La viuda ¡®secreta¡¯ del rey Fahd desvela sus debilidades
Una pel¨ªcula, basada en sus memorias, presenta al monarca fallecido como un hombre enganchado a las drogas y el juego
Por si la familia real saud¨ª no tuviera pocos problemas con la explosiva situaci¨®n de Oriente Pr¨®ximo y los bajos precios del petr¨®leo, una pel¨ªcula amenaza con sacarle los colores revelando las debilidades del rey Fahd, que es precisamente su t¨ªtulo en ingl¨¦s The Weaknesses of King Fahd. As¨ª lo ha anunciado Janan Harb, una palestina que asegura haber estado casada en secreto con el fallecido monarca, y que el pasado noviembre logr¨® que el Tribunal Supremo de Londres aceptara su reclamaci¨®n de 20 millones de libras (unos 26 millones de euros) a los herederos de Fahd.
La pel¨ªcula, en la que se presenta al rey saud¨ª jugando en un casino e inyect¨¢ndose droga, se basa en una autobiograf¨ªa que Harb publicar¨¢ a finales de este a?o. La mujer asegura que ha decido a hablar para asegurarse de que los Al Saud cumplen sus obligaciones. Hasta su llegada al trono, Fahd tuvo fama de vividor.
¡°Cada vez que haces frente a los saud¨ªes, en vez de preguntar o buscar la verdad, te dicen ¡®Oh, tal vez fuera una prostituta, tal vez s¨®lo buscaba dinero¡¯. Ahora van a conocer mucha de la verdad en ese libro y sabr¨¢n por qu¨¦ lo he escrito¡±, ha declarado en una entrevista con la cadena rusa RT.
Harb, de 68 a?os y que en la actualidad es miembro de la iglesia de la Cienciolog¨ªa, ya cont¨® durante el proceso como conoci¨® al entonces pr¨ªncipe Fahd en Beirut, durante una fiesta, cuando ella ten¨ªa 19 a?os y ¨¦l 46. Encaprichado, la agasaj¨® y, tras su pertinente conversi¨®n al islam ya que la muchacha era cristiana, se casaron en secreto en marzo de 1968. Sin embargo, los hermanos de Fahd, que ya le preparaban para ser rey, no vieron con buenos ojos a la mujer y, adem¨¢s de obligarla a abortar para evitar su descendencia, terminaron deport¨¢ndola al Reino Unido en 1971. Ella culpa de su expulsi¨®n a Salm¨¢n, el actual monarca.
Sin llegar a admitir el matrimonio, el juez del caso dio por hecho que hab¨ªa existido una relaci¨®n entre Harb y Fahd, y que ¨¦ste le hab¨ªa hecho ¡°importantes pagos¡± cada cierto tiempo a cambio de su silencio, a trav¨¦s de un diplom¨¢tico destinado en la Embajada saud¨ª en Londres. Hasta que, muerto el rey, su hijo favorito, el pr¨ªncipe Abdulaziz, se retract¨® de un acuerdo oral alcanzado en 2003 para indemnizarla con 12 millones de libras y dos pisos en el barrio de Chelsea. Harb reclam¨® ante los tribunales y gan¨®.
Aunque Abdulaziz tiene hasta marzo para decidir si recurre la sentencia, Harb ha decidido no esperar. A pesar del compromiso previo de confidencialidad con la familia real, ha vendido los derechos de su historia a Damien McCrystal, un conocido periodista y asesor de medios brit¨¢nico. McCrystal confi¨® recientemente al portal Middle East Eye que hab¨ªa conseguido parte de los fondos necesarios para producir la pel¨ªcula y que estaban filmando un tr¨¢iler de dos minutos para exhibirlo en ingl¨¦s y ¨¢rabe a finales de este mes.
Harb afirma en esa web que no se arrepiente de haberse casado con Fahd, a quien describe como un ¡°caballero¡±. No obstante, admite que si viviera, ¡°no le gustar¨ªa¡± que se rodara la pel¨ªcula. ¡°Pero ha salido. Nadie en el mundo sabe exactamente c¨®mo viven dentro de sus palacios. Es parte de la historia¡±, defiende.
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