Aprendices de candidato
Once nominados, nuevas caras en los premios del cine espa?ol, protagonizaron la sesi¨®n de fotos dedicada a los Goya
Natalia de Molina e Irene Escolar cruzan la calle, de un estudio de fotograf¨ªa a otro, agarradas del brazo. Caminan muy juntas, encogidas por el fr¨ªo bajo unos abrigos que no casan con el peinado y el maquillaje reci¨¦n hechos, ni con esos tacones tan, tan altos que les han puesto. A la luz de esta ma?ana de finales de enero parecen dos j¨®venes que vuelven a casa tras una noche de fiesta. Una vez situadas frente a la c¨¢mara se dan cuenta, falta algo. ?D¨®nde est¨¢ Pedro Casablanc? El actor, un peso pesado del testro Espa?ol nominado por primera vez a un Goya por su interpretaci¨®n del extesorero del PP Luis B¨¢rcenas en B, entra en escena tapizado por un traje gris. Camisa blanca, sin corbata. ¡°Eres el objeto de deseo¡±, le dice Natalia. ¡°Qui¨¦n me lo iba a decir a m¨ª¡±, bromea ¨¦l mientras se sit¨²a entre ambas.
Comienza la sesi¨®n. Irene, otro valor del teatro patrio que opta a mejor actriz revelaci¨®n por Un oto?o en Berl¨ªn, recuesta la cabeza en el hombro de Casablanc. Natalia, candidata a mejor actriz por Techo y comida, se divierte, cambia de mueca con cada disparo. Mientras, el actor parece intentar decidir d¨®nde poner en cada momento las manos.
De vuelta al otro lado de la calle, en el otro estudio, Antonia Guzm¨¢n, nominada a actriz revelaci¨®n con 93 a?os por la pel¨ªcula de su nieto Daniel Guzm¨¢n, un actor metido a cineasta, ya ha llegado y observa distra¨ªda el traj¨ªn que la rodea sentada en un sill¨®n de cuero rojo, sin soltar su bast¨®n. Pedro se ha puesto las gafas y subraya con rotulador naranja sus intervenciones en un guion. Natalia ha aprovechado el par¨®n moment¨¢neo para desprenderse de los tacones y enfundarse unos calcetines. En esas llega Daniel. ¡°?Has madrugado mucho abuela?¡±, pregunta. ¡°Pues como todos los d¨ªas¡±, responde ella resuelta. Los ojos de Daniel est¨¢n enmarcados por finas arrugas. Las que le han dejado esos 10 a?os tirando de un proyecto que por fin ya es una pel¨ªcula, A cambio de nada, nominada a seis Goyas. ¡°Necesito despedirme de ella y descansar¡±, reconoce cuando le preguntan qu¨¦ va a hacer tras acabar un proyecto que ha acaparado tantos a?os de su carrera y en el que ha compaginado los roles de guionista, director y productor.
Irene, Pedro y Natalia vuelven a sus posiciones para repetir las fotos con un fondo diferente. Entre fogonazo y fogonazo un miembro del equipo exclama con urgencia: ¡°?Natalia lleva puestos los calcetines!¡±. La estilista le tranquiliza, los pies no salen en la foto. Mientras, en la sala de maquillaje, entre el olor a laca y el calorcito de los secadores, las estilistas preguntan a Antonia c¨®mo prefiere que la maquillen. ¡°Como vosotras quer¨¢is¡±, concede, pero parece pens¨¢rselo mejor y matiza que prefiere que no sea muy llamativo. ¡°?Qu¨¦ guapa est¨¢s!¡±, le dir¨¢ m¨¢s tarde su nieto mientras posan juntos. Ella sentada en un taburete luciendo la ropa que le ha llevado su hija y madre del director, que es sastra en rodajes de cine. ?l sentado a su lado con una chupa de cuero que le da un cierto aire macarra.
Irene Escolar, que ya ha terminado por hoy, comienza a despedirse de sus compa?eros. ¡°Pero, ?nos vemos ma?ana no?¡±, pregunta alguien. ¡°?Qu¨¦ pasa ma?ana?¡±, salta Daniel despistado. Al d¨ªa siguiente de la sesi¨®n se celebran los Premios Feroz, en los que la gran triunfadora fue La novia con seis galardones, entre ellos, el de mejor directora para Paula Ortiz. Tom¨¢s Aragay se alz¨® con el Feroz a mejor guion y B con el reconocimiento especial del jurado. En estos meses, pocos han sido los actos o sesiones de fotos en los que no han coincidido casi todos ellos. Irene ya se aleja por el pasillo y alguien pregunta a Pedro Casablanc qu¨¦ tal ha ido la sesi¨®n. "Total, se lo van a dar a Ricardo Dar¨ªn", bromea.
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