que se aporten detalles inusuales, superfluos o incluso incongruentes, parad¨®jicamente, aporta m¨¢s credibilidad¡±. Lo cierto es que, al elaborar un relato de ficci¨®n, se obvia la parte adyacente (cosas como si las gafas del protagonista eran negras o marrones) y solo se aporta la necesaria para poder centrarse en la estructura. Aunque un disparo en la cabeza, como el que acab¨® con la vida de Teresa Hallab, parece lo suficientemente importante como para ser recordado. Sin embargo, Brendan Dassey solo lo evoc¨® cuando los investigadores que recog¨ªan su testimonio lo acercaron a su memoria, pregunt¨¢ndole directamente si le dispararon en la cabeza (desvi¨¢ndose del protocolo de la t¨¦cnica Reid). ¡°Un disparo es un evento superextraoridinario en la vida de una persona, y m¨¢s de un menor con una de capacidad cognitiva limitada, ya que su vida se vertebra en torno a las emociones¡±, asegura Jara, que insiste en que es algo lo suficiente impactante como para recordarlo sin necesidad de ser dirigido.
Aunque nadie logra explicarse los motivos de Dassey para inventarse un testimonio que termin¨® conden¨¢ndole, algunos espectadores de la serie apuntan en Internet que los detectives buscaron la confirmaci¨®n de sus sospechas en el interrogatorio hasta conseguir la declaraci¨®n escrita de su culpabilidad. Pero, ?podr¨ªa llegar alguien a confesar un crimen que no ha cometido? ¡°Me cuesta creerlo, pero supongo que s¨ª puedes llegar a confesar un crimen que no has cometido si hay unas condiciones que predisponen a ello¡±, dice Jara, que incide en que las caracter¨ªsticas de personalidad son una de ellas: ¡°Hay estructuras que nunca lo permitir¨ªan. Adem¨¢s, depende mucho de la sugestionabilidad de la persona, de si hay privaci¨®n del sue?o¡ Lo que s¨ª es cierto es que un interrogatorio puede generar un estado de confusi¨®n grande¡±. Las preguntas incisivas, el entorno opresivo y las horas, pueden hacer que se cometan errores en el discurso inicial de un acusado. Jara plantea que la confesi¨®n del testimonio, veraz o no, quiz¨¢s pueda desencadenar un punto de quiebre en el que lo principal sea zanjar el momento actual: ¡°El instinto de conservaci¨®n de una persona, sobrevivir al momento, es algo b¨¢sico. Puedes pensar en, de momento, resolver y salir de aqu¨ª, y luego ya veremos. Pero, en mi opini¨®n, algo as¨ª se acercar¨ªa m¨¢s a la tortura¡±.
La revisi¨®n del caso
El estreno de Making a murderer ha conllevado una petici¨®n en Change.org para liberar a Steve Avery, firmada por m¨¢s de 450.000 personas. La cifra de firmas es similar en la petici¨®n que se ha abierto para que se revise la condena de Brendan Dassey, quien modific¨® despu¨¦s de esa primera entrevista su testimonio e incluso en las llamadas realizadas a su madre desde prisi¨®n asegur¨® que tal vez se lo hab¨ªa inventado todo. El asunto incluso ha llegado hasta la Casa Blanca, a la que se solicit¨® un indulto presidencial desde la Red. En un comunicado por parte de la administraci¨®n de Obama, se aclara que los delitos que mantienen entre rejas a Avery y Dassey son estatales, y la potestad de clemencia presidencial abarca cargos federales.
Steve Avery y Brendan Dassey contin¨²an en la c¨¢rcel, condenados a cadena perpetua sin condicional, mientras que los creadores de Making amurderer ya han apuntado la posibilidad de futuros episodios en Netflix, la plataforma de Internet que ha cambiado la manera de ver ficci¨®n televisiva. Y es que tal vez sea cierto eso de que ahora las series de televisi¨®n son diferentes. Por primera vez, hay una v¨ªctima real que perdi¨® la vida, y lo de desvelar qui¨¦n es el asesino, va en serio.
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